El Gobierno español parece decantarse por un modelo europeo de interoperabilidad de las aplicaciones móviles de prevención del Covid-19: un sistema que garantice la privacidad y los beneficios tecnológicos del rastreo de los móviles. Como ya contó EL ESPAÑOL esta semana se reunieron las autoridades de la UE para intentar buscar punto en común respecto de este tipo de apps móviles que están llamadas a ser claves en la transición hacia una nueva normalidad.

En la reunión del Consejo Europeo informal de ministros de Telecomunicaciones que tuvo lugar el martes, la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, junto a los secretarios de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, y de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, señalaron la voluntad de España para tener una solución coordinada y común para todo el continente.

Los representantes españoles destacaron la importancia de encontrar un enfoque coordinado a nivel europeo para estas aplicaciones que garantice la interoperabilidad y permita realizar una salida conjunta de la emergencia sanitaria.

Además, se señaló la necesidad de aprovechar el potencial que ofrece la economía digital para contribuir a la gestión de la pandemia, siendo necesario encontrar un equilibrio entre los beneficios derivados de estas innovaciones y la privacidad, la seguridad y las cuestiones éticas.

También se celebró ayer la primera reunión del grupo de trabajo nacional sobre las aplicaciones móviles de prevención de contagios, principalmente centrado en los protocolos de interoperabilidad. La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, compartió con las autonomías la posición de España a nivel europeo, así como los avances que prepara la Comisión Europea sobre estas herramientas digitales.

Protección de datos

El objetivo es aunar esfuerzos y compartir puntos de vista sobre las posibilidades existentes en torno al desarrollo de estas aplicaciones y su interoperabilidad, buscando respuestas coordinadas en base a las necesidades de los diferentes territorios.

En esta primera reunión, se han analizado los modelos existentes, los retos y las oportunidades que presentan, así como cuestiones tecnológicas y epidemiológicas que son necesarias para que el modelo que se implemente atienda a las necesidades de la ciudadanía y las autoridades sanitarias. Por ello, se ha acordado la creación de grupos de trabajo específicos sobre funcionalidad, privacidad e interoperabilidad.

La posición de España respecto a las herramientas digitales de prevención de contagios se alinea con la de la Comisión Europea y el Comité Europeo de Protección de Datos que abogan por la "implementación de un modelo de uso voluntario, compatible con el Reglamento General de Protección de Datos, centrado en la protección de la privacidad de las personas, e interoperable a nivel transfronterizo".

Bluetooth y no geolocalización

España se ha decidido además por el modelo planteado desde Europa que es menos intrusivo. Es decir un funcionamiento que se basa en la instalación de una aplicación en los dispositivos móviles que, a través del Bluetooth -y no de geolocalización- emite y observa identificadores anónimos que cambian periódicamente.

Cuando dos móviles han estado en proximidad durante un determinado periodo de tiempo, ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro y, si un usuario da positivo en el test Covid-19, es posible alertar a los móviles que hayan estado en contacto, siempre preservando la privacidad de los individuos.

En este sentido, España ha confirmado que la adopción de estas herramientas dependerá de la decisión de las autoridades sanitarias en base a los resultados de los proyectos piloto que se puedan lanzar. Es decir que se está barajando poner en marcha de manera experimental una app que utilice los protocolos europeos en las próximas semanas, antesala para la aplicación definitiva.

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