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El programa espacial más relevante de cuantos tiene actualmente el Ministerio de Defensa español tiene como protagonistas a los dos satélites SpainSat NG. El primero de ellos se lanzó el 28 de enero de este 2025 y el segundo tiene previsto hacer lo propio no antes del próximo 22 de octubre.

De ambos lanzamientos se encarga SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, que emplea en exclusiva su cohete Falcon 9 para lanzar sendos satélites impulsados por la compañía pública española Hisdesat.

Mientras el primer satélite está actualmente ejecutando sus últimos ajustes antes de la puesta en servicio, el segundo ejemplar se encuentra en las instalaciones de Airbus Defence and Space en Toulouse (Francia), a las que EL ESPAÑOL ha podido acceder.

Vídeo | El satélite español "protegido contra explosiones nucleares"

Se trata de una sala blanca donde Airbus lleva a cabo algunos de los programas espaciales del ramo satelital más importantes. La infraestructura, que prácticamente aglutina toda la cadena de fabricación de plataforma, integración y pruebas para el programa español, es una de las referencias mundiales.

La compañía fue elegida como contratista principal para el programa y, además de poner la plataforma, también se ha encargado de la antena en banda X. Este instrumento es una de las cargas de pago más determinantes de estos satélites y factor diferenciador clave de la constelación española respecto al resto de sistemas satelitales.

"Se trata de dos satélites para comunicaciones seguras, los más avanzados de Europa", tal y como declaró Enrique Granell, responsable de carga útil de banda X de los satélites en Airbus.

El grado de protección y estándares de calidad y fiabilidad son máximos. Incluso está diseñado para resistir explosiones nucleares.

En total, un 45% de los elementos que componen el satélite han sido fabricados en España, lo que supone un incremento de casi el 100% respecto a la anterior generación que ya se encuentra en tiempo de descuento.

Constelación española

Las capacidades que aporta la constelación la convertirán en una de las más "importantes de Europa y del mundo", aseguró Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Defensa, en una rueda de prensa realizada en las instalaciones de Airbus en Toulouse.

Ambos satélites proporcionarán esas comunicaciones seguras tanto a las Fuerzas Armadas españolas como a los aliados de la Unión Europea y la OTAN. Se emplearán tanto para la "protección de sus intereses nacionales como para operaciones de mantenimiento de la paz fuera de las fronteras", prosiguió Valcarce.

Además de las aplicaciones del entorno militar, también servirá para proporcionar una pasarela de comunicación en la protección de instalaciones e infraestructuras críticas para la seguridad nacional y en escenarios de emergencia.

SpainSat NG 2 Rodrigo Mínguez Toulouse (Francia)

Además de Airbus Defence and Space, también han participado en el diseño, desarrollo y construcción del satélite GMV, Sener e Indra; como otras de las compañías con un peso importante en el programa repartidas por todo el territorio nacional.

Desde que se lanzó a finales de enero, estos meses han servido al equipo de Hisdesat para ir llevando a la órbita final al SpainSat NG 1. "El lanzador nos dejó a unos 400 km de la superficie de la Tierra y, durante este tiempo, la hemos incrementado hasta conseguir una órbita circular a 36.000 kilómetros", ha explicado García Primo.

El siguiente paso importante se realizará a finales de este mes de julio o principios de agosto, cuando el SpainSat NG 1 se desplace a la misma posición orbital del XTAR-EUR, el satélite que actualmente brinda este servicio y que lleva más de 20 años en el espacio.

Una vez se realice el relevo y las funciones de comunicaciones las tome el SpainSat NG 1, el XTAR-EUR se llevará a la órbita cementerio, situada unos 250 km más arriba, donde permanecerá por los restos.

Ingenieros de Airbus trabajando en el SpainSat NG 2 Rodrigo Mínguez Toulouse (Francia)

En cuanto al estado del SpainSat NG 2, los ingenieros ya han finalizado la campaña de ensayos ambientales y han realizado la prueba de vacío térmico casi al mismo tiempo que se lanzaba el primer ejemplar.

También han ejecutado todas las pruebas mecánicas, tanto de vibración como de acústico, y el satélite se encuentra actualmente enfrentándose a la fase de pruebas finales.

Toda la fase de producción de este segundo SpainSat NG se ha visto facilitada desde el punto de vista técnico, ya que se trata de un "satélite gemelo" respecto a la primera unidad, tal y como ha explicado a este medio Basilio Garrido, director de operaciones y programas de Hisdesat. No hay un sólo cambio a bordo del nuevo ejemplar.

Cuando ambos satélites se encuentren en su órbita asignada y entren en servicio, la cobertura de comunicaciones que proporcionarán abarcará desde Estados Unidos hasta Singapur.

Resistente a bombas nucleares

El satélite mide 7,2 metros de altura, pesa 6 toneladas y, cuando tenga los paneles solares desplegados, medirá más de 42 metros de envergadura y generará 21 kW de energía para alimentar a todos los sistemas.

"Una característica importante de estos satélites es que incorporan las tres bandas de operación militar: la banda X, banda Ka militar y UHF", señala Garrido. "Somos prácticamente los únicos que tenemos las tres bandas integradas en la misma plataforma".

Detalle de las antenas de banda Ka militar Rodrigo Mínguez Toulouse (Francia)

Tal y como explica el experto, la banda Ka se utiliza para difusión que requiera un amplio ancho de banda en zonas concentradas, como por ejemplo la retransmisión de varias fuentes de vídeo en mitad de una operación militar.

La banda X se emplea para mando y control y la UHF son comunicaciones más tradicionales, como las que puede realizar un soldado en el campo de batalla empleando su dispositivo de mano.

Además de las plataformas en superficie, Garrido apunta a que se puede establecer comunicación con medios aéreos. "Podemos hacer el seguimiento de varios aviones con un solo haz de la antena" con el fin de proporcionar más capacidad de transmisión de información.

Además de cámaras integradas por si otros se acercan demasiado a los SpainSat NG, estos satélites "tienen una protección contra explosiones nucleares en altura, un requisito de la OTAN".

A propósito de esta organización internacional, la Alianza Atlántica "es el primer cliente de Hisdesat" y, tal y como explica Garrido, "está deseando que pongamos en servicio el SpainSat NG 1 para comenzar a utilizarlo".

Regresando al terreno nuclear, Garrido apunta a que para poder darles servicio, "necesitamos tener ese nivel de protección". Esto se consigue integrando una "especie de blindaje" que se introduce dentro del propio satélite y lo protege de estos eventos radiactivos.

Detalle de parte de la protección contra explosiones nucleares Rodrigo Mínguez Toulouse (Francia)

Además, también sirve a la plataforma para evitar la radiación solar. Estar preparado para resistir a una explosión nuclear le da "robustez" para lidiar con la radiación espacial que se experimenta de forma natural.

"Existen dos componentes que limitan la vida de un satélite". El primero es el combustible y el segundo la "radiación acumulada". Contar con esta protección extra permitirá alargar el tiempo de servicio y la vida útil en órbita.

Otro de los puntos clave de los satélites es su capacidad para "geolocalizar emisores en la superficie terrestre y mitigar interferencias", explica en este caso Enrique Granell.

Se trata de una herramienta muy útil que tendrán las Fuerzas Armadas españolas y aliados. Mientras el satélite está siendo interferido, puede detectar la localización de la fuente que está originando la perturbación y anularla para que deje de ser un problema.