Daniel Richard Martindale, un ciudadano estadounidense que proporcionó información secreta al Ejército ruso desde el interior de Ucrania, recibió la ciudadanía rusa en una ceremonia televisada celebrada el 15 de julio en Moscú.
Las imágenes, difundidas por la televisión estatal rusa y reproducidas por Reuters, muestran a Martindale -con barba, traje y corbata- sonriendo mientras sostiene su nuevo pasaporte.
“Creo que Rusia no solo es mi hogar, sino también mi familia. Me alegra profundamente que esto ya no sea solo algo del corazón, sino también de derecho”, declaró en ruso, tras prestar juramento de lealtad a la Constitución de la Federación Rusa.
La ciudadanía le fue otorgada por orden directa del presidente Vladimir Putin, según informaron los medios estatales, tal y como recoge The Kyiv Independent.
De misionero a espía
Martindale se describía a sí mismo como un misionero cristiano. Se trasladó por primera vez a Rusia en 2018, donde aprendió el idioma y trabajó como profesor de inglés en la ciudad de Vladivostok.
Su integración en la sociedad rusa fue progresiva, lo que le permitió establecer contactos y familiarizarse con las instituciones del país.
En algún momento posterior se trasladó a Polonia. Desde allí, en febrero de 2022, cruzó en bicicleta la frontera hacia Ucrania, anticipándose a la invasión a gran escala lanzada por Moscú ese mismo mes.
Su destino final fue una aldea del este de la región de Donetsk, bajo control parcial de las fuerzas ucranianas.
Durante los dos años siguientes, Martindale suministró de manera encubierta inteligencia militar a las fuerzas rusas, incluida información sobre las posiciones de las tropas ucranianas.
Sus actividades pasaron desapercibidas durante mucho tiempo, y según medios vinculados al Kremlin, operaba bajo una tapadera civil que le permitió moverse entre la población local sin levantar sospechas.
Colaboración clave
Según Denis Pushilin, líder de las autoridades prorrusas en la parte ocupada de Donetsk, la información que Martindale proporcionó fue determinante para planificar una ofensiva sobre la localidad de Kurajove, cercana al centro logístico estratégico de Pokrovsk.
Pushilin aseguró que el material obtenido permitió a las tropas rusas “optimizar recursos y avanzar con mínima resistencia”.
Cuando las tropas rusas tomaron la aldea en la que residía, Martindale fue evacuado por fuerzas especiales rusas y extraído del territorio ucraniano.
Captación de extranjeros
El caso de Martindale no es único. El Kremlin lleva años incorporando a ciudadanos extranjeros para apoyar su invasión de Ucrania, ya sea como agentes de inteligencia, saboteadores o combatientes.
Algunos de ellos son ideológicamente afines al régimen de Putin, mientras que otros buscan protección o beneficios materiales en Rusia.
La concesión de la ciudadanía rusa a este exmisionero estadounidense, ahora espía reconocido por Moscú, forma parte de una estrategia más amplia del régimen de Putin para premiar la lealtad de aquellos que operan en la sombra en beneficio de sus intereses geopolíticos.