El papel de las redes sociales en la política y la influencia que los políticos pueden obtener gracias a ellas es más que evidente; vivimos en un mundo con Donald Trump como presidente de los EEUU, el primero de la historia que usó su posición como estrella en Twitter para conectar con sus votantes.

Facebook, Twitter y compañía han quitado importancia a su papel en las elecciones de 2016, en un intento de no asociarse con ningún bando; pero poco a poco se va descubriendo lo que realmente ocurrió, y cómo estas compañías fueron engañadas usando sus propias reglas.

Cómo la campaña de Trump consiguió datos de usuarios de Facebook

cambridge analytica 2

El último ejemplo es tal vez el mas evidente: se ha descubierto que Cambridge Analytica, la empresa de datos que trabajó en la campaña electoral de Donald Trump, obtuvo los datos de 50 millones de usuarios de Facebook sin pedírselos. Y lo más chocante de todo, lo consiguieron sin vulnerar las reglas de Facebook.

En 2015, el profesor Aleksandr Kogan de la Universidad de Cambridge desarrolló una app llamada “thisisyourdigitallife” (“estaestuvidadigital”), que usaba nuestros datos de Facebook para predecir nuestra personalidad; una curiosidad como muchas que se han publicado, y que, como es evidente, nos pedía iniciar sesión en Facebook usando Facebook Login;  esta herramienta permite a los desarrolladores facilitar el acceso a sus apps usando nuestra cuenta de Facebook, en vez de tener que crear una cuenta sólo para la app.

facebook login

Hasta ahí, nada nuevo. Facebook Login advierte a los usuarios que la app puede ver su perfil público, pero eso es lo normal; sobre todo si la app se centra en analizar nuestro perfil. Unos 270.000 usuarios se conectaron de esta manera para probar la app, que pasó al olvido casi inmediatamente.

Un año después, Cambridge Analytica, una firma de gestión de datos, había obtenido los datos de 50 millones de personas a partir de esas 270.000 iniciales que había obtenido Kogan.

cambridge analytica

El problema es que Facebook Login no daba acceso sólo a nuestro perfil, sino también a datos sobre nuestros contactos en Facebook; los desarrolladores no podían obtener toda la información de los amigos, pero sí la suficiente como para crear un perfil relativamente completo.

Aproximadamente 30 millones de los perfiles recopilados contienen información muy personal, como la dirección de nuestro hogar. Y todo eso, sin obtener permiso de todos esos usuarios.

Confusa, Facebook se hiere a si misma

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Y esto no era un bug de Facebook Login, ni un truco desconocido. La propia Facebook documentó estas funciones en sus términos de uso, por lo que era una técnica permitida. Algo que la compañía ha intentado tapar como ha podido desde entonces; los nuevos términos de uso no permiten obtener tantos datos de nuestros amigos cuando iniciamos Facebook Login.

Ahora Facebook se encuentra con el embarazoso papel de aliado de Donald Trump y su campaña, aunque lo hayan hecho “sin querer”. Así que está tomando medidas para intentar distanciarse lo máximo posible de este escándalo, con resultados algo pobres hasta ahora.

Para empezar, ha suspendido la cuenta de Cambridge Analytica, pero no por obtener los datos de 50 millones de usuarios (ya que eso estaba permitido en su momento); en vez de eso, lo ha hecho porque Kogan no debería haber compartido con ellos los datos de los usuarios que usaron su app. Es decir, como detener a Al Capone por evasión fiscal.

El jefe de seguridad de Facebook, Alex Stamos, decidió huir hacia delante, criticando a los medios que publicaron esta noticia por hablar de “violación de datos”; su postura es que otras “plataformas prominentes” también permiten acceso a los contactos, y que este acceso estaba documentado en los términos de uso. Desde entonces, Stamos ha borrado estos tuits.

Que conseguir los datos de 50 millones de personas no sea un caso de “violación de datos” para Facebook es precisamente el problema de la compañía. Que haya sido la campaña de Trump la que se haya aprovechado de esta filosofía de la compañía es sólo la puntilla; podría haber sido cualquier otro grupo o compañía, pero que haya sido Cambridge Analytica es el inicio de otra pesadilla para Facebook.

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