El teatro Steve Jobs de Apple Park ha vuelto a llenarse por primera vez desde la pandemia. Lo ha hecho por la puerta grande, para presentar la segunda generación de AirPods Pro, los Apple Watch Series 8, SE y Ultra, así como la nueva familia de iPhone 14. Unos dispositivos que llegan durante este mes de septiembre a España con el reto de mejorar lo presente ofreciendo más y mejores funcionalidades, al tiempo que llegan con una subida de precio por la situación económica actual.

En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos podido tener un primer contacto con los nuevos productos de la compañía antes de poder probarlos a fondo. Una forma de tener una idea inicial para ver qué tal son, cómo se desenvuelven sus principales novedades  y llevarnos una idea desde Cupertino de cómo los nuevos productos de Apple volverán a marcar el ritmo del mercado. 

[Así fue la keynote 'Far Out' de Apple minuto a minuto]

Entre las novedades más llamativas se encuentran el Apple Watch Ultra, un reloj inteligente pensado para los aficionados a deportes extremos; la llegada del iPhone 14 Plus pensando en quienes quieren una pantalla y batería grande sin tener que irse al modelo Pro; la mayor diferenciación entre los iPhone de entrada y los Pro que nunca de la mano de funcionalidades y especificaciones exclusivas; así como unos AirPods Pro que mejoran un producto redondo. 

iPhone 14: más grande, mejor

La nueva familia de iPhone 14 le ha dicho adiós al modelo mini que llegó con el iPhone 12 y en su lugar ha desembarcado el iPhone 14 Plus, un teléfono de las mismas dimensiones que el Pro Max, y fue justo ese el primero que probé nada más llegar a la zona de demostración que Apple monta tras el evento. Tiene todos los mimbres para ser el teléfono que querías sin saber que querías. 

Seamos sinceros, a la mayoría de usuarios que tienen un iPhone no les hace falta irse al modelo Pro. Quieren un teléfono que funcione con fluidez, sea fácil de manejar, el contenido se vea mejor que bien, haga fotos increíbles y la batería le dure todo el día. Esa sería la carta a los reyes de cualquier usuario de smartphones. Es justo lo que ofrece el iPhone 14 Plus. 

Con 6,7 pulgadas el nuevo teléfono de Apple permite que quien quiere un teléfono grande no tenga que irse —y pagar— al modelo Pro Max. La pantalla Super Retina XDR se ve excelente y su autonomía es de 6 horas más que el modelo que el iPhone 14. Argumentos de peso para optar por el modelo grande.

La sensación en la mano es de ligereza. Pese a sus dimensiones es fácil y cómodo de manejar, ya que el uso de aluminio permite rondar los 200 gramos y ser más liviano que el iPhone 14 Pro pese a contar con más pantalla. 

La otra gran mejora de los nuevos iPhone 14 está en la cámara. Para poder hablar con propiedad sobre ello habrá que probarlo más a fondo pero la mayor apertura así como las nuevas tecnologías Photonic Engine y Modo Acción, como la mejora en grabación de vídeo, prometen unos resultados excelentes. 

Dynamic Island, una genialidad

Una renovación mucho mayor ha llegado a los iPhone 14 Pro y Pro Max. Aunque su diseño es casi calcado a la generación anterior, la renovación del nuevo teléfono para tratar de alcanzar la excelencia es total y no deja un rincón sin apuntalar. Pantalla, cámara, batería y potencia. Una bestia que redobla esfuerzos para no ser sólo el mejor teléfono del año, sino que sea la única herramienta que los creadores profesionales necesitan en su día a día. 

La apuesta por la cámara es tan fuerte que en esta ocasión los modelos Pro disparan el tamaño de sensor hasta uno de 48 megapíxeles. Esto no sólo permite coger más información y detalle de cada fotografía —que mejora con Photonic Engine— sino que permite además recortar cada escena multiplicando las posibilidades a la hora de hacer foto y vídeo. 

