Las impresoras 3D van logrando un papel cada vez más importante en el mundo de la tecnología, siendo capaces de hasta arreglar submarinos, entre otras acciones. Incluso algunos hospitales de España utilizan estos dispositivos para realizar cirugías más seguras. En esta ocasión, un estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha aprovechado un error de impresión 3D para diseñar DefeXtiles, la tela del futuro.

En ocasiones las impresoras 3D sufren una serie de fallos, como depositar el material en el lugar equivocado. Jack Forman, un estudiante de posgrado del MIT Media Lab, ha aprovechado un defecto común de estos dispositivos, la subextrusión del filamento de polímero, para crear DefeXtiles, un tejido similar al tul que se puede moldear en formas más complejas.

Forman ha aprovechado el defecto de los huecos que el proceso deja en el plástico para producir textiles polímeros flexibles de una manera sencilla y sin un gran desembolso de dinero. Los DefeXtiles son telas delgadas y elásticas formadas por materiales comunes en la impresión 3D que se pueden imprimir de forma rápida y en una gran variedad de formas utilizando tan solo una impresora 3D económica, sin modificaciones y sin software adicional

Una tela flexible

Las impresoras de modelado de deposición fundida (FDM) crean artículos extrayendo capas sucesivas de plástico fundido. Una vez enfriadas, estas se fusionan y forman un objeto sólido endurecido. Sin embargo, cuando por culpa de un error no se extruye el plástico suficiente, el producto final aparece agujereado por diminutos huecos. 

Un fallo que este estudiante ha aprovechado para crear un material compuesto por minúsculos pilares de plástico polímero unidos entre sí por finas hebras de polímero. Forman ya ha impreso láminas flexibles y delgadas de esta tela en faldas de tamaño completo y hasta un rollo de tela lo suficientemente largo como para estirarlo en un diamante de béisbol (la zona interna del campo), entre otros artículos.

Una tela flexible que puede cambiar el futuro de la moda. DefeXtiles Omicrono

"Lo que más me entusiasma es la utilidad inmediata que puede resultar para muchos fabricantes. El hecho de que no se necesita software o hardware personalizado, solamente una impresora 3D realtivamente barata de 250 dólares, el tipo de impresora más común, hace que esta técnica sea realmente accesible para millones de personas", ha comentado Forman.

Material del futuro

Los DefeXtiles son un tejido que también se pueden coser, quitar pliegues y pegar por calor como un parche para planchar. Forman, que trabaja con el profesor Hiroshi Ishii, presentó y demostró la investigación de esta nueva tela el 20 de octubre en el Simposio de la Asociación de Maquinaria de Computación sobre Software y Tecnología de Interfaz de Usuario.

DefeXtiles MIT

Un material que puede resultar inmediatamente útil para la creación de prototipos y personalización en el diseño de moda o, en un futuro, para desarrollar mallas quirúrgicas con propiedades mecánicas ajustables, entre otros elementos. 

"Prevemos que los materiales del futuro serán dinámicos y computacionales. Lo llamamos 'átomos radicales', y DefeXtiles es un excelente ejemplo de ellos. Una materia programable que emula las propiedades de los materiales existentes y va más allá. Se pueden tocar, sentir, usa e imprimirlos", ha apuntado Ishii.

Lámpara con la tela MIT

Esta nueva tela será previsiblemente el futuro en el mundo de la moda y la medicina, pero también se podrá usar para otros ámbitos. Por ejemplo, Forman ha desarrollado una pantalla de lámpara hecha con DefeXtiles que permite al usuario girarla con tan solo apretar los pliegues. Además, la luz de la lámpara se puede hacer más brillante separando los pliegues o se puede atenuar con tan solo juntarlos.

Incluso han creado un juguete de una persona bailarina que se puede imprimir de una sola pieza, y cuyos tendones y articulaciones están fabricadas con este nuevo material. Forman ha descrito que esta nueva tela se siente similar a un material de tul o malla con un tacto suave y flexible, y que para imprimirla se utiliza ácido poliláctico (PLA), un plástico biodegradable que a menudo proviene del almidón de maíz.

Sin embargo, este estudiante ha explicado que "la biodegradación solo ocurre en un entorno de compostaje industrial, por lo que el nivel de sostenibilidad es limitado". Por ello, Forman está explorando la posibilidad de usar un PLA dopado con algas y café molido en el futuro, como una alternativa más sostenible. Este proyecto se encuentra actualmente en una fase madura y podría revolucionar el mundo de la impresión 3D para siempre.

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