1. Cala Pola en Tossa de Mar

Piénsenlo: en bañador no tienen donde colgarse el puto lazo. Además, Cala Pola es un pequeño paraíso, sobre todo en junio y septiembre, cuando la densidad de familias con niño disminuye hasta niveles tolerables para un adulto.

2. Manel

En Cataluña hemos llegado treinta años tarde a The Smiths, pero hemos llegado. Y su versión autóctona, a mí, me gusta. Lástima que sean tan vagos y lleven tres años sin sacar disco. 

3. Como Camarón

La mejor canción catalana de los últimos veinte años. Mucho mejor en su versión choni original que en su versión orquestada, con sección de cuerdas y demás pijadas. 

4. Jordi Cruz y su ABaC

Ya sé que el Club del Morro Fino lo desprecia y lo considera muy inferior a Ferran Adrià y sus alumnos, pero qué le voy a hacer yo si tienen el paladar de corcho.

5. El pan con tomate

Una vez lo has probado, comer pan a palo seco pasa a convertirse en una experiencia similar a la de masticar cemento. Y no precisamente fresco. 

6. Los plazos se cumplen

Sí, señores, le joda a quien le joda. Otra cosa no, pero un catalán te dice "mañana a las 9:00 lo tienes" y mañana a las 9:00, nieve o truene, con invasión marciana de por medio o no, lo tienes. Cosa que no ocurre en toda España, ¿eh? "Perdoni, señor alienígena, ¿podría vosté aplazar el exterminio de la raza humana para mañana? Tengo un encarrec que entregar". 

7. Las fotos de gitanos del Payo Chac

Jacques Léonard era un pijo francés, fotógrafo de profesión y bohemio de vocación, que recaló en la Barcelona de los años cincuenta y se enamoró de Rosario Amaya, la prima de Carmen Amaya. Los gitanos, cosa rara en aquella época, le aceptaron, permitieron que la pareja se casara y bautizaron al gabacho como 'el Payo Chac' (por Jacques, claro). Sus fotos de la comunidad gitana de la época son una obra de arte. 

8. La expresión "no viene de aquí"

Acostumbrado a ella, pasé veinte años de mi vida sin saber que la expresión catalana "no viene de aquí" no tiene traducción directa al español. ¡Con lo útil que es! Sirve, básicamente, para expresar conformidad cuando algo cuesta un poco más de lo originalmente planeado. Ejemplo: "¿El procés nos ha costado la fuga de 5.500 empresas? ¡Pensaba que serían sólo 5.000! Bueno, sigamos adelante: no vendrá de aquí". 

PD: En realidad, sí tendría traducción aproximada: "De perdidos al río". 

9. Pascal Comelade

Este también es medio francés y medio local, pero como si fuera catalán. El único músico que ha conseguido, gracias a sus instrumentos de juguete, que una sardana suene audible. Eso sí: llevándola a su terreno, que es el de un tugurio portuario en el que toca una banda formada por Paolo Conte, Jacques Brel, Keith Richards y Tom Waits. 

10. La salsa romescu

La cima de la gastronomía catalana. 

11. Rosalía

¡Ay, si Rosalía ejerciera de catalana y se colgara un lazo amarillo en vez de ejercer de flamenca urbana multicultural! Sacarían a la Moreneta de su altar a coces y pondrían una foto de la de Sant Esteban de Sasroviras. "¿La Moreneta, dice? No sé quién es esa tía. ¡La Rosalía, hombre, la Rosalía!". 

12. El Ampurdán

En los ojos y con las palabras de Josep Pla, claro. 

13. Las palabras mandonguilla y papallona

Albóndiga y mariposa. Me suenan mucho mejor en catalán, qué quieren que les diga. 

14. Los insultos catalanes

El catalán es una lengua esponjosa, blanda y poco adecuada para los insultos por su escasez de sonidos contundentes como los de la J o la Ñ. Y por eso los catalanes han tenido que exprimir el ingenio para compensar con retórica la flojera de su lengua. De ahí han salido algunos insultos maravillosos, generalmente escatológicos, aunque no siempre. Traduzco libremente, aunque muchos de ellos no tienen traducción directa: abogado de márgenes, chafasetas, bajo de techo, bacalao, beata a oscuras (este me encanta: obviamente es un sinónimo de puta), cagadudas, apuracazuelas, masticapadrenuestros, chupagrifos, uñaslargas, trozo de carne bautizada, rompeavellanas, asacojones, tocacampanas, roealtares, remuevemierdas, piojo resucitado, meapinos, militonto, malforjado, gato de taberna, mejillas de coño, hijo del vecino de arriba y desperdigarazones, entre muchos, muchos otros. 

