Tras la Cúpula de Hierro israelí y la futura Cúpula Dorada de Donald Trump, llega ahora la Cúpula de Acero de Turquía. Ankara ha dado un paso fundamental en la salvaguarda de su territorio con la incorporación de casi medio centenar de vehículos que, dotados de radares, sistemas de defensa aérea y guerra electrónica, serán una pieza clave en el escudo antimisiles y contra enjambres de drones que planea implementar el Gobierno turco.
Se trata de 47 vehículos que han sido entregados por Aselsan, la mayor empresa armamentística de Turquía, cuyo valor asciende a algo más de 394 millones de euros. "Con la Cúpula de Acero, Turquía ahora juega en una liga diferente en defensa aérea", ha destacado el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante la ceremonia de entrega oficial de las unidades.
A lo largo del acto, Erdogan ha subrayado el salto tecnológico que suponen estos sistemas. "En defensa aérea, estamos inaugurando una nueva era para nuestro querido país", ha enfatizado. "Estos sistemas simbolizan la fortaleza de Turquía".
La Cúpula de Acero constituye el esfuerzo más ambicioso de Ankara para erigir un escudo nacional de defensa aérea multicapa frente a amenazas cada vez más diversas, desde drones y misiles hasta artefactos de artillería.
Según las autoridades turcas, este escudo representa un auténtico "sistema de sistemas", diseñado para integrar y coordinar múltiples plataformas y sensores. Esta red, alimentada por inteligencia artificial, permitirá crear y difundir en tiempo real una Imagen Aérea Reconocida (RAP), ofreciendo a los comandantes una visión integral de amenazas sobre todo el espacio aéreo nacional, según han detallado.
El escudo contempla defensas superpuestas para amenazas de baja, media y gran altitud. Para cotas bajas, destacan el cañón antiaéreo Korkut (35 mm), su versión naval Gokdeniz y variantes más antiguas como Bofors y Stinger. El arsenal se complementa con sistemas C-RAM de Korkut y plataformas como Burç (30 mm), Gürz (35 mm) y Goker (35 mm).
En cuanto a los misiles, el Hisar-A+ y variantes como Sungur y Hisar ManPADS, montados en vehículos BMC Vuran, brindan cobertura eficaz. Sistemas extranjeros como Rapier y Stinger coexisten por ahora, mientras que para la defensa naval se desarrollan proyectos como Goksur y Levent.
El Hisar-O+ y su versión naval, el Hisar-OD, protegen a media distancia, junto a los antiguos misiles HAWK XXI estadounidenses. Para gran altitud, el programa Hisar-U/Siper avanza con la entrada en servicio de la variante Siper Blok 1.
La Cúpula de Acero se nutre de radares avanzados, entre ellos el ERALP de largo alcance, el MAR móvil, el Kalkan de adquisición y el AKR para control de tiro terrestre y naval. A estos se suman el sistema nacional de posicionamiento Kaşif, la antena GPS KKS y la unidad de medición inercial ATLAS.
La infraestructura digital del sistema se apoya en el proyecto TSK, lanzado en diciembre de 2024 para administrar en tiempo real datos de amenazas y operaciones.
Asimismo, el gobierno turco está ampliando su arsenal de ataque de precisión con municiones guiadas MAM, sistemas antitanque OMTAS y UMTAS, cohetes guiados TRLG y misiles estratégicos Tayfun, Akya y Atmaca. También introduce armas de energía dirigida, como los sistemas de láser Alka y Gokberk, combinados en el híbrido Gürz, capaz de interceptar drones y proyectiles.
Inversiones industriales
Aselsan ha acometido una serie de importantes inversiones no solo para fortalecer su rol protagónico dentro del entramado industrial turco sino también para ganar peso en el ámbito internacional, con el fin de competir de tú a tú con los gigantes del sector militar a nivel mundial.
En este sentido, en los últimos meses la compañía ha inaugurado 14 instalaciones por un valor de 240 millones de euros, con los que persigue incrementar significativamente su capacidad de producción y generar cerca de 4.000 empleos directos.
Erdogan (c) junto a autoridades militares y de la empresa Aselsan
Entre los nuevos espacios puestos en marcha destacan una oficina de diseño de sistemas de defensa aérea, una instalación auxiliar de producción e integración de radares, una instalación de investigación y desarrollo de materiales de ingeniería avanzada, una oficina de diseño de sistemas electroópticos y una instalación de sistemas de municiones guiadas.
Sin embargo, la mayor inversión -1.285 millones de euros- recaerá en la construcción de la Base Tecnológica de Ogulbey, un centro de 585.000 metros cuadrados de los que 132.000 estarán ocupados por salas blancas, laboratorios y áreas de producción.
"Esta inversión duplicará con creces la capacidad de producción en masa de Aselsan, posicionando a nuestro país como pionero no solo en la región, sino también a nivel mundial", ha prometido Erdogan.
