La agencia espacial europea (ESA) tuvo que ordenar una maniobra de evasión a uno de sus satélites de observación, poco antes de que un objeto puesto en órbita por SpaceX pasase justo por su órbita.

El espacio pronto va a tener atascos. La caída en los costes, gracias a proyectos como el de SpaceX que permite reutilizar cohetes y otros componentes, permitirá que cada vez más empresas y organizaciones pongan satélites en órbita.

Y en un principio, eso no debería ser un gran problema; la Tierra es muy grande, así como la cantidad de órbitas posibles. Pero al ritmo que vamos, es inevitable que se convierta en un quebradero de cabeza.

Un satélite de SpaceX casi provoca un desastre

Anoche la ESA anunció el que probablemente será el primero de muchos casos similares, en el que un satélite tiene que tomar maniobras evasivas para evitar estrellarse con otro. Las buenas noticias es que, en este caso, eso fue posible.

Por supuesto, la llamada "basura espacial", piezas y naves que orbitan la Tierra sin control, lleva muchos años siendo motivo de conversación. Lo llamativo del objeto descubierto por el equipo dedicado a controlar el movimiento de esta "basura" es que en realidad, era un satélite activo.

En concreto, era uno de los 60 satélites que el pasado mayo SpaceX puso en órbita, en una espectacular maniobra que supuso almacenar los satélites en un racimo en el interior de la cofia del cohete.

El satélite de la ESA, ADM-Aeolus, está dedicado a la observación de la Tierra; en concreto tiene instrumentación capaz de detectar el movimiento de los vientos, algo especialmente útil para la previsión de la meteorología.

Satélites Starlink

En cuanto se confirmaron los cálculos, los ingenieros sabían que había una seria posibilidad de que Aeolus y este satélite de SpaceX chocasen. Para evitarlo, se determinó que la opción más segura era hacer que Aeolus cambiase de órbita, subiendo de altura respecto a la Tierra, para que pasase por encima.b  b

Cuando esta maniobra terminó, el satélite de SpaceX estaba a sólo media órbita de la posición del Aeolus; cualquier retraso podría haber tenido consecuencias desastrosas. Afortunadamente, poco después del calculado encuentro, Aeolus se conectó con tierra para enviar sus datos de manera periódica, como suele hacer.

Esta es una maniobra relativamente rara. Proyectos como el de Aeolus están acostumbrados a variar su órbita para evitar basura espacial, pero es raro que tengan que hacer esto para esquivar un satélite activo. Al fin y al cabo, la órbita de estos satélites es pública y es fácil calcular.

Sin embargo, aparentemente SpaceX se negó a modificar la órbita de su satélite. Según los responsables de basura espacial de la ESA, cuando informaron a SpaceX de la posible colisión, sus ingenieros respondieron que "no planeaban realizar ninguna acción". Eso no dejó más alternativa a la ESA, que tuvo que mover su satélite.

Estos son los primeros satélites del proyecto Starlink, que pretende ofrecer conexiones a Internet en cualquier parte del mundo. La idea es que en el futuro próximo unos mil satélites similares orbiten la Tierra ofreciendo servicio.

En su día la compañía de Elon Musk ya fue criticada precisamente por la posibilidad de que ocurriese lo que ha ocurrido hoy; el peligro es que Starlink y otros proyectos similares llenen el cielo de satélites e impidan el correcto funcionamiento del resto, o incluso pongan en peligro futuros lanzamientos.

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