Cuando en octubre de 2022 se supo en España que la humanidad pudo desviar un asteroide por primera vez mediante la misión DART, el furor fue espectacular. Todo ello pese a los inconvenientes que se supieron años después. China pretende hacer exactamente lo mismo.
Según adelanta el South China Morning Post, el país asiático estaría diseñando su propia versión de la misión DART, que pudo desviar la trayectoria del satélite Dimorphos gracias a la sonda DART que colisionó con él a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
Wu Weiren, diseñador jefe del programa de exploración lugar de China y especialista en la Academia China de Ingeniería, ha anunciado la llamada misión de "demostración de impacto cinético", con exactamente el mismo propósito que DART: construir un sistema de defensa contra asteroides.
La misión DART en versión china
Weiren pudo revelar estos planes en la Conferencia Internacional de Exploración del Espacio Profundo (Tiandu) en Heféi, en la provincia de Anhui, en su tercera edición. El objetivo sería un asteroide de escaso tamaño, similar a Dimorphos.
Citando a la emisora CGTN, la misión que intentaría realizarse este mismo año 2025 lanzaría al espacio dos sondas, una de observación y la otra de impacto. La segunda intentaría producir una desviación orbital de aproximadamente 3 a 5 centímetros.
DART
La nave de observación, por su lado, primero se aproximará al asteroide para estudiarlo y así recopilar datos detallados sobre su forma física. Una vez obtenidos estos datos, la nave de colisión impactará con el asteroide.
Todo el evento, al igual que ocurrió con su homónima DART, quedará registrado mediante telescopios. Lo más sorprendente es que China estaría abierta a colaborar con otros países, incluyendo el intercambio de datos.
El motivo es simple: la construcción de un sistema conjunto de defensa contra asteroides. China dejaría a un lado las tensiones producidas por la situación geopolítica económica mundial para construir este sistema.
Tiene todo el sentido, ya que lejos de ser un problema que ataña a una nación única, el tema de los asteroides es de carácter planetario, por lo que los secretismos y rivalidades no tienen cabida aquí.
La histórica misión DART
DART se lanzó el pasado 24 de noviembre de 2021, con el objetivo de que la sonda de mismo nombre de 610 kilos de masa impactase directamente contra el satélite Dimorphos.
La sonda era una unidad muy escasa en equipamiento; solo disponía de un sensor solar, un rastreador de estrellas y una cámara fotográfica. El impacto de DART contra el satélite a una velocidad de 6,6 kilómetros por segundo produciría un cambio de velocidad, resultando en un cambio en su trayectoria.
La nave DART y el cube sat LICIACube, que registrará el impacto contra un asteroide
Dicho impacto ocurrió a 11 millones de kilómetros de la Tierra el pasado 26 de septiembre de 2022, con un impacto frontal ocurrido a 6,4 kilómetros por segundo, o lo que es lo mismo, unos 23.000 kilómetros por hora.
La NASA confirmó en aquel entonces que efectivamente, DART había conseguido desviar la órbita de Dimorphos, lo suficiente como para que la trayectoria fuera sustancialmente distinta al a esperada previamente.
Y es que antes del impacto, la órbita de Dimorphos dejaba claro que el asteroide hubiera tardado 11 horas y 55 minutos en orbitar sobre su asteroide anfitrión, Didymos. Tras la colisión, la órbita se alteró en 32 minutos.
El entusiasmo en torno a DART debía tomarse con precaución, ya que aún debían recopilarse buenas cantidades de datos para confirmar que efectivamente, esta misión hacía viable un sistema de defensa planetaria por parte del ser humano.
Dimorphos y la estela dejada tras el impacto.
Por otro lado, DART no estuvo exenta de polémica. La explosión de escombros generó toneladas de roca del asteroide, desplazándose y siendo expulsadas al espacio por el impacto.
El retroceso de la explosión mejoró el empuje de DART, según la NASA. "Un poco parecido a la manera como un chorro de aire que sale de un globo envía al globo en la dirección opuesta", dijeron desde la NASA.
Una investigación de la Universidad de Maryland ubicada en el IOP Science reveló que uno de los efectos colaterales de DART implicó la eyección de rocas a altas velocidades provenientes del asteroide.
Entre el material eyectado, había "cúmulos de rocas, de hasta 3,6 metros de radio, que fueron eyectadas a velocidades de hasta 52 metros por segundo". No solo eso; además de ver cambiada su trayectoria, el asteroide retrocedió y giró ligeramente sobre su eje.
Dimorphos, momentos antes de recibir el impacto.
Así, se lanzaron rocas en direcciones inesperadas, con tamaños muy desorbitados, llegando a desplazarse a velocidades de 187 kilómetros por hora.
¿Por qué es importante? La base del éxito considerado en un inicio por parte de DART tuvo que ver con las consecuencias que su colisión tuvo con Dimorphos. El hecho de que la eyección de estas rocas causara cambios en su inclinación y rotación implica que el material expulsado alteró la propia trayectoria del asteroide.
Son unos datos que en pos de lograr la mayor precisión en un hipotético sistema de defensa planetaria deben tenerse en cuenta. Los investigadores pudieron seguir las trayectorias de las rocas una a una, revelando que su origen radicaba en la zona del impacto de la sonda espacial.
Cabe aclarar que pese al tamaño considerable de las rocas expulsadas por el choque de DART contra Dimorphos no representan un problema alguno para la Tierra, la tesitura no es halagüeña: desviar un asteroide con una sonda puede tener efectos inesperados.
El éxito de DART en 2022 y el entusiasmo de la NASA al respecto implantó la idea de que chocando una sonda en el ángulo adecuado contra un asteroide sería suficiente para desviarlo. Esta investigación detalla cómo esto podría acarrear ciertos imprevistos.
HERA aproximándose al meteorito Dimorphos
Tony Farnham, autor principal del artículo junto a otros nombres como Jessica Sunshine o Masatoshi Hirabayashi, lo deja claro en sus declaraciones. "Si bien el impacto directo de la DART causó este cambio, las rocas expulsadas dieron un impulso adicional casi igual de fuerte".
No será hasta que Hera, una de las últimas misiones espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) analice los efectos de la colisión de la DART contra Dimorphos que sabremos más detalles sobre sus consecuencias directas.
Dicha misión fue lanzada el pasado 7 de octubre de 2024 a bordo de un Falcon 9 de SpaceX, y estudiará los resultados de DART 4 años después de su impacto. La idea será verificar la eficacia de la misión para armar hipotéticos y futuros sistemas de defensa planetaria ante amenazas de asteroides.
