La plataforma de Apple sufrió un segundo escándalo de privacidad en sólo dos semanas, cuando se descubrió la existencia de apps que graban la pantalla de nuestro dispositivo sin avisarnos. Estas apps usan la tecnología de Glassbox; una empresa de análisis de datos que permite obtener importante información sobre cómo se usan las apps. La teoría es que esto permite a los desarrolladores mejorar sus servicios, aprendiendo cómo personas reales usan sus programas.

Pero en la práctica, esto supone que muchas apps populares están registrando todo lo que hacemos; peor aún, en algunos casos eso también ha supuesto capturar información sensible, como datos de la tarjeta de crédito, y transmitirlos a servidores externos sin ningún tipo de protección. Y todo eso, sin que el usuario ni siquiera sepa que le están grabando.

Las apps que graban la pantalla del iPhone vulneran las reglas de la App Store

La investigación ha llamado la atención de Apple, como era de esperar. Sin embargo, por el momento no esperes que Apple expulse estas apps de la App Store; al fin y al cabo, entre los clientes de Glassbox nos encontramos grandes empresas como el Banco Santander, ING o aerolíneas como Air Canada.

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En vez de eso, Apple ha decidido empezar con un aviso a los desarrolladores que usan esta tecnología de que están violando los términos de uso de la App Store; en concreto, la tienda de Apple obliga a las apps a requerir permiso explícito y mostrar un indicador visual si quieren grabar y registrar la actividad del usuario.

Es importante recalcar que Apple no prohíbe que las apps graben la pantalla de nuestro dispositivo; para Apple, lo más grave de este escándalo es que las apps no avisaban a los usuarios de que estaban siendo grabados. Por lo tanto, una vez que estas apps se actualicen con un mensaje o un indicador, podrán seguir funcionando como hasta ahora.

Donde Apple sí ha presionado más es en la urgencia de los cambios. Según Techcrunch, un desarrollador recibió sólo un día para aplicar estos cambios. Por supuesto, estos desarrolladores siempre tienen la opción de eliminar el código de su app que graba la pantalla.

Sin consecuencias por grabar la pantalla sin consentimiento

También llama la atención que estas apps aparentemente han conseguido saltarse el proceso de aprobación de la App Store; las reglas ya prohíben que las apps graben la pantalla sin que el usuario tenga conocimiento, pero hasta la publicación del escándalo no ha sido un problema. Es ahora que todos estos desarrolladores están recibiendo correos indicándoles qué tienen que hacer.

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Por otra parte, no hay ningún indicativo de qué es lo que ocurre con las apps que obtienen información personal de esta manera. La propia Glassbox ha salido al paso, afirmando que no les “interesa” espiar a los usuarios; y deja la pelota en el tejado de sus clientes para implementar políticas de seguridad adecuadas y de avisar a los usuarios de que están siendo grabados.

Es un claro contraste respecto a la reacción que Apple tuvo contra Facebook y Google cuando descubrió que ambas compañías habían creado apps que se saltaban las reglas de la App Store; en ambos casos les denegó los certificados que usaban de manera interna, durante dos días en el caso de Facebook. Ambas apps también tuvieron que ser retiradas.

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