Elon Musk presume de su sentido del espectáculo, de hacer las cosas de una manera diferente; aunque eso suponga conducir en público uno de los coches que más daño pueden hacer a su compañía.

Ha ocurrido en la visita a Alemania del multimillonario, entre otras cosas para comprobar el progreso de la fábrica de Tesla en Berlín; el nuevo Model Y y el Model 3 serán los coches que saldrán de allí para todo el continente europeo, además de futuros modelos.

Y hablando de futuros modelos, no es ningún secreto que Tesla es consciente de que su gama tiene una vacante importante: no tiene ningún modelo por debajo de los 49.000 €, pequeño y diseñado para las ciudades europeas. Justo lo que Volkswagen está preparando con el nuevo ID.3.

Elon Musk prueba el coche que más daño le puede hacer

Ese es justo el coche que Elon Musk ha podido probar este fin de semana, invitado por Herbert Diess, presidente del consejo de administración del Grupo Volkswagen. El encuentro, que duró dos horas, reunió a dos grandes valedores del coche eléctrico.

Volkswagen ID.3. Alex Branco

En parte, no es algo tan sorprendente. Diess ha alabado en muchas ocasiones a Elon Musk, llegando incluso a darle las gracias públicamente por haber iniciado la moda de los coches eléctricos y ser pionero en el sector.

Es seguro decir que sin Tesla, marcas como las del Grupo Volkswagen no estarían ahora tan interesadas en lanzar coches eléctricos; Porsche, por ejemplo, lanzó el Taycan como competidor directo del Tesla Model S.

Tal es la admiración de Diess por Elon Musk, que quería su opinión al respecto del modelo más importante que lanzará Volkswagen, el ID3, y Musk aceptó.

El Volkswagen ID.3 puede cambiarlo todo

La prueba, publicada por el propio Diess, muestra cómo Musk experimenta con el coche y da su opinión. Por supuesto, tiene sus críticas, pero también sus elogios.

Musk se mostró muy contento con el ID.3, que ocupa un lugar similar al Polo como compacto para la ciudad. Lo que más le sorprendió fue la dirección, que notó "bastante buena" para no ser un coche deportivo.

Esta última es la mayor queja de Musk, ya que por momentos parecía pedir al coche más de lo que estaba diseñado. Por ejemplo, intentó pegar un 'acelerón' y se mostró frustrado cuando la respuesta no fue la misma que en un Tesla; Diess le tuvo que recordar que el ID.3 es un coche de uso diario y no un deportivo.

El rendimiento de los Tesla es su gran ventaja, tanto contra otros eléctricos como contra coches de gasolina; la aceleración, hasta en los modelos familiares, ya es legendaria. Pero la verdad es que en ciudad, no es una prioridad y el Volkswagen ID.3 se lo ha recordado a Musk.

La tecnología presente en el coche también fue de interés para Musk, no en vano Tesla es pionera con el Autopilot; en ese aspecto, fabricantes establecidos como Volkswagen están claramente por detrás.

Este ha sido un encuentro curioso, de dos fanáticos de los coches eléctricos. Imaginamos que Musk habrá tomado muchas notas mentales para su próximo modelo, que se rumorea que será más pequeño (y barato) que el Model 3.

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