Muchos fantasean con la idea de que los robots encenderán un pilotito rojo en sus cabezas, despertarán unas ocultas ansias asesinas hacia los humanos y viviremos en nuestras carnes una película de Terminator. Pero, ¿qué pasaría si fuera al revés? ¿Y si la guerra civil entre robots fuera una realidad en un futuro? No lo sabemos, pero inevitablemente habrá roces entre productos tecnológicos que darán para una situación peculiar cuanto menos.

Eso ha ocurrido en el CES de Las Vegas, en el cuál ha habido un incidente que nos deja señas de futuro: un Tesla autónomo ha atropellado a un robot por la calle. Un acto de hostilidad que no ha sido más que un accidente automovilístico que da que pensar (y unas risas también).

Un Tesla atropella a un robot. No, no es El Mundo Today

Tesla robot 1

Aunque pueda parecer un chiste, no lo es. De hecho, es más grave de lo que aparenta. El CES como sabemos se celebra en Las Vegas y casualmente un robot estaba siendo trasladado para ser expuesto en la feria. Este se desvió y acabó en mitad de una carretera en la que había un acceso de coches. Un coche Tesla autónomo pasaba en ese momento y se produjo un acontecimiento digno de una saga de películas de ciencia ficción.

El incidente puede parecer menor ya que la caída (reconozcámoslo) es bastante ridícula, pero no obstante los daños fueron graves. Los mecanismos de su cabeza, brazos y cuerpo acabaron seriamente dañados hasta el punto de que el robot no pudo ser exhibido en la feria. George Caldera, el dueño del Tesla responsable del “crimen”, ha asegurado que tan sólo quería probar el modo autopiloto y que al ponerlo se movió alrededor de 50 metros. Ha pedido disculpas y ha dicho que lo siente, ya que el robot “parece bonito”.

Este robot era una auténtica pieza de ingeniería, según Promobot. Puede comportarse como una persona normal, reconocer caras, responder preguntas, etcétera. Afortunadamente al estar el Tesla en modo automático el culpable no fue el propio Caldera, sino el coche. Por lo tanto Promobot no presentará cargos contra el dueño, si bien sí iniciará una investigación interna para aclarar por qué uno de sus productos más importantes estaba ahí en mitad del parking del CES.

Una pena, ya que este robot hubiera sido una de las grandes sensaciones del CES. Aunque no lo vamos a negar; si esto inicia una guerra cibernética entre robots yo no seremos nosotros los que se quejen. AUnque sí cogeremos palomitas.

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