La 'telenovela' de Fortnite y Apple continúa, pero el último capítulo puede tener más consecuencias que el resto, aunque no lo parezca a simple vista.

Han pasado muchas cosas desde aquel día en el que Epic Games lanzó una nueva actualización para Fortnite que añadía una manera de pagar microtransacciones directamente a la compañía; de esta forma, Epic se saltaba las normas tanto de la App Store de Apple como de la Play Store de Google.

Ni que decir tiene que ninguna recibió el cambio alegremente, y Fortnite fue expulsada de ambas tiendas. Sin embargo, la verdadera pelea desde el principio siempre fue entre Epic y Apple, al tener esta un control completo sobre iOS que Google no tiene sobre Android.

Epic Games perdió su cuenta de desarrollador, lo que supone que ya no puede publicar aplicaciones ni actualizaciones en las tiendas de Apple; y no solo iOS se ha visto afectado.

Fortnite para Mac deja de funcionar

La cuenta de desarrollador no solo es necesaria para poder publicar apps en la App Store de iOS; también para la App Store de macOS, así como para firmar código ejecutable en macOS. Como resultado, Fortnite para Mac no está recibiendo actualizaciones, igual que la app de iOS.

Fortnite ejecutándose en un iPhone Adrián Raya Omicrono

Pero mientras que Fortnite para iOS aún se puede jugar (si tienes la app instalada en tu iPhone), aunque sea sin las últimas novedades, el caso de macOS es diferente.

Epic Games ha confirmado que Fortnite para Mac dejará de funcionar completamente, y anima a los jugadores a usar otras plataformas como Windows, Playstation, Xbox, Switch o Android para seguir disfrutando del juego.

macOS, una plataforma cerrada

El problema es que la última versión de Fortnite que recibirá el resto del mundo, la 14.20, causa problemas para la versión 13.40, que es la última que fue lanzada para Mac. Por lo tanto, y para evitar estos conflictos que pueden afectar a todos los jugadores, Fortnite para Mac ya no será jugable.

Epic apunta con el dedo directamente a Apple por esta situación, como ha venido haciendo desde antes del enfrentamiento entre ambas. Pero este caso puede ser incluso más grave que el de iOS, porque refleja cómo ha cambiado la plataforma de Mac en apenas unos años.

Desde la última versión de macOS, Apple sólo permite la ejecución de programas que hayan sido firmados. Si intentamos ejecutar un programa que no haya sido firmado, nos saltará una ventana emergente con una advertencia.

Hay métodos para saltarse esta limitación, pero para la inmensa mayoría de usuarios ese es el final; el usuario medio no se dedica a introducir comandos de terminal y a activar opciones ocultas para ejecutar un sólo programa.

Antes, macOS era como Windows en el sentido de que cualquiera podía crear programas para este sistema operativo; pero Apple ha ido cambiando poco a poco esta filosofía, primero introduciendo la App Store (que sigue estrictas reglas como la de iOS), y luego con la obligatoriedad de firmar los programas.

macOS en un ordenador con procesador ARM de Apple

Apple explica estas decisiones en aras de la seguridad, para evitar la propagación de virus y malware; pero a nadie se le escapa que está convirtiendo macOS en una plataforma tan limitada como iOS.

Una cosa es crear una plataforma con sus limitaciones desde el principio, como iOS, y otra diferente coger una plataforma abierta y hacerla cerrada. Que Apple no haya dicho aún si será posible ejecutar programas en macOS para sistemas ARM que no estén en la App Store dice mucho de los planes de la compañía.

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