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Pedro Muñoz, en Ciudad Real, no solo destaca por su actividad vitivinícola. En los últimos años, esta pequeña localidad manchega ha sido la escogida por el Ejército de Tierra para evaluar distintos sistemas contra drones, muchos de los cuales conforman en la actualidad las capacidades antidrón de la fuerza. Ahora, también se ha transformado en el escenario de pruebas de un nuevo sistema de guerra electrónica (EW).

A las afueras de este municipio, rodeados de viñedos, personal del Regimiento de Guerra Electrónica 31 (REW 31), al mando del teniente coronel Jesús Olmedo, han comprobado esta semana las capacidades de Crberus, una plataforma de mando y control desarrollada por la empresa TRC a lo largo de los últimos tres años.

Desde la compañía han explicado a EL ESPAÑOL que Crberus permitirá a los militares desplegados sobre el terreno tener, al analizar el espectro electromagnético del campo de batalla, una conciencia situacional completa de todo lo que los rodea y, así, identificar las amenazas del entorno. El sistema tendrá su debut oficial a finales de este mes, en el ejercicio Atlas.

Tanto el Ejército como la industria están pendientes de que el Gobierno de su visto bueno al proyecto que Defensa tiene en carpeta para fortalecer las capacidades de EW de Tierra, tanto pesada como ligera.

Justamente, en esta última modalidad es donde se ubica la tecnología de TRC. La previsión es que la iniciativa salga adelante antes de que concluya 2025.

De acuerdo a los planes de la cartera que lidera Margarita Robles, este programa, con un presupuesto de 646 millones de euros, será adjudicado de manera directa a Indra en base al artículo 346 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que permite excluir ciertas compras militares de las normativas de la UE por razones de seguridad nacional.

En este sentido, dentro del sector esperan que la multinacional liderada por Ángel Escribano se apoye en empresas más pequeñas para llevar a cabo este proyecto. Entre ellas, TRC parte con ventaja, dado que Crberus ha sido diseñada codo a codo con el REW 31 de acuerdo a las necesidades de la unidad que, a su vez, ha sido la responsable de confeccionar los pliegos del programa.

Vídeo | El sistema de guerra electrónica Crberus

"Estamos intentando que Indra acoja nuestro mando y control, con el objetivo de no perder tiempo en desarrollar lo que ya tenemos", ha indicado el CEO de TRC, Alfredo Estirado. Además, el empresario ha señalado que los distintos componentes de su sistema son un desarrollo 100% español o europeo y han prescindido de la tecnología israelí, en sintonía con los lineamientos de Defensa.

Según fuentes militares, alrededor del 60% de los 646 millones del programa se destinará a la guerra electrónica ligera. La previsión es incorporar un total de 16 sistemas cada uno de ellos compuesto por dos vehículos Vamtac dotados de capacidades EW.

Características de Crberus

Estirado ha destacado que una de las principales innovaciones del sistema de mando y control que postulan para el programa que está a punto de ver la luz es el uso de la inteligencia artificial, la cual facilita el trabajo de captación, reconocimiento e interpretación de las señales electromagnéticas, responsabilidad que actualmente recae en los analistas del REW 31.

"Hay muchos más conflictos que analistas de radio y desplazar analistas de radio a todos los posibles conflictos de zona de donde estamos interviniendo es imposible", ha subrayado el CEO de TRC.

Un vehículo Vamtac en versión EW equipado con el sistema Crberus TRC/Indie

La versión básica del Crberus integra alrededor de diez sensores, ya sean radares, cámaras e incluso sistemas de inhibición de sistemas no tripulados. El diseño es escalable y modular, lo que permite incorporar nuevos sensores y prestaciones, de manera tal que de actualizar continuamente sus capacidades.

"La tecnología avanza tan rápido que si no te puedes adaptar quedas desfasado muy pronto", ha advertido a EL ESPAÑOL Paula Martín, directora de producto de TRC.

Sistema Crberus en el interior de un vehículo Vamtac TRC/Indie

El sistema desarrollado por la empresa tiene dos configuraciones: una on the move, es decir, montado en un vehículo; y otra portable, capaz de alojarse en una tienda de campaña o en una instalación fija.

Mediante Crberus, los militares en la primera línea de combate pueden visualizar en una pantalla, mediante un único sistema operativo, la información recolectada por múltiples sensores y, gracias a ella, decidir cómo hacer frente a las posibles amenazas.

Así, Crberus permite enviar los datos recolectados a niveles de toma de decisión. "Con la herramienta de mando y control que hemos diseñando, los soldados pueden escalar de manera segura y cifrada la información hacia una escala superior del Ejército, sin necesidad de que se envíe a través de otros medios", ha detallado la experta de TRC.