Emilio Sánchez Vicario (Madrid, 1965) llega a la entrevista en chándal, deportivas desgastadas y bolsa de deporte. Parece ser su uniforme, su segunda piel. Nos cita entre pistas de tenis y raquetas, su hábitat, pero sale de su zona de confort y le marca varios drives a la política española. 

Es un deportista de mirada limpia, sinceridad y tranquilidad desbordantes. Rehúye el monólogo y apuesta por la conversación, una metáfora de su forma de trabajar, llegó a la cumbre de su carrera con su compañero de dobles Sergio Casal. Ambos marcaron para siempre el tenis español, se profesionalizaron, reinvidicaron una forma de jugar y, sobre todo, tendieron puentes entre la generación de tenistas de los 60 -con Manolo Santana a la cabeza- y la de los últimos 20 años -empezando por Rafa Nadal-. 

Sánchez Vicario llegó al top ten del tenis mundial y gracias a su talante como capitán de la Copa Davis consiguió la tercera ensaladera de la historia de España. Ahora vive en Estados Unido enseñando las virtudes del tenis patrio. Pero con un ojo puesto en España y en su actualidad, el tenista sonríe ante la actualidad pero es contundente: "Nuestros políticos tienen que entrenar más".

Hace cinco años que dejó usted de vivir en España, ¿cómo se ve el país desde Estados Unidos?

Yo vivo en Newport, una zona que podemos decir que es la América profunda. Cuando yo me fui lo hice porque había cosas que me agobiaban, una de ellas el mal ambiente que se respiraba. En España el día a día te va consumiendo porque hay mucha energía negativa. Sin embargo, desde Estados Unidos uno ve las cosas con más perspectiva y se da cuenta de que los españoles tendemos a hacernos pequeños en las situaciones complicadas, cuando ves la situación con perspectiva te preguntas por qué nos pasa esto ante las situaciones complicadas, lo bueno de los momentos difíciles es que sólo puedes ir a mejor.

¿Qué echa de menos?

Lo que más añoro es la amistad, en España vivimos de manera más intensa con la gente que nos rodea, forma parte de nuestra cultura y es uno de nuestros puntos fuertes, aunque también creo que es una desventaja muchas veces. Miramos demasiado lo que hacen los demás y eso nos complica la vida porque nos preocupamos más por lo que le pasa al vecino que por mejorar nosotros mismos. En Estados Unidos eso no pasa, a nadie le importa lo que hace el de al lado. Aquí, sin embargo, perdemos mucha fuerza en ver lo que hacen los demás en lugar de mejorar lo nuestro.

Con la llegada de Trump a la Casa Blanca y su peculiar forma ejercer la política, ¿se echan de menos cosas de la política española?

Creo que la política está cambiando a una velocidad brutal, lo que antes era casi inviable vemos que se hace posible, sobre todo por el descontento general. Además, ahora la información va tan rápida que los políticos populistas se aprovechan de eso y llegan mucho a la gente, ahora tenemos populismos en todas partes, en Estados Unidos y en Europa, incluso en España. La forma de hacer política está cambiando mucho y nuestros representantes empiezan a ser diferentes.

Ahora es mucho más fácil llegar a la gente por internet, por las redes sociales, porque tenemos todo el día un móvil en la mano... Ahora se hace otro tipo de política y la gente que se mueve bien por esos medios tiene mucha ventaja, pero realmente no sé si eso es bueno o malo, no sé hasta dónde podemos llegar con eso.

¿A qué se refiere?

Es que las redes sociales nos hacen vivir una vida ficticia. Si vas a Instagram, a Facebook o a Twitter te das cuenta que se ha convertido en un jardín de perfección, en una ventana que sólo muestra lo bueno, nadie pone nada malo. El impacto que le llega a la gente es la foto y el mensaje bonito, eso no es la realidad. Además, en los últimos años también se ha gestado una forma de abordar a la audiencia en política con una comunicación agresiva, a través de los escándalos, los líos, el yo te llamo no sé qué y tú a mí no se cuanto, en lugar de abordar la realidad pensando en lo que nos podría ir bien a tí, a mí y al resto del pueblo para estar mejor.

El tenista ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl (1988).

¿La política se ha convertido en un show?

Sí, en un show mediático. Es una pena porque la política ya es complicada por sí misma, tanto llegar a puestos de responsabilidad como hacer cosas que dejen poso, ya sea a nivel ideológico como de hechos, si además se convierte en un show hacer cosas es imposible. En España veo mucha gente joven, caras nuevas y gente que habla muy bien y que tienen el discurso bien aprendido. Pero me cansa que ya todos, los nuevos y los viejos, se dediquen a ir a las tertulias a machacar y machacar, en lugar de a construir.

