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Un vídeo propagandístico difundido por los medios estatales rusos ha generado indignación en Kiev.

Las imágenes, que se han viralizado en redes sociales, muestran a un vehículo blindado ruso atravesando una localidad ucraniana con las banderas de Rusia y de EEUU ondeando en su parte superior.

Para el Gobierno de Volodímir Zelenski, se trata de una provocación calculada con la que Moscú busca manipular la percepción internacional del conflicto.

El vídeo muestra un transporte blindado de tropas M113, un modelo de fabricación estadounidense que fue entregado a Ucrania en los primeros meses de la invasión y que ahora habría caído en manos rusas.

La grabación fue difundida por RT, el canal controlado por el Kremlin, como prueba del supuesto “botín” de guerra de Moscú.

Aunque el medio estadounidense Politico advirtió que no ha podido verificar la autenticidad del material ni su localización exacta, la difusión del clip se ha convertido en un arma propagandística en plena guerra de narrativas.

Audacia máxima

El jefe de la Oficina Presidencial ucraniana, Andriy Yermak, reaccionó con dureza en su canal de Telegram: “Los rusos están utilizando los símbolos de EEUU en su propia guerra terrorista y agresiva. Máxima audacia”.

Sus palabras reflejan la tensión que Kiev percibe en la estrategia comunicativa de Moscú, que busca asociar el conflicto con la imagen estadounidense para sembrar dudas sobre el apoyo de Washington a Ucrania.

El momento no es casual. El vídeo llega apenas unos días después de la cumbre entre Vladímir Putin y Donald Trump en Alaska, un encuentro rodeado de pompa protocolaria que fue interpretado como un triunfo de imagen para el Kremlin.

Ambos líderes llegaron incluso a compartir una limusina blindada durante la visita, lo que subrayó la sintonía personal exhibida ante las cámaras.

Preocupación en Kiev

El Gobierno ucraniano teme que el uso de símbolos estadounidenses en el frente de batalla sirva a Rusia para reforzar su narrativa de que la guerra no es contra Ucrania, sino contra Occidente en su conjunto.

Para Kiev, este tipo de provocaciones buscan alimentar la fatiga internacional y minar el compromiso de Washington y sus aliados europeos.

La respuesta política no se ha hecho esperar. Zelenski viajará a Washington el próximo lunes acompañado de varios líderes europeos para reunirse con Trump.

El objetivo de la visita será convencer al presidente estadounidense de apoyar un acuerdo de paz “justo” que no suponga grandes concesiones territoriales a Rusia.

Esa misión diplomática se produce en un clima cada vez más complejo: Moscú intensifica sus operaciones en el este del país, mientras que en las capitales europeas crece la preocupación por la posibilidad de que Trump presione a Kiev para aceptar un alto el fuego que consolide las conquistas rusas.

Guerra de símbolos

El uso de un blindado de origen estadounidense para lanzar un mensaje propagandístico resume la dimensión simbólica de la guerra en Ucrania.

Más allá del frente militar, el Kremlin libra una batalla en el terreno de la percepción global, tratando de presentar a EEUU como un actor cómplice, débil o incluso ridiculizado.

Para Kiev, se trata de un recordatorio de que la contienda no se libra solo con armas, sino también con imágenes cuidadosamente diseñadas para influir en la opinión pública internacional.