El agente nervioso utilizado en el bombardeo sobre la localidad siria de Jan Shijún fue gas sarín, según ha confirmado el Gobierno turco tras analizar las muestras tomadas a las víctimas.

“Ha sido identificado como gas sarín”, dijo el ministro turco de Sanidad, Recep Akdag, según la agencia estatal Anadolu. Es el resultado de los análisis realizados a las muestras de sangre y orina tomadas a las víctimas del ataque en la provincia de Idlib y que fueron tratados en centros hospitalarios turcos. Según Akdag, se ha detectado metilfosfonofluoridato de isopropilo, que es la sustancia que resulta tras la exposición de sarín. Este gas puede inhalarse o ser absorbido a través de la piel y causa la muerte por asfixia al colapsar el sistema nervioso.

Por su parte, la Casa Blanca ha presentado este martes pruebas "claras y consistentes" de que el régimen sirio de Bachar al Asad cometió hace una semana el ataque con gas sarín en Jan Sheijún. Según declaraciones de los funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional del presidente estadounidense, Donald Trump, cuentan con "pruebas fisiológicas" de que el régimen sirio usó gas sarín contra la población en una zona de dominio rebelde.

Asimismo, EEUU ha confirmado la autenticidad de fuentes externas que demuestran que un caza sirio lanzó el ataque con el mortal gas el día 4 de abril a primeras horas de la mañana, agregaron los funcionarios.

En un documento de cuatro páginas que ha sido desclasificado, la inteligencia estadounidense argumenta que los gobiernos ruso y sirio han tratado de confundir a la comunidad internacional a través de la desinformación y "falsas narrativas", recoge el New York Times. Según fuentes oficiales de la Casa Blanca que han hablado bajo condición de anonimato, el objetivo de Rusia era encubrir la culpabilidad del régimen sirio. 

El pasado viernes, el Pentágono avanzó que estaba investigando la posibilidad de que Rusia conociera o fuera cómplice en el ataque químico. Trataban de determinar si un caza ruso bombardeó un hospital al que fueron transladadas varias víctimas del ataque químico y si supo del bombardeo antes de que se llevara a cabo.

Según el diario estadounidense, las mismas fuentes de la Casa Blanca no podían confirmar la posibilidad de que Rusia conociese por adelantado la intención del Gobierno sirio de atacar sobre la provincia de Idlib o sobre el ataque posterior sobre el hospital donde estaban tratando a las víctimas. Pero uno de los oficiales indicó que, dado el historial de cooperación entre los ejércitos sirio y ruso, Moscú debería responder por los ataques. Según el Pentágono, había personal ruso en la base siria desde donde se solían lanzar los ataques químicos.

Estados Unidos y Turquía están entre los países que han culpado al Gobierno sirio del ataque sobre Jan Shijún que acabó con la vida al menos 87 personas, 31 de los cuales menores. Dos días después del ataque, EEUU bombardeó de forma unilateral una base militar siria como represalia.

Nueva resolución de condena en la ONU

EEUU, Francia y Reino Unido han presentado este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU un nuevo proyecto de resolución sobre el ataque químico en Siria, días después de que Rusia vetara una primera propuesta por considerar que tenía "un claro carácter antisirio" y que "su objetivo es dificultar y hacer prácticamente imposible avanzar en el proceso de negociación" para el arreglo del conflicto en el país árabe, según declaró María Zajárova, la portavoz de la Cancillería rusa.

El Consejo de Seguridad discutió sin éxito la cuestión durante horas el pasado jueves, justo antes de que Estados Unidos lanzase decenas de misiles contra una base aérea siria en respuesta al uso de armas químicas en Jan Shijún. Al día siguiente del bombardeo estadounidense, los quince países se reunieron de urgencia para analizar la acción estadounidense, en una tensa sesión en la que Estados Unidos y Rusia se cruzaron duras acusaciones.

Según el representante británico en la ONU, Matthew Rycroft, este borrador “revisado” condena el uso de armas químicas y requiere “plena cooperación” con la investigación internacional del suceso. “No podemos simplemente rendirnos. Hay demasiado en juego”, dijo a los periodistas el embajador francés ante la ONU, François Delattre.

El presidente ruso, Vladímir Putin, insistió hoy en que cualquier decisión debe adoptarse solo después de una investigación e insistió en que Al Asad no estuvo detrás del ataque de la semana pasada.

Según Putin, Moscú tiene información de que se preparan nuevas "provocaciones" sobre ataques químicos en Siria para culpar al régimen de Damasco.

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) está ya investigando lo ocurrido en Jan Shijún, donde murieron decenas de personas en un aparente ataque químico.

El organismo con sede en La Haya creó en 2014 una misión de investigación en Siria en respuesta a las persistentes alegaciones de ataques químicos en el país.

La OPAQ y el Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron en 2015 la operación continuada de la misión, que estableció los hechos sobre las acusaciones de uso de armas químicas tóxicas en Siria y confirmó que éstas efectivamente se habían empleado.

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