Denis Shmihal, primer ministro de Ucrania: "Rusia, con Irán y Corea del Norte, produce más munición que toda la UE junta"

Aunque, quizás, en segundo plano, el nombre de Denis Shmihal (Lviv, 49 años) se colará en los libros de Historia.

El siempre discreto primer ministro de Volodímir Zelenski es uno de los hombres que aparecen en el vídeo que marcó el rumbo de la guerra contra la Rusia de Vladímir Putin. Son las imágenes que el presidente ucraniano grabó desde el corazón de Kyiv en la madrugada del 24 de febrero de 2022, cuando comenzó la invasión a gran escala que intentó —poco después quedaría claro que sin éxito— conquistar, en cuestión de horas, la capital del país y deshacerse, en cuestión de minutos, de sus líderes políticos.

En el vídeo, Shmihal escolta en la oscuridad a Zelenski junto a los Andriy Yermak, Mijailo Podolyak y David Arakhamia, su núcleo duro, que no ha cambiado desde entonces.

Es Shmihal quien muestra su móvil a la cámara, enseñando la fecha y la hora a la que Zelenski pulsa el botón de grabar, para confirmar la veracidad del documento. Y es Zelenski quien dice: "Todos estamos aquí. Nuestros militares están aquí. Los ciudadanos de la sociedad están aquí. Todos estamos aquí defendiendo nuestra independencia, nuestro país, y así seguirá siendo".

La huida, como habían empezado a difundir los satélites del Kremlin a través de sus canales, bien engrasados, nunca fue una opción a pesar de los ofrecimientos de las cancillerías occidentales, dispuestas a acoger un Gobierno ucraniano en el exilio.

Esas imágenes grabadas desde el corazón de Kyiv fueron, a la postre, la génesis del espíritu de resistencia frente al invasor que, tres años y medio después, se mantiene en pie contra todo pronóstico.

En este periodo, Shmihal ha sido el brazo ejecutor de Zelenski. El guion no ha cambiado, y es el siguiente: Zelenski ordena y Shmihal actúa. Siempre en la sombra, sin hacer demasiado ruido. Ya sea en Kyiv, en Bruselas o en Washington. Así durante cinco años, una eternidad para cualquier primer ministro en la Ucrania independiente.

Nadie ha durado tanto en el tercer cargo más importante del Estado, sólo por detrás del presidente y del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. Su tiempo, sin embargo, se agota. Zelenski planea acometer una nueva remodelación de Gabinete, y quiere savia nueva al frente del Consejo de Ministros.

La principal aspirante en las quinielas para suceder a Shmihal es la titular de Economía, Yulia Svyrydenko, firmante del acuerdo para la explotación de minerales y tierras raras con la impredecible Administración de Donald Trump, de la que el primer ministro, nos advierte una de sus asesoras, no quiere hablar bajo ningún concepto. Lo hará.

Mientras se extienden los rumores sobre su relevo, el siempre discreto Shmihal, que ya no viste uniforme militar, como Zelenski, sino traje y corbata, sigue cumpliendo su papel de eficiente gestor. Ya sea en Kyiv, en Bruselas, en Washington o en Sevilla, donde el domingo de la semana pasada recibió a EL ESPAÑOL con motivo de la cumbre de la ONU sobre la financiación para el desarrollo.

La entrevista tuvo lugar tres días antes de que, coincidiendo con el inicio de la ofensiva rusa de verano, Estados Unidos suspendiera la entrega de misiles de defensa aérea y algunas municiones de precisión a Ucrania. En la misma semana, Trump volvió a conversar por teléfono con Putin primero y con Zelenski después, sin conseguir, como él mismo reconoció, ningún avance en el largo camino hacia el alto el fuego.

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¿Recibió Ucrania el espacio que merecía en la Cumbre de la OTAN de La Haya? La atención fue menor que en años anteriores.

Estamos satisfechos con los resultados de la cumbre. Todos los socios aprobaron, una vez más, que el camino de Ucrania hacia la OTAN es irreversible.

¿Se han marcado algún plazo para la adhesión?

