Rusia vuelve a testar este viernes los límites de la OTAN tras la incursión con drones la semana pasada en territorio polaco. Hasta dos miembros europeos de la Alianza Atlántica, Estonia y Polonia, han denunciado la violación en las últimas horas de sus respectivos espacios aéreos por parte de aviones militares rusos.
La guardia fronteriza polaca ha informado en la tarde de este viernes que dos cazas rusos han violado la zona de seguridad de la plataforma de perforación Petrobaltic en el mar Báltico.
Horas antes, Estonia informó a través de un comunicado que tres aviones militares rusos MiG-31 habían ingresado a su espacio aéreo el viernes durante 12 minutos en una incursión "sin precedentes y descarada", en medio de crecientes tensiones en el flanco oriental de la OTAN.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia ha negado que sus cazas violaran el espacio aéreo estonio, asegurando que los tres cazas MiG-31 "realizaron un vuelo programado desde Karelia (en la frontera con Finlandia) a Kaliningrado", señala la nota en la que se sostiene que ninguno de los aparatos se desvió de su ruta durante esa misión.
En concreto, la incursión en el espacio aéreo estonio se ha producido sobre la isla Vaindloo, en el golfo de Finlandia, al norte del país y cerca de la capital, Tallin.
El primer ministro estonio, Kristen Michal, ha informado de que su país ha invocado el Artículo 4 del Tratado de la OTAN para efectuar consultas con los aliados tras la violación de los tres cazas rusos de su espacio aéreo.
Tras esta petición, la portavoz de la OTAN, Allison Hart, informó que el Consejo del Atlántico Norte se reunirá a principios de la próxima semana para discutir el incidente con más detalle.
En una publicación en X, confirmó que tres aviones de combate rusos MiG-31 entraron en el espacio aéreo estonio y fueron confrontados por cazas de la OTAN, antes de ser "obligados a huir". “Esta violación es totalmente inaceptable”, señaló Michal.
"Rusia ya ha violado el espacio aéreo de Estonia en cuatro ocasiones este año, lo cual es, en sí mismo, inaceptable. Pero la incursión de hoy, en la que tres aviones de combate han entrado en nuestro espacio aéreo, representa una brutalidad sin precedentes", ha señalado, por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Margus Tsahkna, en la nota.
"Las crecientes provocaciones de Rusia en relación con las fronteras y su agresividad cada vez mayor deben recibir una respuesta clara: un aumento rápido de la presión política y económica", ha añadido.
Según la radio pública estonia ERR, las aeronaves rusas no contaban con plan de vuelo y llevaban los transponedores desactivados. En el momento de la infracción, los cazas tampoco mantenían comunicación por radio bidireccional con los servicios de control del tráfico aéreo de Estonia, país miembro de la OTAN.
Poco después de la incursión de los cazas rusos en el espacio aéreo de Estonia, despegaron hacia el lugar aviones F-35 italianos que participan en una operación de vigilancia aérea de la OTAN, según ha concretado Politico. "La OTAN ha respondido inmediatamente y ha interceptado los aviones rusos", ha señalado un portavoz de la organización.
Desde enero, la región del mar Báltico cuenta con una presencia militar reforzada por parte de países aliados, en el marco de la misión Centinela del Báltico, cuyo objetivo es contrarrestar amenazas como las flotas fantasma rusas, las incursiones no autorizadas o los sabotajes a cables submarinos.
Este incidente se produce una semana después de que Polonia derribara 19 drones rusos que ingresaron sin autorización en su territorio. Rumanía, por su parte —otro país de la OTAN que ha sufrido repetidas violaciones desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania—, informó de que un dron ruso fue rastreado en su espacio aéreo durante casi 50 minutos.
Estas "violaciones sin precedentes" contra dos miembros de la OTAN fueron calificadas como una "provocación deliberada" a la Alianza, que celebró consultas entre sus socios en virtud del artículo 4 de su tratado fundacional.
Poco después, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció el lanzamiento de la operación Centinela Oriental para reforzar la vigilancia aérea en el Este. Esta misión involucrará a Dinamarca, Francia, Reino Unido, Alemania y otros países, como España, que este mismo viernes ha anunciado que enviará cazas, un avión de transporte y un radar.
"No mostrar debilidad"
La alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Kaja Kallas, ha sido una de las primeras en reaccionar. Ha pedido a sus socios "no mostrar debilidad" ante la incursión, que ha tildado de "provocación extremadamente peligrosa".
"La violación del espacio aéreo de Estonia por parte de la aviación militar rusa es una provocación extremadamente peligrosa. Putin está poniendo a prueba la determinación de Occidente. No debemos mostrar debilidad", ha escrito Kallas en su perfil de X.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha mostrado su apoyo al país báltico, ha anunciado que "a medida que aumentan las amenazas, también lo hará nuestra presión" y ha hecho un llamamiento a los líderes de la UE "para que aprueben el 19º paquete de sanciones contra Rusia".
Se refiere a las medidas presentadas este viernes y que contemplan adelantar un año, al 1 de enero de 2027, la prohibición total de importar gas natural licuado (GNL) procedente de Rusia con el objetivo de cortar los ingresos que utiliza el Kremlin para financiar su guerra de agresión contra Ucrania.
Rutte informó, también en una publicación en X, que había hablado con el primer ministro estonio sobre esta violación de su espacio aéreo por parte de Rusia y defendió que la respuesta de la OTAN con la operación Centinela Oriental fue "rápida" y "decisiva".
