Justice League no fue el éxito que Warner Bros quería, y buena parte de culpa la tienen las polémicas innecesarias que siguieron su rodaje; incluyendo un cambio de director a última hora que trajo consigo varias escenas nuevas dirigidas por el guionista Joss Whedon.

Que se graben nuevas tomas para mejorar una película no es algo raro. El problema es que Henry Canvill, el actor de Superman, se había dejado un gran bigote para su próximo trabajo, la nueva entrega de Mission Impossible; y Paramount, la productora, había dejado muy claro que no podía afeitárselo para estas nuevas escenas de Justice League.

El bigote de Superman se convierte en un meme

inteligencia artificial efectos especiales 2

Así que Warner Bros se vio en la situación de eliminar digitalmente el bigote de Superman, en una operación que se calcula que costó unos 25 millones de dólares. Los expertos en efectos especiales tuvieron que trabajar laboriosamente en cada frame en el que aparecía Canvill, pero pese a eso los resultados no fueron buenos.

El bigote de Canvill se ha convertido en un meme, e incluso ya está siendo referenciado el tráiler de Deadpool 2; el propio actor ha usado esta polémica para promocionar su papel en Mission Impossible.

¿Estamos ante el principio del uso de IA en efectos especiales?

Pero, ¿realmente era necesario gastar tanto dinero para quitar un bigote? Los avances en Inteligencia Artificial son tales que puede que pronto los costes se reduzcan. Este vídeo así lo demuestra. Usa la tecnología de FakeApp, que aprovecha el aprendizaje automático para pasar las facciones de una persona a otra.

El efecto es mejorable, pero sorprendentemente bueno, y eso ha dado lugar a comunidades que aprovechan esta tecnología; aunque la mayoría lo usa para cambiarle la cara a las actrices porno.

Este vídeo demuestra cómo esta tecnología ha sido capaz de eliminar el bigote de Canvill de una manera convincente. Se siguen notando fallos, pero teniendo en cuenta el presupuesto no nos podemos quejar mucho.

Es cierto que el vídeo es un poco exagerado, ya que en realidad no se dedicaron 300 millones de dólares a quitar el bigote, “sólo” 25 millones; pero no deja de ser impresionante hasta qué punto se ha avanzado gracias al aprendizaje automático.