Las destilerías, incluso en España, destinan los excedentes resultantes de la fabricación de whisky como alimento para la ganadería. Sin embargo, esta marca escocesa ha encontrado una nueva utilidad para los granos de cebada. Se aprovecharán para crear combustible ecológico con el que impulsar a su flota de camiones. 

Tres camiones recorren las carreteras de las tierras altas poniendo a prueba esta iniciativa con la que reducir las emisiones de CO2. Según la compañía, cada vehículo impulsado por este biogás supondrá reducir la huella de carbono en 250 toneladas al año.

Para conseguirlo, se ha establecido una estación de servicio en su sede en Dufftown al noreste de Escocia, desde donde los camiones parten para transportar el licor hasta la planta de embotellado y envasado. Es el principio de un proyecto más ambicioso con el que la destilería quiere alcanzar las cero emisiones en unos años.

Digestión anaeróbica

El biocombustible se produce a partir de los granos de cebada usados para la fabricación de la bebida más popular de Escocia. Estos residuos ya tenían un destino ecológico al servir de alimento rico en proteínas para el ganado de la zona. Aún así, con este nuevo uso se puede conseguir reducir aún más la contaminación que produce esta industria en el transporte de mercancías.

Camión usa combustible ecológico Glenfiddich Omicrono

Los desechos se convierten en biogás gracias a la digestión anaeróbica, un proceso por el cual los microorganismos descomponen el material biodegradable ante la ausencia de oxígeno. Así se generan gases como el dióxido de carbono y el metano, dando el biogás que los camiones queman para circular de una forma menos invasiva para la atmósfera. 

Los granos de cebada desechables sufren una transformación química similar a la que experimentarían siendo el alimento del ganado, pero el gas contaminante que resulta de esa digestión natural, en vez de contaminar la atmósfera, se utiliza para contribuir a un transporte más limpio. 

En 20 camiones

El uso del biogás como combustible reduce las emisiones en un 95% en comparación con el diésel y otros combustibles fósiles. Además, ayuda a disminuir las partículas nocivas hasta en un 99%.

La intención de la compañía es ampliar esta tecnología a los 20 camiones con los que distribuye su producto por las tierras escocesas. También podría servir para otras empresas similares, pues la iniciativa encaja con el propósito de la Scotch Whisky Association de conseguir para 2040 reducir a cero las emisiones netas de la industria.

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