Con la tecnología Quad Pixel, el sensor combina cuatro píxeles en un único píxel grande equivalente a 2,44 µm, para optimizar la luz en un formato más asequible de 12 Mpx. Esta tecnología permite ahora tener un teleobjetivo intermedio de dos aumentos (aunque mantienen el 3x) que usa los 12 mpx para hacer fotos en alta resolución y vídeos en 4K sin necesidad de zoom digital. Más versatilidad en la cámara. 

Aunque las cámaras son notablemente más grandes y mejores, a falta de probarlas a fondo, no sobresalen en exceso. Se nota un módulo ligeramente mayor, pero en ningún caso tan radical como se puede ver en otros modelos de la competencia. El crecimiento del módulo es sutil y te tienes que fijar para apreciarlo. 

Sin embargo, la distinción más llamativa para reconocer a simple vista los nuevos iPhone 14 Pro es la denominada Dynamic Island, una genialidad en la interfaz para interactuar con las notificaciones y aplicaciones que tengamos en uso que no tardará en ser copiada por la competencia. Es la auténtica demostración de cómo Apple va al detalle y ha convertido un elemento repudiado como el notch en una de sus mayores virtudes en iOS 16 y en un elemento diferenciador, útil y único. 

En la actual generación de iPhone 14 Pro Apple ha cambiado esa muesca en la parte superior de la pantalla por un doble perforación. Sin embargo, lejos de dejar los dos huecos en negro —que en realidad forman una especie de i–, los ha unificado a través de software para que la banda negra sea mayor y se ajuste a las necesidades del usuario.

Esta Dynamic Island es tremendamente intuitiva y va mostrando información relevante para no tener que entrar en la aplicación de turno para seguir, por ejemplo, el resultado de un partido de fútbol. Podremos ver directamente desde la pantalla principal si cambia el marcador, el temporizador que tenemos puesto o qué música está sonando.

La otra gran novedad en la pantalla está en el sistema siempre activo. Es una funcionalidad que muchos teléfonos Android ya tenían y permite ver las notificaciones o mensajes sin necesidad de desbloquear el teléfono. Ahora, Apple lo ha hecho fiel a su estilo. Cuando se activa la sensación es como si la pantalla se atenuase en color, pero todos los elementos como widgets, actividades y el fondo de pantalla pueden verse a la perfección.

Esto es posible gracias al nuevo sistema de frecuencia de actualización de pantalla de 1 Hz y múltiples tecnologías de consumo eficiente que permiten que la autonomía no se degrade. Para ello no sacrifica ni la tecnología ProMotion ni el pico de brillo máximo, es más ahora alcanza los 2.000 nits, el doble que la generación anterior. La pantalla se ve como nunca y es un espectáculo.

Este Ultra es grandioso

Tras acabar el evento de ayer uno de los nombres propios era el Apple Watch Ultra. Un reloj ultrarresistente pensado para aquellos usuarios que buscan hacer deporte en situaciones límites y que quieren un smartwatch que les acompañe en sus aventuras. 

El Apple Watch Ultra es el reloj más grande y resistente que Apple ha sacado nunca. Está fabricado con titanio, cuenta con una caja de 49 mm y una cristal plano de zafiro para resistir mil y un golpes. A primera vista la impresión es que es tosco, digno de Action Man, sin embargo, en el momento en el que lo sujetas en la mano y te lo colocas en la muñeca el concepto cambia. Es ligero, cómodo de llevar y no da la sensación de llevar un intercomunicador espacial en vez de un reloj. Es la perfecta adaptación de cómo hacer que el exitoso Apple Watch sea más duro que nunca. 

Uno de los detalles más interesantes del Ultra con respecto al diseño está en su nuevo sistema de micrófonos y altavoces, así como su nuevo botón acción, que se puede configurar para iniciar entrenamientos al instante o marcar segmentos. En la parte del software dispone de algunas características exclusivas y especialmente útiles como el sistema de buceo hasta 40 metros, o la aplicación pensada para rutas en el monte donde la cobertura escasea y que permite ir trazando un camino de balizas virtuales sobre las que volver si nos hemos perdido. 

Pese a su mayor tamaño las correas de los Apple Watch de siempre siguen siendo compatibles, eso sí, la compañía ha sacado tres modelos exclusivos para el reloj (Loop Trail, Loop Alpine y Ocean) cuyos tejidos y sistemas de cierres hacen que sean resistente y a orueba de pérdidas. 

