Hace unas décadas el avance tecnológico tenía al menos tres frentes. Por un lado estaba Japón, con empresas como Sony o Toshiba. Por otro estaba Estados Unidos, donde IBM o Microsoft marcaban el ritmo. También en Europa había compañías muy relevantes, como Siemens, Nokia o Ericsson.

Pero eso era hace unas décadas. Actualmente, de esos tres frentes, sólo el estadounidense marca tendencia y a un nivel muy alejado de los otros dos. Es cierto que China contrarresta el poder americano pero eso a Europa no le sirve de mucho.

Esto ha propiciado que las grandes tecnológicas estadounidenses, centradas sobre todo en el software, hayan generado numerosos ingresos en el viejo continente, que no se traducen en impuestos para las arcas de sus estados. Y los responsables políticos empiezan a cansarse.

Alemania da el primer paso pero no es la única

olaf ministro alemania

La que es la primera economía europea ha declarado, mediante su ministro de economía, Olaf Scholz, que se necesita tomar un enfoque conjunto para evitar la evasión de impuestos de las grandes empresas estadounidenses.

Y no se refería sólo a la unión Europea, sino a un planteamiento global, dada la relevancia a nivel planetario de estas compañías.

Pero el país gobernado por Angela Merkel no es el único que se ha posicionado en esta dirección. Francia también ve con buenos ojos una medida de este tipo.

El miedo a una guerra comercial

El mayor problema de esta idea es que parece la típica motivación que un presidente como Donald Trump necesita para para aumentar su guerra comercial con el resto del mundo. Ya sabemos cómo se ha enfrentado a China, e incluso en las últimas horas cómo se ha enfrentado (al menos aparentemente) a Rusia.

donald-trump

Hacer lo mismo con sus viejos aliados no parece algo improbable, sobre todo porque sobre el papel tendría sentido. Si unos países perjudican a mis empresas, yo hago lo mismo. Eso es justo lo que Alemania teme y el propio Olaf ha pedido un tiempo para el debate. Son muchas las compañías germanas (sobre todo fabricantes de coches), que temen represalias por parte de los Estados Unidos.

Un cambio en la forma de pagar impuestos

Una de las opciones que se está barajando contempla que las principales empresas americanas no tributen con respecto a los beneficios que declaran en los países europeos, sino con respecto a los ingresos. Esto haría que el montante final fuera mucho mayor y es que Europa no deja de ser uno de los mayores mercados del mundo.

¿A quién no gusta esto en absoluto? Bueno, pues además de a Estados Unidos, a Irlanda, el país comunitario en el que las grandes tecnológicas han situado sus centrales para pagar menos impuestos gracias a los acuerdos del estado de este país con ellas. Aunque eso no ha servido en el caso de Apple.

Se especula con la posibilidad de que esta nueva metodología se empiece a aplicar en pocos meses pero se trata de una decisión demasiado relevante como para que tenga certeza aún. La administración Trump y las propias empresas afectadas es seguro que intentarán dinamitar la propuesta.

Noticias relacionadas