La industria aeroespacial estadounidense tiene ahora un nuevo miembro. Un modelo hecho por ordenador del dron Thanatos acaba de aparecer por primera vez desvelando el aspecto exterior de una de las aeronaves no tripuladas más esperadas de los últimos tiempos. Kratos, la compañía detrás de su desarrollo, lo ha mostrado dentro de su comunicado de resultados del tercer trimestre del año; en un movimiento inesperado y poco común teniendo en cuenta que este tipo de revelaciones suelen acaparar eventos para los medios.

Durante la presentación del trimestre, se han referido a Thanatos como una de las varias "nuevas oportunidades de programas" que requerirán una inversión adicional para el próximo 2024. Y que al mismo tiempo se podría transformar en un crecimiento significativo para el 2025. Dando una pista sobre cuándo el dron podrá representar alguno de los programas armamentísticos de Estados Unidos.

"Estamos en conversaciones con un cliente y esperamos tener un contrato el próximo año relacionado con otros sistemas tácticos de Kratos, incluido Thanatos", aseguró Eric DeMarco, presidente y director ejecutivo de Kratos, cuyo centro de operaciones se sitúa en el estado de California.

Kratos XQ-58 Valkyrie en vuelo, dron de la misma compañía que Thanatos AFRL

Esta compañía está también detrás de otros desarrollos importantes dentro de los drones de guerra avanzados y autónomos que están llamados a complementar a los cazas tradicionales. El mejor ejemplo es el Valkyrie que ha conseguido hacerse con contratos del Departamento de Defensa para integrarse, en un futuro cercano, como escudero de las aeronaves tripuladas.

Escapa a los radares

La primera vez que apareció el nombre de Thanatos como un dron dentro de Kratos fue en 2019. Desde entonces y hasta la reciente presentación de resultados financieros, nada más se supo del que promete ser una de las plataformas aéreas sin tripulación más importantes de los próximos años.

Dron turco ANKA-3, también furtivo y sin estabilizador vertical de cola Turkish Aerospace Industries

Las especificaciones técnicas siguen siendo un secreto y tan sólo queda analizar la imagen publicada. La característica más inmediata que llama la atención es que la aeronave no tiene cola con un estabilizador vertical, un elemento aerodinámico que sí tienen otros de su especie y que está presente en el mencionado Valkirye.

Este formato también podría dar una pista sobre las capacidades furtivas del Thanatos. Reducir la sección vertical de la aeronave es esencial para dificultar el trabajo a los radares enemigos y eso pasa por eliminar el estabilizador vertical. Es algo que ya emplean algunos aviones furtivos tradicionales como los bombarderos B-2 Spirit y algunos aviones de espionaje.

En esta misma línea y con el fin de aumentar las propiedades furtivas, el dron incluye un diseño de morro aplanado, entradas de aire integradas en el fuselaje y una extensión de la parte trasera para camuflar al máximo la salida de gases del propulsor. Al igual que ocurre con la sección vertical, todas estas características también están presentes en otras aeronaves tripuladas como pueden ser los cazas de quinta generación.

La última característica física que se puede extraer del modelo por ordenador mostrado es que cuenta con alas en forma de diamante, con las que se consigue reducir la resistencia aérea cuando se vuela a velocidades subsónicas muy altas y supersónicas. Lo que también podría apuntar a la posible futura aplicación acompañando a los cazas tripulados en sus misiones más complejas.

B-21 Raider, bombardero tripulado y furtivo US Air Force Omicrono

Alineado con las declaraciones del director ejecutivo de Kratos, la compañía muestra el logotipo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en el dron Thanatos. Por lo que el cliente del que habla es, con mucha probabilidad, la propia rama aérea del Departamento de Defensa del país norteamericano, tal y como indican desde The War Zone.

Aliado de los cazas

A qué programa será al que se presente el dron es todavía un secreto. Sin embargo, es público que la Fuerza Aérea se encuentra enfrascada en un proceso de búsqueda de aeronaves autónomas con diferentes propósitos y aplicaciones. Uno de los más importantes es el Collaborative Combat Aircraft (CCA) que busca drones que incorporen misiles aire-aire, actuar como nodos de detección adicionales y proporcionar capacidades de guerra electrónica.

Asimismo, los drones dentro del programa CCA podría asumir otros tipos de misiones y trabajar con una lista más larga de plataformas tripuladas, incluidos los bombarderos furtivos B-21 Raider. La Fuerza Aérea del país norteamericano continúa por el momento estableciendo y afinando los requisitos de las aeronaves no tripuladas, pero lo que sí es firme es que busca adquirir, al menos, 1.000 unidades.

Las cuentas del Departamento de Defensa pasan por equipar con un mínimo de dos drones a cada uno de los 200 futuros cazas de combate de sexta generación y otras 300 unidades de cazas F-35A. Se espera que la Fuerza Aérea abra en 2024 a concurso el CCA para que las compañías aeronáuticas participen con sus propuestas y elegir a una o varias plataformas para su estudio en 2025.

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