Los diseñadores de moda existen desde hace una eternidad. Aunque a veces nos olvidemos y pensemos que es algo reciente, en tiempos del Imperio romano los más poderosos y poderosas ya querían estar a la última.

Curiosamente, sí que hay algo que no ha cambiado demasiado: seguimos comprando ropa en vez de confeccionarla nosotros mismos. ¿Por qué no aprovechar la tecnología para que cada uno cree sus propias prendas?

Algo así habrán pensado estos investigadores, ya que han desarrollado una IA que, aseguran, permitirá que cualquier persona diseñe su propia ropa, incluso aquellos que no tengan conocimientos del sector de la moda o del diseño. Os damos más detalles de cómo funciona.

Diseña tu propia ropa con esta IA

Un grupo de expertos del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT (Estados Unidos) ha creado un software con IA que facilitará que cualquier persona pueda personalizar o diseñar su propia ropa.

MIT CSAIL

Para llevarlo a la realidad, los investigadores se han basado en dos pilares, como relatan en TechCrunch. Uno de ellos es InverseKnit, un sistema capaz de crear patrones de manera automática a partir de miles fotografías de artículos tejidos. Básicamente es capaz de dar instrucciones precisas sobre cómo tejer.

El otro pilar es CADKnit, un software de diseño que permite a personas sin experiencia en diseño personalizar rápidamente plantillas, realizando tareas como ajustar el tamaño de la ropa, su forma final y modificar detalles decorativos. Dicho sistema combina imágenes 2D con CAD y software de edición de fotos para las plantillas.

¿Revolución en el sector textil?

Los creadores de este sistema pretenden que el diseño y la confección de prendas tejidas a máquina sea algo accesible a cualquier persona y no solo a los más adinerados. De hecho, lo comparan con el auge de la impresión 3D.

Alexandre Kaspar, líder del proyecto, prevé comercializar su software para que cualquiera pueda diseñar su ropa. Eso sí, los usuarios después deberían contratar a alguien para que les tejiera sus prendas, a no ser que sepan hacerlo ellos mismos.

Del mismo modo, el software facilitaría bastante el trabajo a los diseñadores, que perderían menos tiempo aprendiendo a marcar patrones en los tejidos, además de eliminar la necesidad de hacer prototipos.

Pese a sus potenciales usos, Kaspar insiste en que aún tienen que mejorar su tecnología. ¿Podrá revolucionar el sector textil o quedará en el olvido?

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