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Las fuerzas especiales de la Armada han dado un nuevo impulso a su preparación operativa en un contexto estratégico de gran importancia: el Cuerno de África. El adiestramiento, incluido en la segunda fase del ejercicio Vandal II, llevado a cabo en el marco de la operación Atalanta, se desarrolló en aguas cercanas a Mogadiscio, la capital de Somalia, y ha permitido a las unidades desplegadas perfeccionar maniobras de desembarco y evacuación.

Durante estas acciones, el helicóptero SH60-B embarcado en la fragata Navarra y la unidad Estol IV de la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Infantería de Marina realizaron un reconocimiento en tierra de diferentes puntos de interés en la capital somalí.

Estas maniobras tienen lugar dado que estas zonas podrían convertirse en escenarios de operaciones de extracción de civiles y personal militar europeo, así como de infiltración en situaciones de amenaza directa.

De esta manera, la aeronave SH60-B verificó varios puntos de toma en instalaciones costeras somalíes, asegurando su idoneidad para operaciones de carga, evacuación médica o despliegue rápido de personal en tierra. Paralelamente, el Estol IV de la FGNE realizó un exhaustivo reconocimiento de playas y áreas de desembarco, conocidas en terminología militar como RECCE.

Este tipo de operaciones son parte integral de las capacidades de la FGNE, cuyos miembros están especializados en llevar a cabo reconocimientos desde el aire, la superficie del mar o el subsuelo gracias a sus equipos de buceadores de combate.

Estas maniobras cobran especial importancia porque permiten preparar a las fuerzas navales para escenarios críticos como es Somalia, donde la inestabilidad política y la amenaza de grupos terroristas es constante.

Por tanto, disponer de planes de extracción rápida y bien ensayados es una garantía de seguridad para las operaciones de la Unión Europea.

Formación de efectivos somalíes

En paralelo, la dotación del buque y efectivos de la misión europea EUTM–S, dedicada al refuerzo de capacidades civiles en el ámbito de la seguridad marítima, llevaron a cabo una jornada de formación con miembros de la Guardia Costera de Somalia.

A bordo del buque español se realizaron sesiones teórico-prácticas de primeros auxilios y de técnicas de visita y registro de buques. Estas actividades están orientadas a fortalecer las capacidades de las fuerzas locales, pieza fundamental para garantizar el control de sus aguas, la defensa contra la piratería y reducir la dependencia de la seguridad internacional.

Participantes del ejercicio Vandal II EMAD

Los ejercicios conjuntos con autoridades locales también contribuyen a mejorar la interoperabilidad de las distintas misiones desplegadas por la Unión Europea en el Cuerno de África, fomentando la coordinación entre las iniciativas estrictamente militares, como Atalanta, y las de carácter civil, como EUCAP-S.

Durante esta formación, el buque español recibió la visita del comandante de la EUTM–S, el brigadier general Marco Manzone de Italia, quien fue informado sobre las actividades operativas desarrolladas en el ejercicio Vandal II y sobre la participación de España en la fase LIVEX del ejercicio Blue Shield,que tendrá lugar el próximo mes de octubre.

Manzone fue recibido por el comandante de la Operación Atalanta, contralmirante Francisco Javier Vazquez Sanz, y por el comandante de la fragata Navarra, capitán de fragata Valentín Calvar Cerecedo, quienes le guiaron durante su estancia a bordo.

El militar italiano pudo conocer las capacidades de la fragata, como sus sistemas de mando y control, que le permiten cumplir sus cometidos en la operación Atalanta y, más en concreto, garantizar la monitorización efectiva del Índico Occidental. Finalmente, ambas partes aprovecharon para plantear objetivos comunes y explorar vías de coordinación para asegurar el cumplimiento de sus respectivas misiones.

16 años en el Cuerno de África

La fragata Navarra, con base en Rota y perteneciente a la 41ª Escuadrilla de Escoltas, es un veterano buque de la Armada con más de 30 años de servicio. Se encuentra desplegada en el océano Índico desde junio, tras haber relevado en Yibuti a la fragata Reina Sofía.

Para la Navarra esta es ya su sexta participación en la operación Atalanta, la misión europea destinada a luchar contra la piratería y a reforzar la seguridad naval en una de las zonas más estratégicas y complejas del planeta, dada su importancia en el comercio marítimo internacional. España participa en Atalanta desde su inicio, en 2009.

La dotación del buque está formada por más de 220 personas, lo que incluye una Unidad Aérea Embarcada con el ya mencionado helicóptero SH-60B y un dron de vigilancia Scan Eagle, además de un Equipo Operativo de Seguridad de Infantería de Marina y miembros del Estado Mayor de la operación Atalanta.