¿Cree que ha descendido el nivel de la vida parlamentaria española?

La verdad que no lo sé, pero al venir del mundo del deporte y estar tratando siempre de conseguir el mejor estado psicofísico para competir, me gustaría que los políticos españoles buscaran el mejor entrenamiento para poder hacer políticas útiles, sean de izquierdas o de derechas, eso me da igual. Que cambien las cosas porque es para lo que se han entrenado, si no lo hacen es como si un deportista que entrena, entrena y entrena cuando llega a una competición se queda parado y se pone a hablar. Los grandes deportistas, como Rafa Nadal, no se rinden cuando está el partido en juego en medio de Roland Garros, sino que dan el cien por cien.

Ante las dificultades políticas, cuando no tienes mayoría suficiente para gobernar, has de llegar a acuerdos, buscar pactos. Eso es algo que sí pasa en Estados Unidos, independientemente de la ideología el pueblo es el centro y aunque piensen de otra forma o sean populistas llegan a pactos porque lo importante no es el color del partido sino para quien trabajas y lo que haces. El problema de la política es cuando se pierde el objetivo de para quién trabajas, cuando se olvida eso no se crea el mejor Estado, no se entrena y no se compite, eso es un problema.

Muchos políticos jóvenes que llegan con energía, con un mensaje muy fuerte, acaban perdiendo el rumbo

Según la última encuesta de Sociométrica para EL ESPAÑOL, los españoles suspenden a todos los cabezas de partido, ¿qué nota les pone usted?

Yo no estoy en posición de juzgar porque paso muy poco tiempo aquí, pero es el propio político el que debe analizar eso, igual que el deportista. Si el deportista no se da cuenta de lo que está haciendo y sólo habla de sí mismo no va a rendir en el partido. Son los políticos los que deben examinar su recorrido, preguntarse por los resultados que obtienen y la huella que están dejando. Si se te olvida cual es tu objetivo al final tu propia gestión se te vuelve en contra, el pueblo te suspende porque el pueblo nota que no estás haciendo política de verdad. Es como el jugador que llega al campo y pasa de todo, el público se da cuenta y entonces va con el contrario.

Muchas veces los políticos una vez que llegan a las instituciones pierden el objetivo, ves a políticos jóvenes que llegan con energía, con un mensaje muy fuerte, pero acaban perdiendo el rumbo. Y uno no se lo explica porque son personas competentes que pueden hacer cosas, para mí ese es el gran problema de la política.

¿Cómo evalúa la ruptura del bipartidismo? ¿Los nuevos partidos ya se han convertido en casta, forman parte del sistema que criticaban?

Creo que nacieron aprovechando el cansancio de la gente, fueron los máximos exponentes de ese descontento y fueron capaces de movilizar a la gente. Pero todavía no sabemos si serán capaces de dar el paso y materializar su ideología. No es tan fácil, si los grandes partidos durante años no han conseguido hacer tanta cosa, no creo que ellos llegen y lo hagan de repente. Aún tenemos que ver si sólo van a estar un tiempo en la vida pública o verdaderamente se van a implantar y coger el sitio de los otros.

Sánchez Vicario en la Ciudad de la Raqueta de Madrid. Jorge Barreno

El último barómetro del CIS ha vuelto a marcar la corrupción y el fraude como una preocupación fundamental para los españoles, ¿para usted también lo es?

En primer lugar creo que la palabra corrupción es una palabra muy fuerte, un ser corrupto es un ser sin esencia, sin valores… Ahora está muy de moda y se usa para cualquier cosa, se debería medir su uso porque es una palabra muy fea, en las situaciones de poder en las que se usa esta palabra sin límite hace mucho daño porque perjudica mucho a la gente.

Una cosa es cuando pasas un límite, te cebas o pasas la ley. Cuando una persona se equivoca se toman medidas y se aplica la ley. Pero no podemos usar la palabra corrupción todo el día casi por hablar. Para mi la corrupción está relacionada con la pérdida de la ilusión, con el dejar de rendir y porque cambias tu objetivo, de intentar aplicar unas ideas, de desarrollar unos proyectos, pasas a buscar un beneficio personal que no aporta nada a la sociedad.

¿Quién le gustaría que fuera la primera presidenta del Gobierno?

Me gustaría que fuera una guerrera, una mujer que pudiese romper barreras culturales, las barreras que están en la imagen que tenemos de la mujer. Me gustaría que fuese una mujer que marcase una gran diferencia, que dejase huella con la gente que le rodea y que fuese una luchadora. Para eso tendría que estar muy bien formada, tener una capacidad mediadora enorme y una gran inteligencia emocional, pero sobre todo me gustaría que fuese una persona con la capacidad de crear un estado ideal de conciliación entre la vida y la competición porque ahora no lo tenemos.

