En estos últimos meses, los mundos del teletrabajo y de la creación de contenidos para plataformas como Twitch han encontrado varios puntos en común. Ambos comparten ese espíritu potenciado por la pandemia del trabajo en la comodidad del hogar y el empleo de periféricos para el ordenador que hasta hace unos años parecían relegados a la desaparición. Para ponerlo en perspectiva, de marzo de 2020 al mismo mes de 2021, más de 1 millón de trabajadores en España se sumó a esta modalidad que ya asciende a 3 millones en total.

Todos los profesionales de la retransmisión de videojuegos y una parte muy importante de los teletrabajadores necesitan de una webcam. Esos dispositivos que hasta no hace mucho se cubrían de polvo en las estanterías más inaccesibles de casa. Pero esto ha cambiado, gracias en parte a dispositivos como Elgato Facecam (199 euros) que apuestan por llevar la calidad por bandera para los usuarios más exigentes de este tipo de tecnología.

Porque la calidad de una buena webcam es elemental para generar buen contenido y para ello necesita llevar componentes de primer orden acompañados por un software que esté a la altura.

Calidad profesional

Con la Facecam, Elgato se ha centrado en ofrecer la mejor calidad que puede dar una webcam al tiempo que intenta proporcionar la sencillez propia de un dispositivo plug and play que, tan solo con conectarla mediante el USB -incluido- al ordenador, ya todo funciona a la perfección.

Elgato Facecam IG

En cuanto al aspecto estético, la Facecam sigue unas líneas simples y minimalistas donde la gran lente es la protagonista indiscutible. Tras retirar la pieza de plástico que la protege mientras no se usa -y que también nos deja más tranquilos a nivel de privacidad- nos encontramos con un hardware especialmente diseñado por Elgato para proporcionar la mejor imagen para retransmitir.

Elgato ha creado su propia lente y ha recurrido a un sensor Sony Starvis CMOS. Esta combinación da unos resultados realmente buenos en condiciones de buena luz gracias a la lente de con apertura f/2.4. El exterior se completa con un LED que indica que la cámara está encendida y capturando imagen.

En el interior, Elgato Facecam dispone de un sistema de refrigeración que garantiza el mantenimiento durante las largas jornadas de retransmisión o videollamadas. También dispone de una pequeña memoria que guarda la personalización del usuario de forma local.

La webcam cuenta con un sistema de enfoque fijo que evita los desenfoques si nos movemos cuando estamos delante. Esto permite mayor libertad de movimientos siempre y cuando nos encontremos entre los 30 y los 120 centímetros para los que el enfoque funciona a la perfección.

Elgato Facecam IG

Uno de los puntos que hay que tener en cuenta y que supone una diferencia importante es que Elgato Facecam no cuenta con micrófono integrado. Según la marca, han preferido centrarse en la calidad de la imagen dejando a un lado una función que "no utiliza mucha gente". De hecho, la calidad de los micrófonos integrados en las cámaras suele ser la justa como para salir del paso y el usuario que compre la Facecam seguramente tenga ya un micrófono externo de calidad.

Tu webcam, a tu gusto

Acompañando a la cámara, Elgato ha presentado su aplicación de configuración y ajuste para la cámara que permite al usuario afinarla a su gusto. Un auténtico panel de mandos profesional con funciones automáticas para los que no quieren complicarse y manuales para los que necesitan un ajuste a su gusto más afinado.

Permite cambiar el campo de visión desde uno de 83,2 grados hasta otro de 24. Eso último también sirve para ir jugando con el zoom que, como suele ser lo habitual, cuanto más apliquemos menor calidad de imagen obtenemos debido al recorte y acercamiento que realiza de forma digital la webcam.

Camera Hub de Elgato IG

En cuanto a los parámetros de la imagen, el Camera Hub de Facecam permite retocar el contraste, la saturación y la nitidez al gusto del usuario final. También cuenta con un sensor automático de exposición con un modo manual así como un balance de blancos también con modo automático y manual.

La última de las opciones en la barra lateral está destinada al procesamiento de la imagen, pudiendo elegir entre 50 o 60 Hz. Por último, permite elegir la calidad del vídeo desde la máxima resolución 1080p a 60 fotogramas por segundo (FullHD 60fps) hasta la mínima de 540 a 30 fotogramas. 

¿Me la compro?

La experiencia de usuario desde el punto de vista de alguien con varias videollamadas por trabajo a la semana no puede ser mejor. La calidad de imagen transmitida es extraordinaria, sin cortes ni trabones y con un software de gestión que se puede manejar al gusto según las necesidades.

El salto de calidad respecto a las cámaras integradas en los ordenadores portátiles es abismal. Una diferencia equivalente es el de usar un micrófono profesional o el que viene dentro del ordenador. Normalmente, se da más importancia a la calidad del audio que a la de la imagen a la hora de realizar una videollamada, pero el vídeo, para según qué aplicaciones, es clave.

Elgato Facecam IG

Hoy en día no se puede entender una retransmisión de un videojuego en Twitch o YouTube sin una pequeña ventana donde se ve cómo va reaccionando el streamer. Y es donde Elgato Facecam desempeña un papel fundamental para ofrecer la mejor calidad y adaptarse a la iluminación siempre con el panel de mandos a golpe de ratón.

Quizá para el uso más de andar por casa compuesto de videollamadas grupales en herramientas como Zoom, Microsoft Teams o Google Meet esta cámara no está realmente indicada. En el mercado hay otras opciones más baratas que igualmente pueden servir al usuario medio o como primera aproximación a la retransmisión de videojuegos sin tener que desembolsar los 199 euros. Pero desde luego que para los profesionales del sector del gaming será una referencia a tener muy en cuenta.

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