Sin duda, se trata de un gran ejemplo del verdadero futuro que puede tener el explotar este tipo de energía renovable y no contaminante. Produce 183 MW y evita la emisión de más de 114.000 toneladas de CO2 anuales. Todo el complejo ocupa más de 1.000 hectáreas.

Un complejo particular

Pero no se trata de una planta donde la energía se recoge a través de paneles solares convencionales sino que toda la luz que se refleja en los paneles (helióstatos) se dirige a la parte alta de una torre (colector) donde se alcanzan temperaturas muy elevadas para poder producir vapor de agua o de otro fluido que circula en dicha torre, que se utilizará para mover una turbina, produciendo electricidad.

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Se trata de una central termo-solar eléctrica donde los helióstatos son capaces de seguir el sol automáticamente para dirigir los rayos a la torre, aprovechando al máximo las horas de luz, como si de girasoles se trataran.

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Un ejemplo rentable a seguir

Sin duda, es un ejemplo para las empresas que quieran desarrollar este tipo de complejos ya que, si las cifras no fallan, son realmente rentables en comparación a otros tipos de energías renovables. De hecho, este tipo de plantas son más baratas que las formas con paneles solares convencionales. Este modelo de espejos aprovecha al máximo el calor generado por el Sol y el precio por el mantenimiento es algo más bajo.

IMPORTANTE: Las cifras que se mencionan en el vídeo son a fecha de 2-7-2012. Las actualizadas son las que se exponen en esta entrada.

Cada helióstato tiene un tamaño de 70 metros cuadrados, y si a eso le sumamos que el complejo cuenta con más de 500 como estos es increíble pensar el calor que debe concentrar la torre a la que enfocan todos los espejos.

Quizás se esté más cerca de lo que pensamos que las grandes ciudades se puedan abastecer de este tipo de energía en un futuro no muy lejano, el tema económico es algo de lo que cada uno podrá sacar sus propias conclusiones, como ya debatimos en una entrada anterior.