Todos estamos esperando el poder tener conexión 5G en nuestros teléfonos tarde o temprano. Es necesario, ya que la transición al 4G se hizo de igual manera hace ya casi una década, y ya le va tocando al 5G. Faltan las infraestructuras y que el mundo lo acoga del todo. Por eso ya hay planes para ello y algunos son de lo más rocambolescos.

¿Y si nos diera 5G… un dron gigantesco con paneles solares? Suena un poco a broma pero es un plan real. La empresa aeroespacial AeroVironment de la NASA, los Estados Unidos y SoftBank se han aliado para intentar crear este dron masivo que estará potenciado con energía solar.

Un dron enorme potenciado por energía solar para tener 5G

Dron 5G 1

Lo mejor de este asunto es que está más cerca de ser realidad que nunca. Según un Acuerdo de la Ley del Espacio de noviembre con la NASA, el vuelo inaugural de este dron podría realizarse la semana que viene. El prototipo, llamado Hawk 30, es a efectos prácticos un dron enorme repleto de paneles solares para alimentarlo, valga la redundancia, por energía solar. Si el vuelo tiene éxito se realizarán más vuelos de prueba en los próximos 3 meses.

La idea detrás del Hawk 30 es que consiga que se pueda tener conexión 5G incluso en zonas remotas. Este es un avión no tripulado capaz de llevar el 5G a las zonas más recónditas donde incluso el 4G apenas llega. Según las fotos que hay del prototipo, esta podría ser una máquina impresionante.

Dron 5G 3

No es la primera vez que se intenta (aunque parezca increíble). El registro de esta clase de naves, las horizontales aladas, fue establecido por el predecesor del Hawk 30, el Helios. Tristemente en 2001 voló a una altura de 28 kilómetros en 2001, pero se astilló y cayó en el Océano Pacífico un par de años después después debido a la turbulencia.

Empresas como Facebook y Google también han intentado este tipo de cosas. Por parte de la red social de Zuckerberg se intentó el proyecto Aquila, un experimento para ver si también era posible llevar conectividad a internet a áreas remotas. Un prototipo se mantuvo en alto durante casi dos horas sobre el desierto de Arizona en junio de 2017 durante su segundo vuelo de prueba. El proyecto finalizó en junio del año pasado.

En el lado de Google tenemos el sistema SkyBender, con el mismo objetivo que el Hawk 30 pero esta vez con globos. Estos globos de gran altitud tenían más sentido ya que podían volar más alto y más tiempo según la compañía. Eso fue en 2016, y actualmente ha sido reemplazado por el proyecto Loon de Alphabet en el 2017.

El mayor problema de este tipo de ideas, como podemos ver, es el tiempo de vuelo. Para que se puedan llevar conexiones de esta clase a las zonas remotas de las que se habla se necesita que el aparato esté en vuelo muchísimas horas y a unas altitudes determinadas. El tiempo, la falta de energía en los paneles solares o directamente el peso del aparato pueden dificultar su rentabilidad. Este es un concepto inicial que podría no ver la luz, pero sí marcar el rumbo a seguir de las empresas empeñadas en llevar dicha conexión a los rincones más escondidos del planeta.

Imagen de portada | AeroVironment

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