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Bajo el lema No Kings ( "No queremos reyes") casi siete millones de personas se manifestaron en las principales ciudades de Estados Unidos este fin de semana.

El 'rey' contra el que se manifiestan es Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, a quien se le acusa de emplear políticas autoritarias como, por ejemplo, las fuertes redadas antimigratorias que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha realizado en el último año.

El país se encuentra inmerso en una lucha entre inmigrantes y las autoridades estadounidenses, un conflicto que se libra, en parte, usando la tecnología e internet como armas.

Mientras la comunidad de inmigrantes recurre a aplicaciones de colaboración ciudadana, los agentes de esta institución se están armando con todo un arsenal de tecnologías de vigilancia.

El ICE maneja desde hace años un amplio catálogo de tecnologías para la vigilancia de la población, con bases de datos biométricos y softwares espías, pero según los recientes informes y contratos públicos, la agencia se está actualizando con nuevas herramientas construyendo un sistema propio de la novela 1984 de George Orwell: reconocimiento facial, monitorización de redes sociales y espionaje de teléfonos sin orden judicial, son algunos de los ejemplos.

Protesta contra el ICE Reuters Omicrono

El Congreso asignó a esta agencia 170.000 millones de dólares en fondos para la seguridad fronteriza. Según la web USASpending.gov, el ICE ha aumentado en el último mes sus obligaciones contractuales en 1.400 millones de dólares, su mayor crecimiento en al menos 18 años. The Washington Post ha analizado los contratos recientes y afirma que cientos de millones de dólares se destinan a productos tecnológicos.

Al mismo tiempo, el gobierno ha designado al colectivo Antifa como "organización terrorista" tras achacarle la muerte de Charlie Kirk. Sus integrantes, como el profesor Mark Bray, denuncian que hay una posibilidad real de que Trump cancele los derechos civiles y las libertades en el país.

Reconocimiento facial y escaneo del iris

The Washington Post informa que el ICE ha adquirido en las últimas semanas nuevas herramientas tecnológicas como una aplicación de escaneo de iris. También habla de softwares espía con el que hackear teléfonos inteligentes de forma remota y herramientas para localizar los smartphones y poder rastrear los movimientos de los sujetos que planean detener. Todas estas tecnologías se usarían sin una orden judicial.

Según esta información, el ICE firmó el mes pasado un contrato para usar el software de reconocimiento facial Clearview AI. La agencia declaró en un documento que esta herramienta está destinada a investigar "agresiones contra agentes del orden".

Esta plataforma de reconocimiento facial se ha usado en otros países como en pleno conflicto entre Ucrania y Rusia, pero se dio a conocer antes como la red de reconocimiento facial más grande del mundo, la cual se engordó con imágenes de redes sociales e internet.

Además del reconocimiento facial, la agencia de inmigración también se sirve de datos biométricos, cuyo uso pasaría ahora de las oficinas a la calle. Sobre el terreno, los agentes pueden identificar a las personas con los teléfonos desarrollados por BI2 Technologies capaces de escanear al iris.

Con este dispositivo se compara la imagen del ojo de una persona en tiempo real con una base de datos de millones de registros. Según el sitio web de la compañía, el software puede obtener una lectura de identificación del ojo de una persona desde una distancia de hasta 38 cm, incluso con gafas.

Otros contratos revelan que el ICE también se habría hecho con una flota de pequeños drones teledirigidos con los que habría estado filmando a manifestantes. El 3 de octubre, el ICE publicó en su página de Facebook imágenes tomadas con un dron de manifestantes y agentes del ICE enfrentándose en Chicago.

Cámara de control junto a departamento de Inmigración de EEUU. Reuters. Omicrono

Para la base de datos con la que completar estos datos biométricos está el contrato de 30 millones de dólares para Palantir, empresa de software fundada por el gurú tecnológico Peter Thiel, el mayor apoyo de Donald Trump en Silicon Valley desde su primera candidatura a la Casa Blanca y al que el vicepresidente JD Vance considera su "mentor".

Según este contrato, deberán desarrollar una plataforma llamada ImmigrationOS, una plataforma de seguimiento para detallar los movimientos de los inmigrantes indocumentados y sus posibles deportaciones.

