Durante la celebración del IFA 2018 marcas como Samsung o LG presentaron sus primeros televisores 8K cuando el público general ni siquiera conocía en profundidad el 4K.

Desde aquel verano de 2018 hemos presenciado cómo multitud de compañías sacaban pecho de sus televisores 8K. Sin embargo, ninguno de esos dispositivos contaba con una certificación oficial sobre ese famoso 8K.

Cosa que acaba de cambiar, puesto que LG ha logrado adelantarse a sus competidores al ser la primera marca en conseguir la certificación 8K Ultra HD en sus televisores.

El primer televisor certificado 8K

Resulta bastante cómico que tras meses y meses de escuchar hablar sobre televisores 8K, ninguno de ellos tuviese una certificación oficial sobre ello, ¿verdad? Pues bueno, eso acaba de cambiar con LG como protagonista.

LG 8K LG

La firma ha anunciado que sus televisores son los primeros del mundo en superar los estrictos estándares establecidos por la Consumer Technology Association (CTA) para definir la nueva generación de productos y servicios 8K Ultra HD.

Dicha certificación garantiza que los usuarios puedan disfrutar realmente de contenidos 8K. Estos sellos oficiales se han creado en los Estados Unidos con la idea de establecer un estándar claro de cara a los consumidores.

Y, en este caso, los nuevos televisores 8K Real de LG han sido los primeros en superar los requisitos de la CTA. Eso sí, dichos televisores aún no han sido presentados, para eso tendremos que esperar al CES, la feria tecnológica de Las Vegas.

Para obtener la certificación se han tenido en cuenta aspectos como la resolución, la conectividad digital, el alto rango dinámico, el escalado, la profundidad de bits y la medición audiovisual. Esto se traduce en que a partir de enero de 2020 cada televisor LG 8K mostrará el sello 8K UHD de la CTA. 

¿Cuáles son esos requisitos?

Como os explicábamos hace unos meses, llevar el logotipo de 8K UHD requiere cumplir con lo siguiente:

  • Resolución mínima de 7.680 x 4.320 píxeles, sumando así 33 millones de píxeles activos.
  • Proporción de pantalla visible de 16:9.
  • Refresco de pantalla de 24, 30 y 60 frames por segundo (Hz).
  • Profundidad de color de 10 bits.
  • Funciones HDR.
  • Capacidad de ampliar vídeo SD, HD y 4K a resolución 8K.
  • Uno o más conectores HDMI compatibles con resolución de 7.680 x 4.320 píxeles.
  • Protección de contenido HDCP v2.2.

Tampoco hemos de olvidar la modulación de contraste (CM de ahora en adelante), un método que sirve para medir la resolución visible de una pantalla. Para que os hagáis una idea, un televisor puede tener una pantalla de 7.680 x 4.320 que realmente no muestra esa resolución.

Para contar con la certificación de la CTA es necesario contar con un CM mínimo del 50%. En el caso de LG, sus televisores LG Signature OLED 8K y LG 8K NanoCell TV ofrecen un CM del 90%.

Es cierto que los consumidores no suelen otorgarle demasiada importancia a este tipo de calificaciones, pero, a fin de cuentas es una batalla en la que LG ha sabido imponerse frente a rivales duros de roer como Samsung. ¿Cuánto tardarán esos competidores en lograr también el certificado de la CTA?

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