Las claves
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El exprimer ministro de Reino Unido, Tony Blair, ha sido excluido de la lista de candidatos para dirigir el Consejo de Paz propuesto por Donald Trump para dirigir la transición en la Franja de Gaza si hay un alto el fuego.
El motivo no es otro que la oposición frontal de gobiernos árabes y musulmanes, que han rechazado su elección por su apoyo a la invasión de Irak liderada por Estados Unidos en 2003, según fuentes citadas por Financial Times.
De hecho, cabe recordar que Blair se alineó con el entonces presidente estadounidense, George Bush, y su guerra de Irak, y para muchos es considerado como un "criminal de guerra", aunque no así por las instituciones de justicia internacionales.
Esta invasión le llevó, incluso, a renunciar como primer ministro en 2007 por el desplome de su popularidad.
Blair ha sido, hasta ahora, el único nombre que Trump ha apoyado para dirigir y coordinar su plan de 20 puntos para poner fin a la guerra entre Israel y Hamas a fines de septiembre.
De hecho, el presidente de EEUU le llegó a calificar de "muy buen hombre", mientras que el expremier calificó esta propuesta, así como su elección para dirigir la Autoridad Internacional de Transición de Gaza (GITA), como una propuesta "audaz e inteligente", manifestando públicamente su disposición a formar parte de este organismo.
Dos meses y medio después, su nombre ha sido excluido, aunque ya en el mes de octubre Trump daba visos de que esto podría llegar a ocurrir. "Siempre me ha gustado Tony, pero quiero asegurarme de que sea alguien aceptado por todos", dijo.
Ahora, el mundo árabe y musulmán veta a Blair por ser una figura controvertida.
Un polémico legado
De hecho, su legado en Oriente Medio deja mucho que desear. Dos décadas después de ser nombrado enviado del Cuarteto, grupo conformado por EEUU, Rusia, la ONU y la UE para materializar una "solución de dos Estados" entre Palestina e Israel, sus éxitos apenas han tenido trascendencia o han sido, incluso, inexistentes.
Su labor, que se prolongó durante ocho años hasta 2015, no ha supuesto ninguna mejora sustancial en la vida de los palestinos, e Israel, de hecho, ha continuado con la expansión de asentamientos ilegales en Cisjordania.
Por este motivo, la figura de Tony Blair es percibida por una amplia mayoría como excesivamente afín a los intereses de Israel y EEUU.
Pese a ello, según informa el medio británico, aunque no formará parte del Consejo de Paz de Trump, se espera que Blair integre el Comité Ejecutivo que acompañará al organismo.
Dicho comité incluirá al yerno de Trump, Jared Kushner, al asesor del presidente republicano, Steve Witkoff, y a altos funcionarios de países árabes y occidentales.
El Comité Ejecutivo tendrá la tarea de coordinar el trabajo entre el Consejo de Paz y un comité tecnocrático palestino encargado de gestionar los asuntos cotidianos en Gaza.
Esta conexión entre Blair y Kushner no es, en absoluto, nueva. En 2019, el británico apoyó el plan de Jared Kushner para invertir hasta 50.000 millones de dólares en "modernizar" Palestina.
En aquel entonces señaló que el proyecto sería de "enorme beneficio" para los palestinos, si bien la Autoridad Palestina lo calificó de inviable al convertir un conflicto político en un mero ejercicio inmobiliario.
Años después, ese nexo sigue activo y es considerado como una "tutela extranjera" sobre Palestina por países árabes y musulmanes.