Estamos listos para ser miembros de la OTAN de inmediato, pero entendemos que, primero, debemos detener esta guerra. Por ahora, el Ejército ucraniano está utilizando los estándares de la OTAN en todo el campo de batalla. Estamos luchando con armamento y municiones de la Alianza. Además, tenemos una experiencia de combate única que podemos compartir con los socios.

¿Ven con buenos ojos la cifra del gasto del 5% del PIB en defensa que marcó Trump para los aliados?

Con independencia del porcentaje, invertir en defensa es muy importante. Le contaré nuestra experiencia. Ucrania estaba bajo agresión rusa desde 2014. Antes de 2022, teníamos una inversión del 2,5% y hubo muchas discusiones políticas sobre cuánto deberíamos destinar para cubrir nuestros gastos de defensa. En 2020, tomamos la decisión de aumentar la inversión al 5%. Durante los dos años siguientes, hicimos grandes esfuerzos para elevar esta cantidad hasta alcanzar el 4,7%. Luego, comenzó la invasión a gran escala.

¿Cuánto gastan ahora en defensa?

El 26% de nuestro PIB, y esta cantidad equivale al 100% de todo nuestro presupuesto del Estado para el sector de la defensa.

¿Cuánto deberían invertir los aliados?

Todos los países deberían gastar suficiente dinero para tener la capacidad necesaria para protegerse de agresores como Rusia. Rusia ahora es muy fuerte, y están aumentando sus capacidades de producción en la esfera militar. Su doctrina no es una doctrina defensiva, sino agresiva. Toda Europa debería tener esto en cuenta, debería fijarse en este vecino agresivo y estar preparada.

¿Cómo valoran la postura del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, de mantener el porcentaje de gasto en defensa en el 2,1% del PIB? Su decisión incomodó a algunos aliados, como Estados Unidos, Polonia o los bálticos. ¿A ustedes también?

Mire, esta es una decisión soberana. No tengo derecho a juzgar esta decisión, pero lo que sí puedo y debo decir es que España es uno de los mayores apoyos para Ucrania.

"Nunca pedimos desplegar tropas [europeas] sobre el terreno, y seguimos sin hacerlo"

¿Qué más puede hacer España por Ucrania?

Nuestro mayor déficit ahora mismo es la defensa aérea. Rusia sigue desarrollando y produciendo drones de tipo iraní. Cada noche recibimos ataques aéreos y sufrimos pérdidas entre la población civil. La cantidad de drones actual puede oscilar entre 300 y 500 por noche, además de entre 10 y 20 misiles. Sólo durante el mes de junio, los rusos han matado el doble que en el mismo período del año pasado.

¿Qué armas concretas necesitan?

Nos faltan misiles interceptores de defensa aérea para los sistemas Patriot y Hawk. De hecho, estos dos sistemas —que hemos recibido de España— funcionan a la perfección. Los sistemas Hawk de todo el mundo están trabajando ahora en Ucrania, y podemos evaluar su funcionamiento como muy positivo. Destruyen drones y misiles de crucero, lo que ha salvado muchas vidas e infraestructuras civiles. Lo apreciamos, pero pedimos más a todos los socios.

El presidente Zelenski volvió a reunirse con Trump en La Haya. ¿Hay cerca algún acuerdo relacionado con los envíos de Patriot a Ucrania o con la producción conjunta de armamento?

Fue una reunión muy buena y el presidente Trump dio la orden de evaluar cómo podrían ayudar a Ucrania con los sistemas Patriot, con lanzaderas, con sistemas y con misiles adicionales para los Patriot. Y, según nuestra información del lado estadounidense, ya han comenzado con el trabajo. Esperemos que pronto haya resultados.

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La fe ciega en Trump que Shmihal manifestó a lo largo de la entrevista quedó desfigurada cuando, el pasado miércoles, la Casa Blanca confirmó que, lejos de aceptar la venta a Ucrania de los necesitados Patriot, como aventuraba el primer ministro, había decidido suspender los envíos de interceptores de fabricación estadounidense.

La Administración Trump congeló, además, la llegada a Kyiv de nuevos sistemas de defensa aérea Stinger, proyectiles de artillería guiados y municiones utilizadas por los F-16. Un nuevo revés para Ucrania que, sin embargo, Zelenski trató de minimizar.

