Nadie dijo que fuera fácil y, de hecho, aún no hay acuerdos cerrados. Sin embargo, el ambiente que se respira en las negociaciones de la Comisión de Reconstrucción del Congreso nada tiene que ver con la crispación que viene poniéndose de manifiesto en los plenos. Afortunadamente.

PSOE y Podemos, de un lado, y PP y Ciudadanos, de otro, están tratando de acercar posiciones en las cuatro grandes áreas a debate: Sanidad, Unión Europea, Economía y Políticas sociales. En las dos primeras se ha avanzado mucho, y si se sortea un par de  escollos relacionados con el reconocimiento de la colaboración público-privada y con la reivindicación de Gibraltar, podría haber consenso.

Fiscalidad

En fiscalidad y políticas sociales era lógico que las posturas estuvieran más alejadas y es probable que acaben siendo irreconciliables. Pablo Casado no está por una subida de impuestos y, al igual que Ciudadanos, ha puesto una línea roja en la defensa de la escuela concertada.

Los de Arrimadas, sin embargo, aún podrían avenirse a dar su apoyo a las medidas económicas que plantean los partidos en el Gobierno a cambio de suavizar la presión fiscal, lo que daría como resultado que finalmente hubiera acuerdos transversales en tres grandes bloques.

Avance

Estos acercamientos han descolocado a ERC, que amenaza ya a Sánchez con descolgarse de futuros pactos, empezando por los Presupuestos. Y lo hace con un argumento que demuestra su sectarismo: si hay acuerdos con el PP, aunque sean puntuales, que se olviden de ellos. Claramente, se han echado al monte... si es que alguna vez lo bajaron.

Hoy todo apunta a que PSOE, PP, Podemos y Cs acabarán estampando su firma sobre algunos asuntos capitales para el futuro inmediato de España. En sí mismo, eso sería ya un gran avance, pero además se estarían sentando las bases para próximas alianzas, que es lo que reclaman los ciudadanos y lo que necesita el país.