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Las fuerzas de seguridad de Siria se preparan para volver a desplegarse en la ciudad de Al Sueida, de mayoría drusa, para sofocar los combates con los clanes beduinos, pese a las amenazas de Israel.

Este anuncio se produce después de que la Presidencia siria de Ahmed al Sharaa acusara a los combatientes drusos de violar el alto el fuego, un acuerdo que puso fin a cuatro días de violencia con casi 600 muertos y que llevó a la retirada de las fuerzas gubernamentales.

El cese de hostilidades estipulaba la retirada de las tropas gubernamentales de la provincia, adonde llegaron en medio del estallido de violencia, provocando la apertura de un segundo frente de enfrentamientos entre ellas y facciones drusas locales.

Por su parte, Israel impuso de manera unilateral una zona de exclusión ordenando la retirada de las tropas del Gobierno sirio desde el sur de Damasco hasta su frontera.

Tel Aviv atacó a las tropas sirias en Al Sueida y bombardeó el Ministerio de Defensa sirio y los alrededores del palacio presidencial en Damasco.

El jueves cientos de beduinos abandonaron la ciudad por temor a nuevos ataques de la minoría drusa, respaldados por Israel, con la que se enfrentaron en intensos choques desde el pasado domingo hasta la entrada en vigor de un frágil alto el fuego en la zona el miércoles por la noche.

Sin embargo, dos grupos de clanes beduinos volvieron a entrar en la ciudad en la noche del jueves en una nueva ofensiva contra los combatientes drusos.

Un comandante militar beduino señaló a Reuters que la tregua sólo se aplicaba a las fuerzas gubernamentales y no a ellos, y dijo que sus combatientes buscan liberar a los beduinos detenidos por grupos armados drusos en los últimos días.

Por su parte, el ejército israelí llevó a cabo nuevos ataques en la provincia de Al Sueida durante la noche.

En medio de esta violencia sectaria, AlSueida24 alertó de que la capital regional continúa sumida en un "desastre humanitario" con un apagón eléctrico por quinto día consecutivo e interrupciones en los servicios de telecomunicaciones e Internet.



También el Observatorio Sirio de Derechos Humanos advirtió en un comunicado del deterioro de las condiciones de vida en la provincia, donde el suministro de agua se ha parado casi por completo, y se registra una escasez de alimentos y medicinas, según la organización.