Admiro a Juan Carlos I, ha sabido estar en su sitio en la mayor parte de situaciones

Antes decía que los políticos no compiten, Rajoy es el gran ganador de las últimas legislaturas. ¿Entiende que siga siendo la opción preferida por lo españoles?

No lo sé, pero sí creo que habría que analizar los programas que ha presentado, las políticas que ha hecho, y si esas políticas han beneficiado o no a los ciudadanos. Si la gente sigue apoyándolo es porque le han beneficiado las políticas que ha hecho.

¿Qué le pareció que no se invitase al rey emérito al homenaje por el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas?

Yo creo que en ese tipo de ceremonias hay que ser generoso y ser abierto para involucrar a todos los que participaron en esa etapa. Hay gente que a lo mejor en según qué momentos por el motivo que sea no han estado lo mejor que debieran, pero para poder competir has de pasar por situaciones adversas y difíciles, el mejor jugador sólo existe a través de esas situaciones.

¿Cómo definiría el reinado del rey Juan Carlos I?

Él ha sido una figura clave en la Transición. Es una persona a la que admiro, que ha sabido estar en su sitio en la mayor parte de situaciones y que ha sido clave en nuestra historia.

¿Y cómo ve el reinado de Felipe VI?

Es un gran reto el suceder a alguien tan importante como su padre porque ha hecho cosas muy importantes. Además, le ha tocado hacerlo en una época complicadísima. La gran ventaja es que cuando llegas en un momento tan bajo, en un momento tan difícil sólo puedes mejorar, peor no puedes ir. Nuestro rey tiene la formación y el carácter necesarios para estar ahí. Con el tiempo veremos si es mejor, peor o igual que su padre, pero creo que la Casa Real está muy bien representada.

¿Usted se siente monárquico?

Yo siento que la monarquía es parte de nuestra historia y que no podemos borrar nuestro pasado por mucho que nos gustase. La monarquía es parte de nuestra vida. Además, creo que al gran público la monarquía les llena y que les da orgullo.

Sánchez Vicario comenzí su carerra deportiva en 1984 y se retiró en 1998. Jorge Barreno

Mario Conde decía que para vivir necesita 9.000 euros mensuales, le debe a Hacienda casi diez millones de euros, ¿cómo se le explica eso a una una familia que vive con el salario mínimo?

Pregúntaselo a Mario Conde, no lo sé (risas). Creo que para la gente que vive a un nivel normal, que hace esfuerzos cada día, es muy difícil comprender a la gente que vive con tanto. Para mí ese tipo de comentarios no ayudan, no vienen a cuento porque hay mucha gente en España que lo pasa mal, que no vive bien. No se trata de echar leña al fuego, sino de que todos pudiésemos vivir mejor.

¿Cree usted que existe una nación cultural en Cataluña?

Sí creo que hay una cultura, un sentir catalán, siempre lo ha habido y la historia nos lo demuestra.  La situación catalana viene porque durante muchísimos años los partidos nacionalistas catalanes han representado el bienestar, pero al llegar la crisis cambian el bienestar por reivindicar esa nación catalana, pedir un referéndum y quiere demostrar que existe el sentir catalán y luchan por esa situación. Ya llevamos mucho tiempo con esto y aunque puedo entender que el objetivo sea el referéndum, me pregunto: ¿durante estos últimos años habéis mejorado la vida de los catalanes? ¿El bienestar de Cataluña pasa única y exclusivamente  por el referéndum? No lo sé, pero habría que analizar si después de tanta energía y tantos años ha merecido la pena para todos los catalanes.

¿Cree que los catalanes deberían poder votar el 1-O?

Al ser anticonstitucional no. Este proceso debe ir bajo la ley, no por detrás de ella. No creo que Cataluña siendo un pueblo tan poderoso en las diferentes etapas de nuestra historia tenga que llegar a esa situación de irse fuera de la ley, no creo que beneficie a nadie.

¿Activaría usted el 155?

Creo que hay que sentarse, hablar y llegar a acuerdos, nunca usar medidas de fuerza. Deben entablar una conversación porque cuando no hay comunicación no hay acuerdos, y la política son acuerdos de los que se tiene que beneficiar el pueblo. No podemos tener a políticos peleándose por su cabezonería. No, tú como político estás en las instituciones como voz del pueblo y has de estar siempre haciendo autoanálisis porque es muy difícil superar la vanidad y tu no eres tú, representas a la gente. Si te olvidas de eso y sólo piensas en ti, al final no puedes competir.

¿Qué le pareció que Nadal se disgustara con el aficionado que enseñó una estelada en la final de dobles de Río 2016?

