El gobierno de Fukushima, junto con el Banco de Japón y empresas privadas como Mizuho Bank, ha anunciado un nuevo plan para revitalizar la zona más afectada por el terremoto de magnitud 9,0 de 2011.

Un terremoto que afectó al correcto funcionamiento de la central nuclear de Fukushima I; en concreto, el mayor problema fue el tsunami producido por el terremoto, de unos 14 metros de altura, que inundó la planta y generadores críticos para su funcionamiento.

Como resultado, se produjeron tres fusiones nucleares, y se liberó contaminación radioactiva al mar y a los alrededores. Ocho años después, la zona aún se está recuperando, especialmente económicamente hablando. Aún hay pueblos vacíos después de la evacuación de emergencia.

El plan de Fukushima para el futuro

El nuevo plan para el noreste de Japón, y para la prefectura de Fukushima, implica hacer realidad una idea que hasta ahora, no se creía que fuese posible: abandonar completamente los combustibles fósiles y la energía nuclear, a favor de las energías renovables.

No hablamos simplemente de las renovables sean un apoyo a las otras, como se hace ya en muchos sitios; el objetivo es que en el año 2040 el 100% de la energía que se produzca provenga de estas fuentes renovables: eólica, solar, hidráulica, geotérmica y biomasa.

Es el proyecto energético más ambicioso de las últimas décadas en Japón, y probablemente, en todo el mundo. Implicará la instalación de una nueva red eléctrica de 80 kilómetros, ya que la idea es que Fukushima sea una de las principales proveedoras de energía para el área metropolitana de Tokio, según Nikkei Asian Review.

El plan supone construir 11 plantas solares y 10 plantas eólicas a lo largo de Fukushima; en total, deberían generar unos 600 megavatios, el equivalente a dos terceras partes de una central nuclear. Eso cambiaría completamente la economía local y ofrecería nuevas oportunidades de empleo. Pero también tiene un coste muy elevado.

Se espera que sea necesario invertir 300.000 millones de yenes, unos 2.500 millones de euros, hasta marzo de 2024; y ese no será el final, ya que el plan contempla continuar la inversión hasta que en el 2040 toda la prefectura dependa exclusivamente de energías renovables.

Si los plazos se cumplen, sólo la prefectura de Fukushima sería capaz de proveer el 14% de toda la energía de Japón en el 2030. Uno de los proyectos más ambiciosos del país, pero los defensores de la energía nuclear afirman que no es necesario.

Noticias relacionadas