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¿Necesitan que los aliados europeos envíen soldados a Ucrania?

Nunca pedimos desplegar tropas [europeas] sobre el terreno, y seguimos sin hacerlo. Sólo pedimos armas y munición.

Los líderes de la denominada coalición de los voluntarios, Emmanuel Macron y Keir Starmer, deslizaron la posibilidad de desplegar tropas sobre el terreno en cuanto entrara en vigor un alto el fuego. ¿Esta posibilidad está encima de la mesa?

Esta discusión es, más bien, sobre el futuro, cuando la guerra haya terminado. Sólo entonces, los países europeos que así lo deseen pueden estar en territorio ucraniano como observadores o en los campos de entrenamiento como vigilantes.

¿Es posible el ingreso de Ucrania en la Unión Europea mientras dure la guerra?

Una de las principales prioridades de mi Gobierno es la integración europea. Ahora estamos en camino, somos un país candidato y esperamos abrir los seis clústeres de negociación con la Comisión durante la presidencia danesa [del Consejo] de la UE. Por nuestra parte, la tarea está hecha. Falta la voluntad política de abrir las negociaciones por parte de la UE. Desde el momento en que se abran los clústeres, espero que estemos listos para presentar todos los documentos a los países miembros en un plazo no superior a dos años.

Este camino, como el del ingreso en la OTAN, es también irreversible.

Sí. De hecho, Ucrania ya está conectada en algunas esferas a los mercados europeos. Somos parte, por ejemplo, del mercado energético común y del programa de itinerancia de datos, siendo el primer país no miembro en hacerlo. Por eso confío en que, entre este año y el próximo, nos convertiremos en miembro de pleno derecho de la Unión Europea. Ese es nuestro objetivo.

¿Ha podido conversar con su homólogo eslovaco, Robert Fico, que es ahora quien bloquea el decimoctavo paquete de sanciones de la UE a Rusia?

El decimoctavo paquete de sanciones es muy importante para nosotros. Estamos esperándolo. La posición de algunos países miembros es importante, pero espero que la UE encuentre la unidad, como con todos los paquetes anteriores, y continúe con esta política de presión sobre el agresor, Rusia, incluyendo a Hungría y Eslovaquia. En otras ocasiones, siempre acabaron aceptando. Creo que esta vez también será así.

Hay quien duda de la efectividad de las sanciones.

Son un instrumento de presión muy importante sobre Rusia. Necesitamos armas y municiones para presionarlos en el frente, porque de lo contrario no se detendrán. Seguirán y seguirán y seguirán hasta que alguien los pare en algún lugar de Europa. Nuestro papel es presionarlos en la línea del frente y aumentar sus pérdidas en el campo de batalla. Pero sin sanciones, la economía rusa podría seguir desarrollando su complejo militar agresivo para producir suficiente armamento y municiones. Necesitamos presionar desde ambos lados.

¿Diría que han sido eficaces hasta la fecha?

Sí, pero tanto Rusia como sus aliados buscan formas de eludirlas. Por eso cobran importancia las sanciones secundarias. En este sentido, es clave la propuesta del senador [estadounidense] Lindsey Graham de imponer aranceles del 500% a aquellos países que ayuden a Rusia a esquivar las sanciones o que compren sus recursos energéticos. Tendría consecuencias muy importantes para la economía rusa y también para la economía de sus aliados. Destruiría sus conexiones energéticas y llevaría a Rusia a la mesa de negociación con toda seguridad.

"Mientras haya negociaciones, Rusia intentará, como siempre, manipular y evitar acuerdos concretos"

¿Son las negociaciones en curso en Estambul una mera puesta en escena para contentar a Trump?

Mire, nadie quiere acabar con esta guerra tanto como Ucrania. Pero si nosotros nos detenemos, moriremos. En cambio, si Rusia se detiene, la guerra se detendrá. La fórmula es muy simple. Por eso esperamos que este formato en Estambul nos lleve a resultados reales. Mientras haya negociaciones, Rusia intentará, como siempre, manipular y evitar acuerdos concretos. Pero, como mínimo, hemos intercambiado prisioneros de guerra y cuerpos de soldados caídos, y hemos podido recuperar a algunos niños secuestrados. De momento, hay resultados tangibles.