Hay que respetar lo que cada uno sienta, pero en según qué situaciones hay cosas que no vienen a cuento. Cuando tu estás en una Olimpiada estás compitiendo por tu país, representas a tu país con orgullo, con todas tus fuerzas porque no eres tú el que juegas, lo haces por todos los españoles. Si Nadal está jugando por España y de repente hay gente que hace eso y pone esa cara es porque no es el momento para hacerlo. Si algún día hubiese otras situaciones, otras banderas… pues oye, pero ahora no, ahora estás compitiendo por España. Cuando estás jugando y suena tu himno recompensa todo el esfuerzo que has hecho para poder estar ahí.

Rafa Nadal tiene una cosa que lo hace diferente y es que cada vez que sale a jugar lo hace lo mejor que puede y consigue ser su mejor versión

¿En España sólo se saca la bandera cuando se gana un título deportivo?

Creo que no, creo que hay mucha gente muy orgullosa de la bandera, de participar y de estar ahí. En ese sentido los deportistas somos representantes de nuestro pueblo, últimamente hemos crecido mucho y nos hemos creído que podemos hacer más cosas. En todo el mundo el himno y la bandera suenan cada vez más. No se debe hacer demagogia con el deporte porque al final el deportista que va a competir va a hacerlo representado con ese objetivo de representar a los demás y creyendo en ello.

Nadal se ha convertido en un héroe nacional, ¿qué representa?

Rafa cuando empezó era como un personaje de cómic. Él no deja indiferente a nadie, le gusta a los niños, a los jóvenes, a las chicas, a los chicos, a los abuelos, a los padres… tiene una cosa que lo hace diferente y es que cada vez que sale a jugar lo hace lo mejor que puede y consigue ser su mejor versión aunque esté fatal. Eso al final le llega a la gente porque lo da todo, si todos fuésemos un poco más Nadales en lo que hacemos nos iría mucho mejor, haríamos un país mejor, porque crearíamos la mejor versión de nosotros mismos. Si eres capaz de llegar a este estado como está él de hacer lo que te gusta, con las ganas que él lo hace y con la energía que le pone, si todos aprendiéramos de eso nos iría mucho mejor.

¿Qué le parecen las pitadas al himno en los campos de fútbol?

No me parecen bien, cuando oigo el himno de España me siento orgulloso porque he representado a este país y es una forma de ser parte de él.

Varias estrellas deportivas han estado sentadas en el banquillo por pagar impuestos fuera de España, ¿qué le parece que Hacienda esté detrás de los deportistas? ¿Hasta qué punto el fisco les aprieta demasiado las tuercas o son los deportistas insolidarios?

El deporte ha crecido mucho, pero seas el deportista que seas tienes que tratar de ampararte bajo la jurisdicción en la que estés. Y si te equivocas o tomas malas decisiones vas a tener que pagar las consecuencias, las multas o lo que sea.

El problema es que no se puede crear un juicio mediático, no se puede hacer demagogia al buscar al personaje famoso e implantar la cultura del miedo. Los medios gastan mucho tiempo en esas cosas que al final no aportan y crean mala energía.

¿Es menos patriota un español que gana mucho dinero y se lo lleva a paraísos fiscales que uno que no?

El patriotismo no se rige por donde pagues tus impuestos, va con la educación, con las decisiones, con los valores… En el caso de los deportistas hay que tener en cuenta que tienen rentas muy altas en muy pocos años, son rentas irregulares. Que una persona que gana mucho durante diez años pero que después va a vivir de esas ganancias toda su vida tenga que pagar impuestos muy muy altos durante años que los gana es complicado. Si esas rentas pagasen lo mismo pero a lo largo del tiempo sería mejor, creo que así se acabarían muchos de estos problemas, no se irían a otros países, ni aprovecharían la más mínima circunstancia para salirse de los límites.

En España los hombres ganan más que las mujeres, en el deporte esto se acentúa aún más, ¿qué opina al respecto?

Es una injusticia, no debería ser así. Cuando tienes unas cualidades y rindes a un determinado nivel debe dar igual tu género para determinar tu remuneración, que todavía pase eso dice muy poco de nuestra sociedad. El tenis es un mundo de vanguardia dentro del deporte en este sentido, porque ha habido mujeres muy luchadoras que han conseguido cambiar los parámetros. De hecho, en el tenis hace muchos años que se consiguió igualdad en los premios.

Por ejemplo, en Estados Unidos en el mundo universitario el Gobierno obliga a las Universidades a dar el mismo número de becas deportivas a hombres y mujeres. Dar las mismas oportunidades a hombres y mujeres es importantísimo, si esto pasase en todos los ámbitos de la educación y el trabajo seríamos una sociedad muchísimo mejor. La mujer es un jugador importantísimo en el equipo.

Emilio Sánchez Vicario nació en Madrid en 1965. Jorge Barreno