Esta compañía, que lleva años impulsando soluciones potenciadas con IA con múltiples usos, desde la vigilancia de la salud pública hasta la gestión de misiones militares.

Antiguos empleados y funcionarios del gobierno estadounidense advirtieron al New York Times este verano del uso de esta tecnología que puede aprovecharse de los millones de datos recabados por el DOGE, el departamento de eficiencia gubernamental dirigido durante un corto periodo de tiempo por Elon Musk, lo que, advierte, podría derivar en un Gran Hermano digital de proporciones insólitas.

Escaneo del iris durante una detención en un vídeo explicativo de BI2 BI2 Iris Technology Omicrono

Entre las funciones que ofrece la tecnología desarrollada por Palantir, hay herramientas capaces de crear informes de los ciudadanos increíblemente detallados, con información confidencial como la deuda estudiantil, el historial médico y hasta los números de las cuentas bancarias, proveniente de distintas bases de datos gubernamentales.

Sus propios exempleados han acusado a la compañía de violar su propio Código de Conducta, "normalizando el autoritarismo bajo el disfraz de una ‘revolución’ liderada por oligarcas".

Espionaje y rastreo de teléfonos

No acaban aquí las opciones enfocadas a rastrear a los ciudadanos. Este mismo mes, el medio TechCrunch informaba de la adquisición por parte de la agencia de vehículos equipados con simuladores de torres celulares, también conocidos como “Stingrays” o “IMSI catchers”. Estos son capaces de interceptar señales telefónicas y rastrear la ubicación de los usuarios en tiempo real.

Los IMSI catchers engañan a los teléfonos cercanos haciéndolos creer que se conectan a una torre de red legítima. El 'secuestro' de la señal, permite a las autoridades obtener datos de ubicación, interceptar llamadas y capturar metadatos sin necesidad de solicitar esa información mediante una orden judicial a las compañías telefónicas.

Según The Guardian, ICE también mantiene acuerdos con Paragon Solutions, una empresa israelí especializada en software de espionaje capaz de vulnerar dispositivos cifrados.

El contrato inicial de 2 millones de dólares del ICE para el software espía Paragon fue suspendido por la administración Biden por las preocupaciones éticas que despertó su uso, pero el contrato se reactivó el pasado 29 de agosto.

Aplicaciones y redes sociales: la resistencia

El campo de batalla no se limita a las calles, internet hace tiempo que es una herramienta tanto para agentes como para la comunidad migrante.

ICE anunció a finales de septiembre un contrato de 2 millones de dólares para usar los sistemas de datos Tangles y Weblocs de Penlink, que combinan datos de redes sociales y de la web oscura para generar perfiles detallados de personas.

Weblocs permite a los clientes rastrear la ubicación de los teléfonos móviles de las personas seleccionadas, información que, de otro modo, los funcionarios gubernamentales necesitarían una orden judicial para obtener.

En el otro bando, los inmigrantes usan las redes sociales y aplicaciones para colaborar en comunidad contra las autoridades.

En los últimos meses, los gigantes tecnológicos como Meta, Google y Apple han seguido las demandas de la administración de Trump y bloqueado aplicaciones y plataformas en las que los ciudadanos compartían información sobre la actividad de la agencia.

Aplicación Eyes Up Omicrono Omicrono

Las principales aplicaciones eliminadas de las tiendas de mensajería permitían a los usuarios informar a otros de la localización de unidades del ICE, como ICEBlock, lo que ponía en riesgo la integridad de los agentes según denunció el Departamento de Justicia.

Pero otras, como Eyes Up, se limitaban a recopilar información y pruebas de actuaciones policiales en caso de que el material fuera necesario en el futuro para un juicio.

Sabiendo lo que las aplicaciones y redes sociales pueden ser de utilidad a la comunidad migrante, el ICE también ha desplegado su búsqueda en ellas.

Según informa el medio Wired, la agencia ha empezado a desplegar personal especializado que se encarga de monitorear plataformas como Facebook, Instagram, TikTok, X (más conocida como Twitter) y YouTube.