El Bitcoin y el resto de criptomonedas, por norma general, consumen muchísima energía. Solamente una transacción, de hecho, es capaz de consumir tanta energía como consumiría un hogar español de media durante ocho días. También se podría comparar el consumo anual del Bitcoin con el consumo de todo un año de Nigeria, lo cual es alarmante.

Ya no solo por la brecha energética, que también, sino por la contaminación. Y es que no es viable ambientalmente que una moneda consuma tanto o más que un país, y eso que solamente se encuentra en sus inicios. Y más si tenemos en cuneta que la gran mayoría de los mineros están en países asiáticos como China donde predomina eminentemente la energía eléctrica generada por carbón, uno de los generadores más contaminantes del mundo.

Por ello, es menester buscar una solución, y el creador de Ethereum parece haber dado con ella. Es insostenible desde el lado ambiental. Y cuando más crezca el Bitcoin, más y más consumirá. Hay criptomoneas alternativas que están saliendo que consumen menos, pero tampoco es viable cambiar de una criptomoneda como Bitcoin o como Ethereum que tienen mucho recorrido a otras completamente nuevas, sin saber si van a llegar a triunfar o no.

La prueba de participación es más eficiente energéticamente, pero, ¿cómo funciona?

No consume tanto la minería sino la comprobación de las cadenas de bloques (blockchain, como se le conoce comúnmente) para que nadie pueda realizar transacciones fraudulentas (de hecho, ahí radia la seguridad de Bitcoin y del resto de criptomonedas).

Los mineros firman grupos de transacciones mediante una firma digital. Esto es, pasan la información por un algoritmo que la hace ilegible sin una clave de descifrado. Este proceso es bastante complicado, y es por ello que se consume tanta energía, a grandes rasgos.

ethereum vs bitcoin

El ‘concurso’, como se llama a esta acción, es lo que provoca tanto consumo de energía

Se necesitan tres datos para ello: la firma del bloque anterior, la lista de las nueva transacciones, y un número que aparentemente es aleatorio. Los mineros deben ir realizando firmas digitales cambiando el último número, que es el desconocido, de modo que se halle el correcto.

Se llama ‘competición’ o ‘prueba de trabajo’, pero tampoco es el único método. Hay otras criptomonedas, como decíamos antes, que usan otros sistemas. Uno de ellos es, por ejemplo, la ‘prueba de participación’ (‘Proof-of-Stake‘, o PSP por sus siglas en inglés). En este caso, la probabilidad de ser premiado no es proporcional al esfuerzo o al equipo invertido, sino que es proporcional a la cantidad de monedas virtuales que tengamos.

Ethereum

Así, se premia a los que más tengan, que son a la vez los más interesados en que el sistema funcione y sobreviva. Son los que más valor otorgan a las monedas virtuales, pues son los que más capital tienen invertido, por lo que son los ‘indicados’ para la tarea.

¿Cuándo Ethereum dará el salto a PSP?

Dar una fecha de cuando esto podría ocurrir sería mentir, pues no está nada claro. Vitalik Buterin, creador de Thereum, afirmaba que el cambio se produciría a finales de año, pero casi está acabando y no hay nada programado.

Desventajas de la prueba de participación sobre la prueba de trabajo

fundador ethereum criptomoneda vitalik buterin

No todo son ventajas, también tiene su parte de desventaja, y en este caso afecta directamente a la seguridad, una de las partes más sensibles e importantes de las criptomonedas. El principal motivo por el que la seguridad es tan débil es porque si alguien lograse tener el 51% del factor de participación, es decir, del total de las criptomonedas, podría minar por encima de sus propios bloques para seguir manteniendo esta participación.

Y además, aumentaría, aproximándose cada vez más al 100%. En Bitcoin, esto no ocurriría, pues si llega alguien con un hardware mejor que el tuyo, puede llegar a robarte participación, por lo que es más sencillo de mantener el sistema lo más equilibrado posible.

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