Me invitan a moderar una mesa redonda en la Escuela de Verano de Ciudadanos, una sobre el futuro de la Constitución, con Francesc de Carreras, Paco Sosa Wagner e Inés Arrimadas. Y para allá que me voy, justo a tiempo de oír en la mesa anterior a Antonio Escohotado soltar una de esas verdades como puños de Mazinger Z que sólo se pueden soltar en las alturas académicas, donde quien atiende no escucha.

Sentencia el Gran Escohota que uno de los timos históricos más radicalmente conseguidos es la pretensión de algunos de velar por los desfavorecidos y patrias de la tierra a los que en la práctica (y hasta en teoría) exprimen como un limón. Vamos, que hay corrientes políticas enteras que ven a los pobres como el mejor combustible que hay. Cuantos más muertos de hambre, mejor tiro para su cohete. Dicho por el gran estudioso de los enemigos del comercio y de la propiedad privada.

Son días estos en que mucho se habla de la sorprendente medida gubernamental, arrancada por Ciudadanos como quien arranca una muela podrida con tenazas al rojo, de eximir a los mileuristas del pago del IRPF. Suele ocurrir que aquello que los gobiernos más se resisten a dar, como Montoros panza arriba, una vez dado les irrite reconocer que fue idea de otra gente. 

El caso es que hablando con varios delanteros centro del equipo de Albert Rivera me los encuentro eufóricos por haber colado este gol por toda la escuadra de la Moncloa. "Para que luego nos acusen de ser de derechas, ¿quién de la izquierda ha hecho más que nosotros por los mileuristas?", inquiere uno. Y yo le digo que sí, que sin duda, y a continuación lanzo mi cándido interrogante: "¿pero tú a quién crees que votan los mileuristas?".

Se hace un silencio parecido al que en su día me contaban que se hizo en un consejo de ministros de Aznar cuando el entonces titular de la carrera de Industria presentó lleno de orgullo un montón de proyectos de renovación tecnológica a largo plazo de no sé cuántos sectores estratégicos. Tras su exposición, sinceramente deslumbrante, un colega de gabinete concluyó facundo: "Vamos, que todo esto empezará a dar frutos y a cundir cuando a nosotros nos hayan dado la patada y gobiernen los que están ahora en la oposición…".

Hay algo de mundo al revés en la política cuando, como Escohotado apuntaba socarrón, unos crían la fama, otros cardan la lana y hacen falta todavía unos terceros para más o menos gobernar en beneficio de las personas realmente jodidas. No es izquierda ni es derecha todo lo que reluce. No es centro todo lo que no se entiende. No es humano no hacer las cosas bien, todo lo bien que se pueda, a ver si cuanto peor, mejor.