15. Peret

El inventor de la rumba catalana, junto con Antonio González 'El Pescaílla' y Josep Maria Valentí 'El Chacho'. Sin él no existirían Las Grecas, Kiko Veneno, Los Chichos, Pata Negra, Estopa y tantos, tantos otros. 

16. Las fotos de Colita

Pero, sobre todo, la del editor Jorge Herralde junto a sus secretarias Coral Majó y Anna Bohigas, realizada en 1970.  

Jorge Herralde y sus secretarias. Colita Barcelona

17. La salsa Espinaler

Sin ella, un vermut es sólo medio vermut. 

18. La zona alta de Barcelona

De avenida Diagonal para abajo, Barcelona ha perecido a las manos de esa máquina de destruir urbes que es Ada Colau. Pero de Diagonal para arriba, es decir en los barrios pijos de la ciudad, Barcelona sigue siendo Barcelona. Quizá porque esos barrios se han quedado anclados en los años setenta, en esa época anterior a la llegada del nacionalismo, del populismo y de su cruzada de mediocres contra la convivencia, la belleza y la moral. 

19. El pan con chocolate y sal

Otra delicia gastronómica de la que sólo extraña que no sea ya, a estas alturas, universal. 

20. La boquería

Ahora anda infestada de adictos a los selfies y abarrotada de puestos que venden zumos de fruta para vegetarianos macrobióticos neoyorquinos y demás especímenes prescindibles de la raza humana, pero el que busca la vieja Boquería entre los neones de la nueva, la puede encontrar. Sólo hay que saber dónde hacerlo.

21. El corto Sacrifici de Santi Trullenque

La matanza del cerdo, a manos del cocinero Nandu Jubany y en toda su gloriosa crueldad de ritual gastronómico pagano, filmada por el director con más talento, y las ideas más claras, de toda Cataluña. Y no digo de España para que no se me cabreen, pero también. 

Sacrifici from Nandu Jubany on Vimeo.

22. El RCD Espanyol

Toda su vida aguantando a los burguesitos de estufa del FC Barcelona. Tienen mérito, los tíos. 

23. El videoclip de Mi fábrica de baile

La cima del chonismo hipster español tenía que ser obra de un catalán. De San Juan Despí, para más detalle. 

24. Berto Romero

Lo mejor, y de muy largo, que ha salido de la factoría Buenafuente. 

25. El antinacionalismo

Lo mejor de los regímenes nacionalistas es que, precisamente por haber sido diseñados como puerto de llegada para los más xenófobos y mediocres de sus ciudadanos, generan un movimiento de resistencia a su alrededor que acaba atrayendo el talento de los mejores de sus ciudadanos. Y sólo hay que comparar a los políticos, periodistas, escritores, músicos, académicos, tertulianos, economistas, historiadores y artistas antinacionalistas con ese mediocre desierto matojero nacionalista para que se te caigan los palos del sombrajo al suelo. Uno debería ser antinacionalista aunque sólo sea por el egoísmo narcisista, y estético, de compartir mesa con según quienes en vez de con según otros. 

26. Las excepciones nacionalistas

Dicho lo cual, puedo confirmar que también entre las filas del nacionalismo hay talento. Jamás están en primera fila. No son personajes públicos y es precisamente su brillantez lo que les impide acceder a esa primera fila nacionalista en la que medran curillas y párrocos del odio, tietas catalanas a sueldo del botijo feudal y periodistuchos locales sin mayor interés. Pero existir, existen, y entre ellos cuento a algunos de mis mejores amigos. Porque la realidad es más complicada de lo que parece. Y ya les adelanto que es una buena noticia que el nacionalismo premie al mediocre. Porque si tuviéramos enfrente a estos en vez de tener a los Torra, Junqueras, Puigdemont y Rufián, las cosas serían bastante más complicadas para nosotros. 

