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El caso de la gente que no podía soñar

14 marzo, 2014 11:47

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Soñar es una experiencia que consideramos universal. ¿Quién no se ha levantado de la cama tras tener un sueño extraño? Incluso otros animales son capaces de soñar, como se puede ver en este vídeo.

Aún hay preguntas sin resolver sobre la generación de sueños. En Medciencia ya hemos hablado del contenido de los sueños y de las pesadillas. Sabemos que los sueños se producen de manera periódica durante la noche, durante una fase de sueño llamada fase REM. Al observar la actividad eléctrica en el cerebro de alguien dormido, podemos ver que las ondas cerebrales se vuelven más lentas a medida que entra en una fase de sueño más profunda, pero que vuelve a acelerarse cada hora y media aproximadamente. A esta fase acelerada, muy parecida a la señal de un cerebro despierto, es la que llamamos fase REM. La señal REM es tan similar a la señal de una persona despierta que en las salas de sueño de los hospitales suelen graban videos junto con el encefalograma para poder distinguir si el paciente está soñando o despierto.

Cada fase REM equivale a un sueño independiente, y normalmente tenemos cinco fases REM alternadas con el sueño profundo. Si durante la fase REM despertamos a la persona, hay un 90% de posibilidades de que recuerde un sueño, por eso se cree que los sueños se producen durante esta fase. El cerebro esta “despierto” y tenemos voluntad dentro del sueño mientras el movimiento del cuerpo se ve inhibido (excepto en las personas sonámbulas).

Ahora bien, esta relación entre REM y los sueños falla en varios puntos. Si durante la fase REM siempre soñamos, ¿qué le sucede al 10% que no recuerdan su sueño durante esa fase? ¿Es realmente necesaria la fase REM o podríamos dormir una noche entera sin pasar por ella? ¿Podemos llevar una vida normal sin soñar nunca?

Ademas de los sueños, la fase REM también está implicada en la memoria. Si interrumpimos el sueño de un voluntario para evitar que entre en REM los recuerdos del día anterior se debilitan. Otro estudio más interesante demuestra que si asociamos un olor a un recuerdo y durante la fase REM nos exponemos a ese olor, reforzamos ese recuerdo al despertar, lo que da pie a interesantes ideas de estudio para la época de exámenes.

A pesar de todos los estudios relacionados con sueño, existe un grupo de población ignorado por los científicos y que pueden aportar nuevas pistas sobre para que sirve soñar: los no soñadores. Según diferentes encuestas de población, aproximadamente un 6% de los encuestados declara que no ha soñado nunca (o al menos, no recuerda ningún sueño) y un 10% son soñadores escasos, con solamente un sueño cada dos meses.

Siempre se ha sospechado que los no soñadores de las encuestas realmente son pacientes que sufren alguna alteración del sueño. La apnea de sueño, el trastorno más frecuente, afecta a la respiración precisamente al llegar a la fase REM, haciendo que la persona se despierte antes de soñar. También se conocen enfermedades cuyos síntomas tempranos son la perdida de sueños, como el daño neurológico, la depresión o los trastornos postraumáticos. En el caso de la falta de sueños patológica, normalmente el paciente soñaba anteriormente a la enfermedad y ha perdido la capacidad de hacerlo. Sin embargo, estos no soñadores de las encuestas no pueden ser explicados por una patología. Ellos dicen que nunca sueñan, y nunca significa nunca. No es que hayan perdido la capacidad de soñar sino que nunca la han tenido. ¿Qué les pasa a estas personas?

Recientemente, los neurocientíficos se han fijado en este grupo y han tratado de buscar qué es lo que diferencia a los no soñadores del resto de la población. Los estudios de encefalografía durante el sueño muestran una actividad cerebral normal, con periodos REM de una duración y frecuencia similares a los de los soñadores; la diferencia está en que cuando despertamos a los no soñadores durante la fase REM no recuerdan ningún sueño. Esta claro que los no soñadores no sufren ninguna enfermedad, su cerebro funciona con normalidad, descansan con normalidad y los test psiconeurológicos son normales; simplemente no sueñan nada.

Hay varias hipótesis sobre lo que les pasa a los no soñadores. Ya hemos visto que tras soñar nuestra memoria del día anterior mejora, y los test de memoria en los no soñadores son normales así que la mejor hipótesis que explica esta paradoja es que los no soñadores realmente son capaces de soñar cada noche, solo que no lo recuerdan. No es lo mismo soñar que recordar el sueño. Actualmente se desconoce el mecanismo por el cual recordamos el sueño al despertar. Si lo pensamos, el recuerdo de un sueño es algo diferente a nuestra memoria habitual: suele tener una clara componente emocional, lo recordamos con excesivo detalle al despertar y lo olvidamos a los pocos minutos. Se cree que este mecanismo de recuerdos del sueño podría ser algo independiente del propio sueño y puede ser lo que les falla a los no soñadores.

La existencia de los no soñadores pone de manifiesto la diversidad de personas que existen en el mundo. No poder soñar no es ninguna enfermedad como tal, su vida no se ve afectada y no tienen problemas más allá de no entender las conversaciones sobre sueños de los demás. No me extraña que donde más problemas tuvieron el estudio fue explicar exactamente a los pacientes cómo era un sueño para que lo pudieran identificar. A veces lo más difícil de explicar es lo más cotidiano.