¿Habrá algún avance de mayor calado en la próxima ronda de diálogo?

Quizás nos lleve a la próxima reunión de los líderes, donde tendremos resultados seguros sobre un alto el fuego a gran escala no limitado en el tiempo. Este alto el fuego nos llevará a su vez a tener negociaciones constructivas sobre cómo alcanzaremos la paz, sobre cómo liberaremos nuestros territorios y a nuestra gente.

¿De veras ve a Putin reuniéndose con Zelenski?

Los rusos siguen presentando propuestas inaceptables. Piden poco menos que una capitulación. Pero estoy convencido de que, en caso de salir adelante, el decimoctavo paquete de sanciones [de la UE] y las sanciones de Estados Unidos ejercerán la presión necesaria sobre Putin para que acuda a la mesa de negociación con propuestas concretas y con verdadero interés en alcanzar resultados.

Ustedes demandan a la Administración Trump que imponga una nueva batería de sanciones a Rusia, pero el secretario de Estado, Marco Rubio, dice que hacerlo rompería su contacto directo con Putin.

No estoy seguro de que sea así, pero entiendo que, si Putin sigue mintiéndole a Estados Unidos, si Putin continúa manipulando, no habrá más opciones que aumentar la presión de las sanciones para conducirlo hacia una negociación real.

¿Tiene la Casa Blanca una estrategia definida?

Entiendo que el presidente Trump está intentando sentar a Putin en la mesa de negociación, y está haciendo un trabajo excelente para lograrlo. Veremos. Nosotros hemos dedicado tiempo a demostrar que Rusia miente. Durante todo este tiempo estamos pagando con vidas de ucranianos, pero entendemos que no hay otro camino que demostrarlo en condiciones prácticas. Cuando todos los socios se den cuenta con absoluta claridad de que Putin no tiene intención alguna de detener esta guerra, aumentarán la presión sobre él con más sanciones.

¿Debería tener Europa un asiento en la mesa de negociación?

Sí, absolutamente. Nada sobre Ucrania sin Ucrania, nada sobre Europa sin Europa. Para nosotros es fundamental que esté involucrada en el proceso de paz, por eso compartimos toda la información con nuestros socios europeos.

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Shmihal no está dotado del carisma de Zelenski, ni de su capacidad de liderazgo, ni de su gravitas. Es cierto. Pero nadie —o casi nadie— cuestiona su habilidad para conducir el Gobierno en la hora crítica. El analista ucraniano Taras Byk lo considera "un gestor bastante profesional, pero el problema es que de facto no decide nada".

Olexiy Haran, catedrático de Política Comparada en la Universidad Nacional de Kyiv, recuerda que, por mucho que Zelenski pueda delegar en la figura del primer ministro, "la política se define en la oficina presidencial". Y, en este momento, la política de la oficina presidiencial busca a la desesperada el respaldo de Estados Unidos.

La cuestión es que, como subraya el propio Haran, la Administración Trump no se presenta como un aliado, sino que se arroga el papel de mediador en las negociaciones de paz y, hasta la fecha, "ha ejercido más presión sobre Ucrania que sobre Rusia" para conseguirla. Aunque las circunstancias actuales no lo justifiquen, Shmihal prefiere mostrarse optimista. 

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Mientras, Putin ha intensificado los ataques aéreos contra objetivos civiles en Ucrania. ¿Por qué este nivel de agresividad durante las negociaciones?

Nos hacemos la misma pregunta: ¿por qué están matando a civiles? ¿Por qué están destruyendo infraestructura civil? Putin y su Gobierno han respondido con claridad. Quieren borrar del mapa a un Estado, a una nación y a un pueblo como el ucraniano. Ese es su objetivo principal, y están haciendo todo lo posible —desde su punto de vista, claro— para hacerlo realidad.

¿Pero por qué en este preciso momento, cuando retoman tres años después las conversaciones de paz?

