La aviación ejecutiva se encuentra a menudo con problemas similares de infraestructura que los aviones más grandes. Salvo contadas excepciones, entre las que se encuentra Estados Unidos, los aeródromos privados capaces de operar pequeñas aeronaves no están tan extendidos lo que obliga a los usuarios de este servicio tan exclusivo a aterrizar en aeropuertos grandes lejos del centro de las ciudades. En España, por ejemplo, un avión de reacción privado que quiera aterrizar en la capital tendrá que recurrir a Madrid Barajas si requieren de una aeronave más o menos grande o a unas horas donde otras instalaciones ya permanecen cerradas.

Con el objetivo de unir los centros de las ciudades sin requerir infraestructuras caras y complicadas, se está desarrollando el Pegasus, un jet de negocios de pequeño tamaño capaz de aterrizar y despegar en la vertical. Pegasus es una compañía fundada en 2012 en Sudáfrica y desde entonces lleva trabajando en el concepto de aeronave ejecutiva con propiedades VTOL (siglas en inglés que se refieren al despegue y aterrizaje verticales).

"El Pegasus Vertical Business Jet (VBJ) será el primer avión en proporcionar un verdadero rendimiento de reactor ejecutivo junto con la comodidad de un helicóptero", según podemos leer en la página web de la compañía. "Hará que viajar de punto a punto sea posible con múltiples innovaciones que lo hacen seguro y fácil de volar". 

Jet y helicóptero

A simple vista, el Pegasus VBJ es un jet privado de pequeño tamaño usual, como los que podemos encontrar en cualquier terminal ejecutiva de cualquier aeropuerto del mundo. Para los ojos más experimentados sí hay algo un tanto extraño: la forma de las alas. En la aviación moderna es habitual contemplar diferentes formatos y formas alares pero estas, para lo pequeña que es la aeronave, tienen una superficie demasiado extensa.

Pegasus VBJ Pegasus Omicrono

Justo ahí es donde recae la principal de las novedades introducidas por Pegasus. El jet privado cuenta con un sistema de propulsión tradicional que le permite despegar y aterrizar en pistas convencionales y volar como un avión al uso. Del mismo modo, cuenta con un sistema de propulsores verticales integrados en las alas que consiguen la sustentación necesaria para que pueda aterrizar y despegar verticalmente.

La ficha de especificaciones recoge todos los motores que tiene el avión. Un par de motores de reacción situados en la cola capaces de ofrecer 2.300 caballos de potencia y otros 4 dispuestos en las alas para ejercer la fuerza vertical. En ella también se recoge una autonomía de 4.400 kilómetros en modo pista de aterrizaje y 2.124 kilómetros si se va a utilizar el sistema de aterrizaje y despegue en la vertical, con una reserva de combustible de 45 minutos en ambos casos.

Simulación de Pegasus VBJ Pegasus Omicrono

Aterrizar en un yate

El Pegasus VBJ tiene una capacidad para un máximo de 7 pasajeros, un peso en vacío de poco más de 3.000 kilogramos y un peso máximo al despegue de 5.700 kilogramos. En cuanto a velocidad, la compañía anuncia una de crucero de 609 kilómetros por hora a una altitud de 35.000 pies (10.668 metros).

Gracias a la capacidad de aterrizaje y despegue en la vertical, puede operar en prácticamente cualquier lugar independientemente de la superficie. De esta forma, y si todo va según lo planeado, podremos ver al Pegasus aparcado en helipuertos de yates, en las azoteas de los rascacielos o en el descampado de detrás de casa.

Pegasus VBJq

Por el momento, Pegasus sigue en pleno proceso de desarrollo de la aeronave con un prototipo a escala ya construido, pero no se conoce todavía cuándo se comenzará a comercializar tras el beneplácito de las diferentes agencias de certificación.

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