27. Sitges

Es un pueblecito precioso. Sin más. No me importaría vivir algún día ahí. 

28. El Bohemian Rapsody del Polònia

Hay que reconocerlo: cuando los del programa Polònia (TV3) lo clavan, lo clavan. Y su parodia del Bohemian Rapsody de Queen grabada tras las elecciones del pasado 28 de abril es una genialidad absoluta. Sólo espero que esto no lo lea Toni Soler, que me tiene bloqueado en Twitter.

29. Los zascas de Inés Arrimadas al nacionalismo

Un género musical propio. Es ver a la presentadora de TV3 lanzar su primera pregunta a Inés Arrimadas y pensar "ahí llega, ahí llega, AHÍ LLEGA". Y, efectivamente, llega. Siempre llega. Quiero pensar que en TV3 les produce algún tipo de placer ser arrollados por un tren mercancías.  

30. Dalí

La cima de la locura creativa catalana, que ese sí es un rasgo diferencial que soy capaz de reconocer a mi alrededor. Un anarquista disfrazado de facha o un facha disfrazado de anarquista, me da igual. Un genio. Y más por su personaje que por su obra. 

31. Las columnas de Ferran Caballero

Para mí, uno de los tres mejores columnistas de toda España. Lo que le convierte, supongo, en el mejor de Cataluña. Al menos en su rango de edad, que tampoco vamos a comparar a Félix de Azúa o Arcadi Espada con sus alumnos. Gracias a él, o a su Twitter más concretamente, me he enterado además de cómo mean los murciélagos. 

32. Félix de Azúa y Arcadi Espada

Por supuesto. Y Juan Carlos Girauta, y Albert Boadella, y Félix Ovejero, y Carina Mejías, y Teresa Giménez Barbat, y Jordi Cañas, y… en fin, ya ven por dónde voy. 

33. Las ensaimadas del Forn Mistral de Barcelona

¿Mallorca? Me río yo de las ensaimadas de Mallorca. 

34. La gastronomía

Miren, así, en general, que para qué me voy a poner a dar nombres. En Cataluña se come muy, muy bien, y en todos los rangos: comida casera en restaurantes de pueblo, moderneces hispter para tontosdelhigo que no sabrían distinguir una sandía de un guisante, restaurantes Michelín, bodeguitas de vermut y tentetieso, antros de tapa con quinto… En todos ellos, o en casi todos que tampoco hace falta mentir, comerán ustedes como Dios.

35. La Cataluña satánica 

De eso sabe mucho más que yo Santi Trullenque, al que ya he citado en el punto 21. Pero ya les adelanto que las brujas de Zugarramurdi son monjitas comparado con lo que se cuece –o se ha cocido– en la Cataluña profunda. En el sentido más literal del verbo cocer

36. Los rascacielos de Barcelona

En realidad, en Barcelona hay pocos rascacielos porque, ya saben ustedes, los barceloneses prefieren una ciudad amable, accesible y bajita. Es decir, que prefieren parecerse a Vic más que a Nueva York. Pero alguno hay, aunque sea de altura media. ¡Y dan una alegría!

37. Últimas tardes con Teresa

Ese mundo.

38. El catalán cabreao

Un catalán cabreao (emprenyat, en el dialecto local) es sólo un catalán puteado por no haber recibido todavía el premio que se merece por el hecho de ser catalán y estar, precisamente, cabreao con sus vecinos, con España, con la vida y, sobre todo, con los otros catalanes cabreaos. Como mi amigo Toni García Ramón, que llevaba AÑOS pidiendo un volquete de donuts… y al final lo consiguió. Los sueños se cumplen. 

39. El diseño

Miren, sí. Hay que reconocerlo. En Cataluña se viste mal, pero se diseña bien. Y eso lo defiendo cuando sea, donde sea y así me lo niegue el mismísimo Milton Glaser. 

40. La editorial Norma

Sólo por haber publicado la revista de cómics Cairo, sin la que es imposible entender la estética y el diseño de los años 80, ya merecerían un altar. Pero es que ha habido más, mucho más, y el mundo del cómic español sería hoy muy diferente sin ellos.

41. El cant dels ocells

Una melodía capaz de reconciliarte con Cataluña.