Una de las grandes tecnologías que abandera Samsung es el QLED. Este tipo de paneles se han vuelto tremendamente populares en televisores de gran formato destinados a la gama alta de la firma coreana. Samsung ha estado intentando trasladar esta tecnología a otros dispositivos de otros tipos progresivamente, como ha ocurrido en su último producto: el portátil 2 en 1 Galaxy Book Flex α (alfa en griego).

Este nuevo convertible son las sucesoras de los Samsung Galaxy Book Flex y los Samsung Galaxy Book Ion, sendos portátiles que a su vez sucederían a los Notebook 9. El plan para las Galaxy Book Flex α es ofrecer algunas de las mejores características de los portátiles de Samsung a un menor precio (sacrificando algunos detalles por el camino). La gran baza a favor de este portátil 2 en 1 es su pantalla QLED.

Sí, una pantalla con la misma tecnología QLED que tienen los televisores más tope de línea de la empresa coreana. Concretamente hablamos de un convertible con especificaciones destinadas al trabajo y al consumo multimedia sin demasiados alardes en aspectos como el gaming.

Samsung Galaxy Book Flex, la gran novedad

Samsung

Estamos ante un portátil 2 en 1, es decir, tiene una pantalla giratoria que puede usarse bien como una tablet o bien como un portátil con un teclado integrado. El panel es de 13.3 pulgadas, resolución Full HD 1080p y con la ya mencionada tecnología QLED bajo el brazo. El diseño ha recibido unos cuantos ajustes beneficiosos, como bordes algo más suavizados y con un supuesto intento de mejora en las fugas de luz de la pantalla.

Pero, ¿qué pierde al respecto de sus predecesores para ahorrar costes? El Flex α pierde la plataforma de carga inalámbrica Qi integrada en el panel táctil (para cargar dispositivos como los Samsung Galaxy S10 y Note 10) y un S-Pen, el lápiz digital para los dispositivos Samsung. A cambio, el Flex α será compatible con un lápiz especial que se venderá por separado.

Una gran batería

Cerrando con el hardware, el portátil 2 en 1 que se verá en el CES 2020 de Las Vegas contará con procesadores Intel Core de décima generación (no se especifica qué modelos), 8 o 16 GB de memoria RAM y 256 o 512 GB de almacenamiento SSD. Su gran fuerte estará en la batería, que nos dará una autonomía de 17.5 horas con soporte para carga rápida vía USB-C.

Samsung aún no ha dado cifras acerca del supuestamente recortado coste que tendrá este PC. Se espera que el precio no llegue a los 900 dólares, quedándose en unos supuestos 830 dólares (aunque este coste puede variar entre mercados). Presumiblemente llegará en la primera mitad de este nuevo año 2020.

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