Hace escasas semanas Insta360 sorprendía lanzando Antigravity, una startup para desarrollar el que sería el primer dron capaz de grabar en 8K a 360 grados. Una firma independiente que iría directa a por DJI y que ahora ha lanzado su primer dispositivo: el Antigravity A1.
Tal y como ha anunciado la propia Antigravity en su página web, el Antigravity A1 es el primer dron del mundo con captura en 360 grados que además cuenta con resolución 8K. Básicamente, combina el buen hacer de Insta360 en materia de grabación a 360 grados pero aplicado a drones.
Todo ello empacado en un dron de apenas 249 gramos que llega junto a un curioso sistema FPV con unas gafas Vision, que permiten además de ver lo que ve el dron, integra una pequeña pantalla en uno de sus laterales para que otros usuarios vean estas imágenes.
Así es el Antigravity A1
El conjunto completo se compone de tres elementos: el propio dron Antigravity A1, que basa su sistema de grabación en una configuración de doble lente que captura todo lo que hay a su alrededor, las gafas Vision con pantalla externa y un mando controlador con agarre.
La clave precisamente se encuentra en la grabación en 360 grados. Según Antigravity, las cámaras aprovechan unos algoritmos de unión avanzados que eliminan la presencia del dron tanto en el metraje final como en la transmisión en vivo a las gafas.
Antigravity A1.
Siempre según la firma, el Antigravity A1 puede volar en una dirección mientras el piloto mira a otra, gracias a esta amplitud de imagen. Todas las imágenes grabadas con el dron, que de nuevo están capturadas a 8K, se pueden ver en 360 grados en las gafas y en los archivos finales.
Este sistema permite a los creadores reencuadrar libremente el metraje en la edición, ya que todos los ángulos se graban en 8K. No es necesario reencuadrar en pleno vuelo, consiguiendo facilitar mucho las cosas a los content creators especializados en materia.
Otro punto importante del Antigravity A1 reside en su tamaño. Solo pesa 249 gramos, un peso que posiciona al dron justo por debajo del umbral de registro para requerir permisos "en la mayoría de los países y regiones.
Es decir, que no será necesario en muchas de las ocasiones tener licencia para volarlo. A esto le sumamos una portabilidad extrema; el Antigravity A1 cabe en cualquier mochila, y se puede plegar fácilmente para compactarlo todavía más.
Antigravity A1.
Por si fuera poco, Antigravity ha añadido a su primer dron dos nuevas características muy llamativas: una función de regreso al punto de origen automática y un sistema de detección de carga útil que evita usos indebidos o modificaciones no autorizadas por parte del usuario.
El mando Grip incluye todo lo necesario para manejar el dron con una sola mano. Botones de control, de grabación e incluso un gatillo de aceleración trasero conforman un mando que no es difícil de manejar incluso por manos no expertas.
Las gafas Vision aprovechan mucho la función de grabación en 360 grados. El usuario puede mover la cabeza para ver qué está pasando en el entorno del dron, como si de un casco de realidad aumentada se tratase, mientras el Antigravity A1 vuela.
El Grip además se puede usar de forma direccional. Para ajustar la dirección a donde se quiere volar el dron, solo hay que apuntar allí con el mando, de la misma forma que si usáramos un puntero. "Apunta, y vuela", asegura Antigravity en su anuncio.
Gafas Vision de Antigravity.
La principal ventaja de la captura de vídeo en 360 grados reside en la creación de contenido. Junto a las típicas transiciones y efectos de este tipo de contenidos, el creador puede ajustar el punto de vista en cualquier momento para no perder lo que está pasando y obligar así al filmmaker a repetir la toma.
De momento, Antigravity no ha anunciado un precio concreto para el A1. Comenzará a comercializarse en enero del año 2026, por lo que habrá que esperar a esas fechas para conocer su coste.
