Google anuncia que inicia la actividad de su Project Sunroof en Alemania, primer país en el que lo lanza fuera de los Estados Unidos, en colaboración con una compañía eléctrica tradicional, E.ON.

El proyecto, iniciado por Google en agosto de 2015, es un intento de construir un mapa a nivel global recogiendo el potencial de generación solar de cada zona del planeta, utilizando datos de Google Earth, Google Maps, modelos tridimensionales y machine learning, de manera que cualquier persona, con solo la dirección de su casa, puede calcular cuánto podría estar ahorrándose en su factura de la electricidad basándose en su superficie de tejado calculada por la aplicación sobre la imagen del mapa.

Un proyecto fundamental para entender algo que la mayoría de los críticos con la energía solar -sí, esos que se agarran a tonterías como que “solo es rentable si se subvenciona”- pasan por alto: que los costes de la generación solar se han rebajado de una manera tan dramática a lo largo de los últimos años, que carece completamente de sentido no optar por ella.

Iniciativas como la de Google son fundamentales en un país como España, en los que una comunión de intereses nociva entre algunas compañías eléctricas, el Gobierno y otros partidos están hurtando descaradamente a los ciudadanos una parte de un futuro que indudablemente les pertenece. Que en un país como el nuestro, el que más sol recibe de Europa, nos dediquemos a quemar combustibles fósiles para obtener electricidad es un contrasentido tan brutal, que merecería que varios políticos y ex políticos diesen con sus huesos en la cárcel. La historia los juzgará.

Si una aplicación con un funcionamiento tan sencillo como el de una calculadora en la que podemos ver el tejado de nuestra casa nos dijese cuánto podríamos ahorrarnos y lo expresase en euros contantes y sonantes, podría generar el ruido suficiente para que seguir cobrando un impuesto al sol a los escasos españoles que se deciden a explorar la generación doméstica se tornase insostenible, aunque solo fuese en términos de impopularidad.

¿Podría Google traer a España un proyecto así? ¿Sería capaz de encontrar un socio adecuado en alguna compañía eléctrica española? Tendría que añadir una casilla para calcular exactamente cuánto robaría el Gobierno a cada ciudadano si se decidiese por la generación solar, y cuánto penalizaría eso el plazo de amortización de una instalación. Pero incluso con impuesto y todo, la generación solar compensa, mucho más allá de los términos económicos. Y en España, la cosa es ya de vergüenza torera...