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Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Corea del Sur están decididas a fortalecer su alianza estratégica en materia de defensa. Tras adquirir obuses autopropulsados K9 Thunder, lanzacohetes múltiples Chunmoo y diversos vehículos blindados a la industria surcoreana, ahora la monarquía del golfo Pérsico ha echado el ojo a los aviones de combate desarrollados en el país asiático.

Son dos las aeronaves en las que se ha fijado el Gobierno emiratí: el entrenador FA-50 y el caza KF-21 Boramae, ambos fabricados por Korea Aerospace Industries (KAI). Tal es el interés por estos aparatos que incluso una comitiva de EUA viajó días atrás a Corea para conocerlos de primera mano.

En concreto, a principios de este mes, el subsecretario de Defensa de Emiratos Árabes Unidos, Ibrahim Nasser Mohammed Al Alawi, voló en el asiento trasero de un prototipo biplaza del KF-21. El pasado abril, había hecho lo propio el comandante del Centro de Guerra Aérea, el general Azan Al Nuaimi.

En esta oportunidad, el emisario emiratí estuvo acompañado por el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, general Lee Young-soo, quien se puso a los mandos de un FA-50 para mostrar todas las capacidades de este caza ligero.

Esta última aeronave es una de las alternativas que baraja Abu Dabi para dotar a su fuerza aérea de un nuevo avión de entrenamiento, especialmente tras fracasar las negociaciones por el M-346, fabricado por la empresa italiana Leonardo. El plan de EUA supone la compra de entre 35 y 40 unidades.

El FA-50 ya ha sido seleccionado por diversas naciones de distintas partes del mundo. Polonia, por ejemplo, cerró la compra de 48 de estos aviones, en septiembre de 2022, convirtiéndose en el primer cliente europeo de la aeronave coreana.

Años atrás, incluso España sopesó adquirir una versión anterior al FA-50 como reemplazo de los F-5, los aviones en los que actualmente se adiestran los futuros pilotos de combate del Ejército del Aire. Sin embargo, el proyecto no prosperó y el Gobierno español se ha decantado por la aeronave turca Hürjet.

Alternativa al F-35

Por su parte, el KF-21 Boramae es un caza que KAI ha desarrollado para la Fuerza Aérea de Corea del Sur, con Indonesia como socio menor. En la actualidad, es la joya de la industria aeroespacial surcoreana y el proyecto de aviación militar más ambicioso en la historia del país asiático.

El KF-21 es un caza multifunción de 4.5 generación, concebido para desempeñar tanto misiones de superioridad aérea como de ataque a superficie. La aeronave está preparada para portar una variada gama de armamento guiado de precisión, de origen tanto nacional como occidental, lo que le otorga gran flexibilidad para clientes internacionales.

Caza KF-21 KAI

Su diseño, optimizado para reducir la firma radar, combina tecnologías furtivas con un radar AESA desarrollado localmente, sensores infrarrojos de búsqueda y seguimiento, un potente ordenador de misión y avanzados sistemas de guerra electrónica.

Con una velocidad máxima de Mach 1,83, un radio de combate cercano a los 1.000 kilómetros y elevada capacidad de carga, busca situarse como un puente tecnológico entre los cazas de cuarta generación actuales y los modelos de quinta generación con baja detectabilidad.

En este sentido, a diferencia del F-35, el KF-21 no alcanza el mismo nivel de sigilo ni cuenta con toda la red de conectividad propia de una aeronave de quinta generación.

Sin embargo, esta desventaja se ve compensada por un precio de compra y operación mucho más bajo, un mantenimiento más sencillo y menores limitaciones para su exportación, lo que se traduce en una mayor autonomía operativa.

De esta manera, el caza surcoreano se posiciona como una buena alternativa para el avión desarrollado por Lockheed Martin, especialmente ante el desencuentro entre Washington y Abu Dabi respecto a una posible transacción por el F-35.

Pese a que el Departamento de Estado de Estados Unidos dio luz verde a la venta de 50 de estos aviones de combate, por 10.400 millones de dólares (8.600 millones de euros al cambio actual), a finales del primer mandato de Donald Trump, con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca la misma se paralizó.

No obstante, el regreso del republicano no parece haber sido suficiente para reactivar la operación y desde el Gobierno emiratí ya han expresado públicamente que no tienen intenciones en retomar las negociaciones.

Complemento para los Rafale

Asimismo, el KF-21 se posiciona como el complemento ideal para los F-16 y los Rafale F4 de EAU, estos últimos comprados a Francia, justamente, tras no llegar a un acuerdo con Estados Unidos por el F-35.

En 2021, el país del golfo Pérsico se transformó en el mayor cliente del avión desarrollado por Dassault, solo por detrás de Francia, al adquirir 80 unidades mediante un contrato valorado en 16.600 millones de euros. Los primeros aviones comenzaron a llegar este 2025.

En comparación con el Rafale, el KF-21 es una plataforma modular más moderna, con mayor potencial para la integración de futuros sistemas y una arquitectura abierta para actualizaciones más rápidas.

Así, el avión surcoreano podría convertirse en un elemento clave en la estrategia de modernización de la fuerza aérea emiratí. La capacidad del KF-21 de integrar armamento no estadounidense, sumada a la posibilidad de participación de la industria local, lo convierten en una aeronave más que interesante para Abu Dabi.