El juguete sexual siempre ha estado envuelto en ciertos tabúes propios de una situación ya establecida. La industria del sexo y su parte más tecnológica siempre han estado ligadas de una forma u otra al pensamiento general de los hombres, olvidándose de las necesidades de otros colectivos como los LGBTIQ+ o las personas que no se definen con un género específico.

Ya hay participantes en este tema que quieren cambiar dicho paradigma. Las personas que no están definidas por el rol de género que la sociedad les impone a menudo no encuentran un juguete sexual que respete dicha convicción, y la misión de Wild Flower, minorista no binario de juguetes sexuales, es acabar con este estigma.

Para ello ha ideado un juguete sexual que pretende acabar con los géneros: Enbyel consolador con forma de raya (sí, la raya marina) que permite bastantes más posibilidades que otros juguetes más convencionales.

Enby, el juguete sexual para acabar con los estigmas

Los problemas a los que se enfrentan los juguetes sexuales de esta clase no son pocos. Para empezar, existe una falta de influencia femenina y no binaria en el desarrollo de estos juguetes. Esto da a entender que los juguetes que vemos en el mercado son de "talla única", algo que no tiene sentido dado lo diferente que puede ser un cuerpo humano de otro.

Afortunadamente existe una mayor concienciación en el tema y los tabúes que regían dicho mercado ya no están tan presentes como antes. Se está innovando con los diseños de los juguetes sexuales, para que nadie, binario o no binario, se quede fuera.

El juguete que Wild Flower ha lanzado se llama Enby, y está pensado específicamente para que no esté ligado a ningún género específico. La idea vino después de que una amiga de los fundadores de Wild Flower, Amy Boyajian y Nick Boyajian, tuviera problemas con los juguetes sexuales de género habituales tras haberse sometido a una cirugía de afirmación de género.

Wild Flower

Según Amy: "Ella nos dijo que tenía que conseguir un juego de juguetes completamente nuevo para su cuerpo cambiante. Este fue un gran momento para nosotros: nos dimos cuenta de que queríamos crear un juguete que pudiera llevarlo a todas las etapas de la vida, sin importar su anatomía o identidad".

Necesitamos algo más de contexto. Alrededor de los años 70 el juguete sexual se volvió tremendamente popular, pero siguieron todos el esquema del pene básico. La industria pensaba que eran principalmente para mujeres y que únicamente servían para realizar penetración, y no estimulación. Amy explica que durante años la industria ha sido liderada y poblada con juguetes destinados a satisfacer las necesidades de los hombres y sus ideas de 'placer'".

La clave de Enby es que no está diseñado para un género específico, sino para cualquier cuerpo y cualquier identidad. El objetivo de Amy es "que las personas de todos los géneros, sexualidades y anatomías disfruten fácilmente de lo que Enby tiene para ofrecer: se puede colocar, frotar, colocar en un arnés o colocar entre los cuerpos para ofrecer estimulación en todos los lugares correctos.".

Wild Flower

Tal y como efectivamente podemos ver en el vídeo superior, este consolador además de adaptarse al cuerpo y a la identidad de la persona no sirve únicamente para penetrar, sino para estimular o copmplementar otros accesorios. Un diseño muy inteligente que no pocos agradecerán.

El gran problema de Enby no radica en el producto en sí, sino en la gran censura de Internet al desnudo que un servidor tuvo a bien comentar hace un tiempo. Wild Flower denuncia que sus promociones están altamente censuradas por gigantes como Facebook, ya sea en su red homónima o en Instagram.

Y no hablamos explícitamente de desnudos; en las imágenes que Wild Flower subía, por ejemplo, a Instagram veíamos personas racializadas o del colectivo LGBTIQ+ que claramente están discriminadas por la sociedad. Las redes les borraban "oleadas" de contenido, inclusive cuando este, de forma clara, no vulneraba las leyes de la comunidad.

Nick Boyajian lo denuncia claramente en TNW: "Últimamente, parece que Instagram está siendo especialmente duro en las páginas de educación y salud sexual, particularmente en aquellas dirigidas por personas queer y POC. Para encontrarnos, tiene que escribir nuestro nombre completo en la barra de búsqueda (e incluso entonces estaremos abajo en los resultados), y casi nunca nos mostramos en la sección "explorar" de Instagram".

Wild Flower

Es más que llamativo dado que esta clase de empresas de educación sexual o contenido para adultos responsable sigan sufriendo estos problemas cuando se adhieren estrictamente a las políticas de servicio de estas redes. Nick argumenta que las pautas de la comunidad se mantienen ambiguas a propósito "permitiendo que se implementen por capricho".

No obstante, no todo se debe al puritanismo de Instagram o Facebook, sino al de sus usuarios que denuncian este tipo de contenido por puro odio al sexo. "Desafortunadamente, dentro de la base general de usuarios de Instagram, todavía hay una gran cantidad de fobia al sexo, especialmente al sexo no cis-hetero, por lo que a menudo se nos informa incluso cuando no hemos violado las pautas".

Incluso con todo, Nick y Amy están decididos a remodelar la industria y Enby es el primer paso para ello dentro de una sociedad que aún lleva a rastras tabúes importantes. "Esperamos que Enby lidere el camino en la expansión de la industria de los juguetes sexuales, creemos que ya lo ha hecho, pero aún queda mucho trabajo por hacer".

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