La Agencia Tributaria ha cumplido su palabra, y ha iniciado el proceso para comprobar si realmente hace falta controlar el sector de las criptomonedas.

A principios de año el Boletín Oficial del Estado reveló los planes de Hacienda ante la moda de las criptomonedas y blockchain; pese a que no se especificaban medidas concretas, asociaba a Bitcoin y otras monedas virtuales con el crimen organizado.

Bitcoin vigilado por Hacienda en busca de fraudes

El documento ya planteaba las primeras medidas para obtener y analizar información relacionada con el sector. Y hoy estamos viendo las primeras acciones al respecto: la ONIF (Oficina de Investigación del Fraude) ha requerido a 60 entidades la entrega de datos de sus cuentas y transferencias.

Entre las empresas que han recibido el requerimiento se encuentran 16 entidades financieras, además de empresas dedicadas a la compraventa de monedas virtuales y a las casas de cambio. Todas estas empresas tienen sede social en España, o presencia en el país a través de una sucursal; por lo tanto, no tendrán mucho más remedio que responder al requerimiento si no quieren problemas.

Entre los datos que Hacienda quiere obtener se encuentra la titularidad de las cuentas. Es decir, quiere poder asociar estas cuentas con criptomonedas con su propia información de los contribuyentes;  por eso también requiere la identificación de tarjetas vinculadas con esa cuenta. Por ejemplo, las tarjetas usadas para comprar criptomonedas.

Las empresas tendrán que compartir información sobre las transferencias desde y hacia esas cuentas. Se tendrán que identificar a compradores y vendedores, y el importe de la transacción y el tipo de cambio aplicado.

Las tiendas que aceptan criptomonedas, también afectadas

Pero los usuarios no son los únicos vigilados. Las entidades bancarias también tendrán que dar información sobre casas de cambio que tengan cuentas abiertas en el extranjero. Otros intermediarios, especialmente los que cambian euros a criptomonedas, también están bajo el foco.

LA ONIF incluso va a por las páginas web que aceptan pagos con criptomonedas; unas cuarenta empresas de Internet tendrán que aportar la facturación que hayan realizado con monedas virtuales, y qué porcentaje representa de la facturación total. Los datos de los clientes y otros datos internos como las facturas pagadas con criptomonedas no se quedan fuera.

Es innegable que Hacienda tendrá difícil para asociar la información de las cuentas obtenidas con contribuyentes españoles; pero eso no significa que no lo vaya a intentar. Por el momento la lucha contra el fraude usando criptomonedas no ha dado lugar a leyes; dependiendo de lo que la ONIF descubra de estos datos, puede que eso cambie en el futuro.