Tal vez sólo quieren elevar la presión sobre Ucrania para forzar nuestra capitulación o algo por el estilo. Pero, en primer lugar, lo hacen porque pueden. Al comienzo de esta guerra, producían entre 20 y 30 drones al mes; ahora producen entre 300 y 500 drones al día. Y envían esa misma cantidad a Ucrania solo para matar ucranianos. Eso es todo. Los drones no son muy precisos, por eso cubren todo el país. Los envían a bloques residenciales, a la zona de exclusión de Chernóbil… a cualquier parte. Quizá tienen como objetivo atacar instalaciones militares o de defensa, pero la mayoría destruyen infraestructura civil y nuclear, y matan niños, ancianos. Civiles, en definitiva.

Rusia ataca objetivos civiles, y ustedes, en cambio, objetivos militares. La última operación, con drones lanzados desde el interior de Rusia contra sus refinerías y depósitos de armas, fue especialmente llamativa.

Con un poco de innovación y creatividad se pueden llevar a cabo muchas operaciones diferentes. Liberamos el mar Negro sin tener una flota propia, destruimos la mitad de la flota rusa sólo con pequeños drones. Ahora estamos avanzando en la liberación de nuestro cielo, usando de nuevo estos pequeños drones, y tenemos otras ideas que pronto verán la luz. Estas ideas, por cierto, llevarán a Rusia a repensar su estrategia. Cada día seguimos pagando con vidas humanas por estas innovaciones. Aun así, todavía tenemos suficiente fuerza para ganar esta guerra.

"Rusia, de la mano de Irán y Corea del Norte, está produciendo mucha más munición que todos los miembros de la UE juntos"

Las tropas rusas siguen adelantando posiciones en la línea del frente, por mucho que Putin no pueda presumir de avances significativos. ¿Cómo puede Ucrania romper esta dinámica?

Seguimos conteniéndolos en el frente. Tienen un avance muy, muy lento. Es como un 0,000 algo por ciento en el último año. De todas formas, en algunas direcciones avanzan 100 o 200 metros diarios, y en su mente eso es un éxito. Nosotros tenemos una idea clara de cómo implementar una línea de defensa para proteger nuestros territorios; una idea que estamos desarrollando con la ayuda de nuestros socios y con nuestros propios medios.

¿Puede ser más concreto?

No puedo compartir todos los detalles. Sólo diré que, en algunos meses, esta línea de defensa estará terminada y frenaremos el avance de los rusos. Después, comenzaremos los preparativos para expulsarlos. En cualquier caso, necesitaremos del respaldo de nuestros socios en forma de armas y municiones. Es crucial, porque Rusia, de la mano de Irán y Corea del Norte, está produciendo mucha más munición que todos los miembros de la Unión Europea juntos. Debemos crear empresas conjuntas y aumentar nuestra producción.

¿Cuál es su final soñado de la guerra?

Que Ucrania gane, que Rusia pierda. Que Ucrania recupere todo su territorio, según las fronteras de 1991.

Incluyendo Crimea.

Incluyendo Crimea. Así, Ucrania debería ser un país soberano con la integridad de su territorio según nuestras fronteras internacionalmente reconocidas, conforme a la Carta de la ONU. Esta es la fórmula ideal para nosotros, aunque entendemos que debemos encontrar alguna solución para avanzar hacia el objetivo, ya sea en la línea del frente o en la mesa de negociación. La vía diplomática siempre es mejor porque no se pierden vidas, pero no tenemos otra opción.

Ha compartido su final soñado, pero ¿cuál diría que es el final más probable?

Por ahora, la fórmula que estamos discutiendo en Estambul contempla un alto el fuego total e ilimitado en el tiempo. Este es el primer paso. Y lo hemos estado esperando más de, no sé, ¿90 días? Fue la propuesta del presidente Trump que el presidente Zelenski hizo suya, pero los rusos todavía no la aceptan.

¿Entonces?

Entonces, el camino es el siguiente: alto el fuego, negociaciones sobre personas, negociaciones sobre territorios y firma de documentos que incluyan garantías de nuestros socios.

¿Garantías de seguridad?

No diría garantías de seguridad, sino garantías de paz para Ucrania y para el continente europeo.

¿Algo más?

Sí, que sea lo más rápido posible. Si ocurriera hoy mismo, sería la persona más feliz del mundo.