También tuve la oportunidad de probar los Apple Watch Series 8 y Apple Watch SE, los relojes enfocados para la mayoría de usuarios. El Series 8 incluye ahora un sensor de temperatura interno (con una variación de 0,1 grados) y con el que los usuarios podrán ver las alteraciones en este sentido en su aplicación de salud. En estos modelos la revolución es menor, y para probar sus diferencias con las generaciones anteriores es necesario hacerlo en un prueba más a fondo. Las sensaciones son buenas y continuistas. La máxima de si un diseño funciona no lo toques se cumple a la perfección.

AirPods Pro, el silencio

Por poner en contexto al lector, la zona de demostración que Apple abre al instante de que la presentación son unas largas mesas en la que los dispositivos están colocados libremente junto a un representante de la marca. No están anclados y puedes toquetearlos libremente, colocártelos para ver qué tal te quedan, así como pedir ayuda para descubrir las nuevas funciones que todavía no conoces.

A eso se le suma que los centenares de periodistas que salimos del Steve Jobs Theatre mordemos por ser los primeros en poder tener unos minutos los nuevos dispositivos en nuestras manos. Hay bullicio, hay movimiento y hay ruido. Mucho ruido. Hasta que te pones los nuevos AirPods Pro 2. 

Si la cancelación de ruido de los AirPods Pro lanzados en 2019 sigue siendo una de las mejores del mercado, la de la nueva generación parece ciencia ficción. Tienen la capacidad de aislarte en el lugar más insospechado, pudiendo tener una auténtica burbuja para concentrarte y olvidarte por completo de todo lo que pasa a tu alrededor. Tanto es así que ahora podremos ver en tiempo real desde el Apple Watch en cuántos decibelios ha bajado el ruido que recibimos en el oído. En mi caso, la estancia superaba los 80 decibelios y al ponérmelos rondaba los 55 db, una verdadera burbuja que ahora era capaz de medir. 

A esta cancelación de ruido hay que sumarle un nuevos sistema de transparencia personalizable, que permite al usuario gestionar cuánto quiere estar integrado en el entorno que le rodea, algo especialmente útil para entornos de trabajo ruidosos pero en el que tienes que estar en contacto con los compañeros. Sin embargo, lo más llamativo del modo transparencia es que a diferencia de la generación anterior, cuando lo tienes activado por completo es como si no llevases auriculares puestos. 

Apple ha perfeccionado tanto el sistema de transparencia que ha acabado con el retardo en la gestión del ruido externo, así como ha eliminado la distorsión en el retardo de nuestra voz. Algo extremadamente sutil, pero que permite la sensación de mantener una conversación con el modo de transparencia es la misma que si nos los hubiésemos quitado de la oreja. Pero no hace falta. 

Están pensados para aguantar puestos durante horas y por eso conservan el factor forma de la generación anterior, aunque lo hace con un matiz importante en su uso: los gestos. Ahora, además de poder presionar el auricular para pasar al modo cancelación o transparencia, así como pausar o reproducir la música, también podremos deslizar hacia arriba y abajo para controlar el volumen. Cuenta con una ligera respuesta sonora que da feedback de que la orden dada se está cumpliendo. 

Si buena es la cancelación de ruido también lo es la calidad musical. Por un lado ha llegado el audio espacial a los nuevos AirPods Pro, como sucedía en los AirPods de tercera generación y en los AirPods Max, que además lo hace con la posibilidad de personalizar la experiencia con cada usuario. Pero por otro lado los nuevos auriculares ofrecen ahora una reproducción musical más nítida con unos graves más profundos. Se nota la evolución en todos los sentidos. 

Otro de los cambios llamativos de los nuevos AirPods Pro está en su estuche. Ahora cuentan con un pequeño altavoz que permite hacerlos sonar para locarlizarlos si los hemos perdido y los podremos localizar a través de la búsqueda de precisión. El funcionamiento es como un AirTag. Además, disponen de una pequeña perforación en el lateral para poder pasar un cordel y colgarlos si lo deseamos.