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España se quema. Esta semana, varias regiones se están viendo afectadas a la vez por las llamas con cientos de habitantes desplazados, casas quemadas y parajes naturales arrasados. La detección temprana de los incendios forestales es una de las claves para evitar estos desastres cada verano. La tecnología parece la solución más rápida para vigilar los bosques desde el aire con satélites y en tierra con sensores como Pyri un invento que ha recibido varios premios internacionales.

Incendios como el de Las Médulas, en la comarca de El Bierzo, declarado Patrimonio de la Humanidad vuelven a poner de relieve la debilidad del paraje natural de España y sus pueblos cercanos cada verano. También Galicia y Navarra sufren focos sin control por culpa del viento y el calor. Incluso el incendio de Tres Cantos en Madrid ha dejado un fallecido.

Si los incendios se pueden detectar rápidamente en las viviendas con sensores inteligentes, esto también es posible en los frondosos bosques. Para eso se ha diseñado Pyri, un sistema inspirado en la naturaleza cuyo objetivo es protegerla del fuego con la ayuda de la vigilancia satelital y la inteligencia artificial. Su potencial le permitió ganar en 2024 los James Dyson Award en Reino Unido, además de otros reconocimientos internacionales.

Piñas antiincendios

Esta falsa piña funciona como sensor contra los incendios forestales y está inspirada en las propias plantas que se han adaptado a entornos propensos a sufrir incendios. El calor de las primeras llamas activa la electrónica de Pyri para enviar una señal de radiofrecuencia y dar tiempo a equipos de extinción y a las poblaciones cercanas para que actúen rápidamente.

Su fuente de inspiración son las piñas serontínicas, que se caracterizan por permanecer cerradas durante años en el árbol, a la espera de altas temperaturas, superiores a los 50 grados centígrados. Ante este calor extremo, fruto de un incendio o de un verano tan cálido como el actual, las piñas dispersan las semillas que han guardado durante tanto tiempo.

Pyri, sistema de detección temprana de incendios Pyri- Royal College of Art

La naturaleza es una superviviente. Un estudio de 2010 de la Universidad Politécnica de Madrid demostró que la presencia de este tipo de piñas en los montes de Guadalajara tuvo un papel clave en la regeneración natural de la región tras el grave incendio que tuvo lugar en 2005.

Pyri se fabrica con materiales de origen natural. Por ejemplo, la antena del dispositivo se ha fabricado con un "novedoso compuesto de carbón", que actúa como conductor eléctrico. Si el incendio alcanza el PyriPod, este se quema y destruye, pero dejando un impacto ambiental mínimo gracias al uso de materiales no tóxicos.

Diseño de Pyri James Dyson Omicrono

Además de no contaminar, estos materiales se eligieron por no implicar peligrosas prácticas de minería que suelen requerir la fabricación de dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles, que necesitan compuestos de metales y tierras raras como el litio y cobalto.

Al iniciarse un incendio en la zona, la capa externa de cera de Pyri se derrite por el calor cercano. Este proceso libera una solución de agua salada cuyos electrolitos activan los componentes electrónicos dentro de la cubierta con forma de piña.

Detector contra incendios forestales Pyri Omicrono

Así se activa el circuito interno de señalización que está conectado a la antena. Esta envía una señal de radiofrecuencia única a las torres de comunicación o receptores de la zona. De esta forma, se triangula la señal para localizar el lugar exacto donde se está iniciando el fuego. La señal se puede detectar hasta a decenas de kilómetros de distancia.

El equipo explica al medio Dezeen que solo ha sido necesario usar una pequeña cantidad de metales como el aluminio. Este invento aún es un prototipo cuya composición y diseño puede modificarse en los próximos meses. El equipo planea ahora poner a prueba el dispositivo en un entorno de fuego controlado para estudiar posibles mejoras.

Esta información se compara con datos meteorológicos y satelitales con el fin de predecir la probabilidad de expansión del incendio mediante inteligencia artificial. Los servicios de emergencias y las autoridades de las comunidades cercanas reciben este informe, y tienen así más datos a la hora de decidir los pasos a seguir para extinguirlo.

Satélites y drones

Sensores como este forman parte de la tecnología diseñada para evitar a tiempo la propagación de incendios. Otro de los grandes apoyos son los satélites desde la órbita terrestre. Google, por ejemplo, cuenta con el sistema FireSat que este año desplegó su primera unidad de 50 que tendrá la constelación. El sistema usará inteligencia artificial con el fin de detectar y rastrear incendios forestales minúsculos.

España también cuenta con tecnología propia y europea para vigilar su territorio desde el espacio, como el sistema Copernicus de la UE y que espera convertirse en una constelación de 20 satélites antes de 2030.

Esta constelación da servicio a una larga lista de objetivos como la vigilancia del hielo marino en el Ártico, el seguimiento de icebergs, la cartografía rutinaria del hielo marino, hasta el control de vertidos de petróleo y la detección de buques para la seguridad marítima. Por supuesto, en tierra firme es posible ofrecer información sobre terremotos, erupción de volcanes y mapeo de bosques y suelo.

Bombero de la Comunidad Valenciana EuropaPress

Una vez detectado el incendio, los efectivos de bomberos necesitan controlar la zona y evolución del incendio, aquí son de gran ayuda tanto los satélites como los drones.

Estas aeronaves sin tripulación proporcionan una elevada cantidad de información sin arriesgar una sola vida humana como el modelo Falcon EVO, que puede permanecer volando más de 20 horas a una altitud máxima de 6.000 metros. Cuentan con sensores en el espectro electroóptico y en el infrarrojo, especialmente diseñados para obtener información en incendios.