“Es un gran honor estar con una mujer muy poderosa, muy inteligente y amiga mía, que se ha convertido en una amiga mía. Y hace un trabajo fantástico dirigiendo a muchas naciones diferentes".
Así se dirigió Donald Trump a Ursula von der Leyen en la reunión que ambos mandatarios mantuvieron el martes a última hora en la sede de Naciones Unidas a orillas del East River. Un encuentro improvisado impensable hace apenas unas semanas.
La mañana en Nueva York no podía haber empezado peor para los dirigentes comunitarios. En un incendiario discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de EEUU arremetía de nuevo contra los europeos por invertir en renovables o permitir la inmigración irregular.
Tras su reunión con Von der Leyen y otra bilateral con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski -al que a principios de año le había preparado una encerrona que por poco no acabó en ruptura total- Trump publicó un mensaje en su red Truth Social que dejó estupefactos a los diplomáticos europeos.
"Tras conocer y comprender plenamente la situación militar y económica de Ucrania y Rusia, considero que Ucrania, con el respaldo de la UE, está en condiciones de luchar y recuperar todo su territorio original", ha dejado escrito el presidente de Estados Unidos.
Una afirmación que supone un cambio radical en la posición que ha venido defendiendo Trump hasta hace pocos días: que Zelenski "no tenía las cartas" para ganar en el campo de batalla y que tendría que ceder territorio a Vladímir Putin en una mesa de negociación.
"Con tiempo, paciencia y el apoyo financiero de Europa y, en particular, de la OTAN, restablecer las fronteras originales que existían al inicio de esta guerra es una posibilidad real. ¿Por qué no?", prosigue el presidente de EEUU en el mensaje de Truth Social.
"Rusia lleva tres años y medio librando una guerra sin rumbo, una guerra que a una verdadera potencia militar le habría costado menos de una semana ganar. Esto no engrandece a Rusia; al contrario, la hace parecer más bien un tigre de papel", concluía el presidente de EEUU.
"Presidente, ¿cree usted que los países de la OTAN deberían derribar aviones rusos si entran en su espacio aéreo? Sí, lo creo", aseguró Trump en su comparecencia conjunta con Zelenski, respaldando sin vacilar, para sorpresa de todos, la decisión que había tomado horas antes el Consejo Atlántico.
Sin haberlo esperado, los europeos se encontraron en Nueva York con otra noticia positiva: el magnate inmobiliario expresa públicamente su desengaño con Putin, al que le puso la alfombra roja en su reunión de agosto en Alaska, y cuyas tesis sobre Ucrania ha repetido a menudo para consternación de los líderes de la UE.
"Hemos resuelto siete guerras. La mayor decepción es la situación entre Ucrania y Rusia. Yo pensé que esa iba a ser la más fácil debido a mi relación con Putin, pero, lamentablemente, esa relación no ha servido para nada, desgraciadamente", se quejó el presidente norteamericano en su reunión con Emmanuel Macron.
Para los dirigentes de la UE, el volantazo de Trump sobre Ucrania "no ha ocurrido por accidente". "Se ha producido porque la presidenta Von der Leyen y otros líderes europeos han trabajado incansablemente para garantizar que todos los socios internacionales importantes, y en particular EEUU, se impliquen como debe ser", sostiene el portavoz de la Comisión, Olof Gill.
Von der Leyen recibió duras críticas de todos los lados por el acuerdo arancelario que firmó con Trump a finales de julio, que se ha interpretado como una capitulación total de Bruselas a las exigencias de Washington.
Pero el Ejecutivo comunitario siempre ha defendido que este pacto forma parte de una estrategia global, cuyo objetivo es estabilizar las relaciones transatlánticas y garantizar que EEUU mantenga su compromiso con la seguridad de Ucrania y de Europa.
Bruselas reivindica ahora que esta fórmula para tratar con Trump, basada en una mezcla de apaciguamiento, adulación e insistencia, empieza a funcionar. El presidente de EEUU escucha a los europeos y les tiene en cuenta en sus decisiones.
Además, la presidenta de la Comisión ha conseguido entablar un contacto regular con él después de muchos meses de que no le cogiera ni el teléfono. Habló con él para informarle del ataque ruso en Kiev que afectó a la embajada de la UE y también durante la preparación del decimonoveno paquete de sanciones contra el Kremlin.
Presión a Hungría
En su comparecencia conjunta en Nueva York, Von der Leyen volvió a darle la razón al presidente de EEUU en sus críticas a la UE por mantener las compras de gas y (sobre todo) petróleo ruso, mientras pide a Washington que imponga nuevas sanciones a Moscú.
"El presidente Trump tiene toda la razón, estamos en ello. Ya hemos reducido de manera masiva el suministro de gas desde Rusia, hemos dejado por completo de usar carbón ruso y también hemos reducido significativamente el suministro de petróleo, aunque todavía llega algo al continente europeo", dijo la presidenta.
Como parte del 19º paquete de sanciones, Bruselas pretende adelantar un año, hasta el 1 de enero de 2027, la prohibición de importar gas natural licuado procedente de Rusia. Además, actuará contra las refinerías y petroquímicas que usan petróleo ruso vulnerando las sanciones, incluidas las de China.
Sin embargo, Von der Leyen dio la sorpresa en Washington anunciando una medida inédita. "Queremos imponer aranceles a los suministros de petróleo que todavía llegan a la Unión Europea", proclamó.
La UE ya prohibió la importación de petróleo procedente de Rusia en 2022, aunque con excepciones para Hungría y Eslovaquia, que reciben el crudo directamente a través del oleoducto Druzhba y que amenazaron con el veto.
Estos dos países, cuyos líderes tienen una gran afinidad ideológica con Trump, serían los afectados por el nuevo arancel. Con esta maniobra, la presidenta pretende que el presidente de Estados Unidos le ayude a doblegar a Robert Fico y sobre todo a Viktor Orbán.
¿Cuál es su mensaje al presidente Orbán, que rechaza dejar de comprar petróleo ruso? "Bueno, es amigo mío. No he hablado con él, pero creo que si lo hiciera, él pararía (de comprarlo), y quizá lo haga", ha dicho el presidente de EEUU en Nueva York.
Pese a todo, en la UE no se hacen ilusiones respecto a Trump. El presidente de EEUU sigue sin aprobar nuevas sanciones contra el Kremlin, ha puesto fin a la ayuda militar a Ucrania y se dispone a hacer lo mismo con los países del flanco este.
Otra llamada de Putin podría hacer que el republicano cambie de nuevo de opinión y por eso Bruselas sigue apostando por la independencia militar como auténtica estrategia a largo plazo.
