Bruselas

Tras las explosiones que inutilizaron la tubería Nord Stream en septiembre de 2022 (un caso que sigue sin resolver), Finlandia investiga ahora un posible caso de sabotaje en el gasoducto conector del Báltico (Balticconnector) y en el cable submarino de comunicaciones con Estonia ocurrido durante el pasado fin de semana. El presidente finlandés, Sauli Niinistö, atribuye los daños a una "actividad externa" y ha pedido a la OTAN ayuda en las pesquisas.

El Balticconnector se cerró el 8 de octubre a medianoche cuando las compañías de transmisión de gas Gasgrid en Finlandia y Elering en Estonia detectaron una brecha. También el domingo, las autoridades finlandesas fueron informadas de un fallo hallado en el cable de telecomunicaciones entre Finlandia y Estonia, según ha informado el Gobierno de Helsinki.

Este martes se ha podido identificar que el lugar de la fuga en el Balticconector (una tubería submarina que conecta Finlandia y Estonia) se encuentra en la zona exclusiva de Finlandia, y por eso la investigación del caso corresponde a este país. El operador Gasgrid ha emitido un informe pericial según el cual el daño no ha sido causado por el proceso normal de transmisión de gas. La compañía asegura que la reparación de la fuga costará "meses". En cuanto al cable, todavía no se sabe dónde está el fallo.

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"Es probable que el daño tanto a la tubería de gas como al cable de comunicación sea el resultado de actividad externa. La causa del daño aún no está clara, la investigación continúa en cooperación entre Finlandia y Estonia", ha dicho el presidente finlandés en un comunicado.

"También estamos en contacto constante con nuestros aliados y socios. Hoy tuve una conversación con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. La OTAN está dispuesta a ayudar en las investigaciones", ha dicho Niinistö. Por su parte, Stoltenberg ha escrito en su cuenta de la red social X que la Alianza Atlántica "está compartiendo información y está lista para apoyar a los aliados afectados".

"Condeno enérgicamente cualquier acto de destrucción deliberada de infraestructura crítica. Nuestros oleoductos y cables submarinos conectan a ciudadanos y empresas de toda Europa y el resto del mundo. Son salvavidas de los mercados financieros y del comercio global. Esta es la segunda vez en poco más de un año que este tipo de infraestructura crítica resulta dañada", ha dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en un comunicado.

La alemana ha expresado su plena solidaridad con Finlandia y Estonia y ha ofrecido la colaboración del Ejecutivo comunitario. "Sólo trabajando juntos podremos contrarrestar a quienes buscan socavar nuestra seguridad y garantizar que nuestra infraestructura crítica siga siendo sólida y fiable frente a las amenazas en constante evolución", ha señalado Von der Leyen.

El Gobierno finlandés asegura que, pese a este incidente, la seguridad de suministro de gas "se mantiene estable" gracias a la terminal flotante de gas natural licuado (LNG) en la localidad de Inga. "La terminal tiene la capacidad para suministrar el gas que Finlandia necesita durante el próximo invierno. El corte puede aumentar ligeramente el precio del gas, pero no se espera que tenga mucho efecto en el precio de la electricidad en Finlandia", sostiene Helsinki.

Los cables de electricidad entre Finlandia y Estonia funcionan con normalidad, mientras que la conexión de telecomunicaciones también se mantiene pese a los daños en el cable.