"Primero Rusia era una amenaza por ser fuerte, ahora se ha convertido en un riesgo porque parece haber entrado en una era de inestabilidad política y fragilidad interna", avisa Josep Borrell. El jefe de la diplomacia comunitaria admite que la "insurrección armada abortada" protagonizada por el grupo de mercenarios Wagner ha pillado a la Unión Europea "por sorpresa" y ha desencadenado una "situación compleja e impredecible".
Al mismo tiempo, la "debilidad" que ha mostrado el presidente ruso, Vladímir Putin, durante el fin de semana constituye una ventaja para Ucrania a la hora de avanzar en su contraofensiva para recuperar los territorios ocupados. Por eso, tanto la UE como la OTAN han lanzado este lunes un llamamiento para redoblar la ayuda militar al Gobierno de Volodímir Zelenski.
También el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmitro Kuleba, ha pedido a sus socios europeos más armas para garantizar la "derrota" de Rusia. En concreto, Kiev reclama sistemas de artillería, municiones y proyectiles, así como el entrenamiento de pilotos y la transferencia de cazas F-16. En una intervención por videoconferencia ante los ministros de Exteriores de los 27 reunidos en Luxemburgo, Kuleba ha defendido además ampliar las sanciones contra Moscú, incluyendo la energía nuclear o los diamantes.
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De momento, la única decisión concreta adoptada en Luxemburgo ha sido aumentar en 3.500 millones el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, con el que se financia la entrega de armas a Ucrania. Borrell ha desvelado que la UE ya ha entrenado a 24.000 soldados ucranianos, con lo que superará el objetivo de 30.000 que se había marcado para todo el año. Pero Hungría ha mantenido su veto al octavo tramo de 500 millones de ayuda militar a Kiev.
"Si tu adversario entra en un combate entre diferentes partes, es evidente que eso es una cosa positiva desde el punto de vista del desarrollo de las operaciones militares. De repente, las tropas de Wagner han abandonado sus posiciones en el frente y se han ido a hacer otra cosa. Por lo tanto, eso para los ucranianos no puede ser sino positivo", ha dicho Borrell en rueda de prensa al término de la reunión en Luxemburgo.
"Nadie sabe lo que va a ocurrir. Pero desde el punto de vista de las operaciones militares, si en un bando hay discordias internas, pues eso lógicamente favorece al otro, por la ley de la gravitación universal", resalta el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común.
Por ello, la UE ha reafirmado su compromiso de "redoblar" su apoyo militar a Ucrania con el fin de "respaldar la contraofensiva que está llevando a cabo". "Lo que está pasando en Rusia tiene un enorme impacto en el resto del mundo y podría tener un impacto en la guerra. Putin ha quedad debilitado, al menos hasta cierto punto, y eso podría afectar a la disposición del resto del mundo a discutir la situación de posguerra en Ucrania", sostiene el ministro de Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen.
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"Lo que parecía una solidez monolítica interna rusa ha demostrado que tiene brechas, y brechas que son muy profundas", ha señalado el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares. "También hemos estado de acuerdo en que esto no debe desviarnos en lo que es nuestro objetivo. Nuestro objetivo es que las tropas rusas se retiren del territorio ucraniano y que la paz regrese a Ucrania", ha subrayado Albares.
"Esta situación en Rusia nos da más oportunidades para apoyar a Ucrania y encontrar una senda de victoria", alega el ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna. Sin embargo, su homólogo lituano, Gabrielius Landsbergis, ha indicado que la victoria de Kiev sólo será posible si los aliados redoblan efectivamente su apoyo militar.
"Los últimos días nos enseñan que no tenemos que pensar en cambiar el régimen en Rusia, no tenemos que planificarlo: los rusos son completamente capaces de hacerlo ellos mismos. Pero no debemos dejar que esto nos distraiga. Acontecimientos como estos pueden repetirse en el futuro. Lo que debemos hacer es mantener el foco en Ucrania e intensificar nuestra asistencia a Ucrania", ha dicho Landsbergis.
El jefe de la diplomacia lituana ha insistido en que Rusia es "un vecino peligroso e impredecible" y por eso ha reclamado a los aliados que refuercen la seguridad del flanco este. Una petición que ha sido atendida por Alemania, que ha anunciado este mismo lunes que está dispuesta a estacionar de forma permanente en Lituania una brigada de 4.000 soldados.
"Los acontecimientos del fin de semana son un asunto interno de Rusia. Pero también constituyen otra demostración del gran error estratégico que el presidente Putin cometió con su anexión ilegal de Crimea y la guerra contra Ucrania", ha dicho por su parte el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una comparecencia en Lituania, donde ha viajado para ultimar los preparativos de la cumbre de la Alianza de julio.
"Dado que Rusia continúa con su asalto, es todavía más importante seguir apoyando a Ucrania. Los ucranianos han lanzado una contraofensiva para recuperar territorios ocupados. Y cuantos más territorios sean capaces de liberar, más fuerte será la posición que tengan en la mesa de negociaciones para alcanzar una paz justa y duradera", sostiene Stoltenberg.