"El monstruo que Putin creó con Wagner le está mordiendo ahora a él, el monstruo de Wagner está actuando contra su creador", sostiene Josep Borrell. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea ha reclamado este lunes seguir apoyando a Ucrania "más que nunca" porque la mala marcha de la guerra para el Kremlin es la que ha provocado la rebelión fallida del jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, durante el fin de semana.
Al mismo tiempo, el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común ha alertado de los riesgos de la inestabilidad política en Moscú. "Ciertamente no es una buena cosa ver que una potencia nuclear como Rusia puede caer en una fase de inestabilidad política. Es también algo que debe tenerse cuenta", ha dicho a su llegada a la reunión de ministros de Exteriores de la UE que se celebra este lunes en Luxemburgo.
"Es más importante que nunca continuar apoyando a Ucrania, porque lo que ha ocurrido durante este fin de semana muestra que la guerra contra Ucrania está agrietando el poder militar de Rusia y afectando a su sistema político. Estamos ciertamente siguiendo de cerca lo que está pasando pero ahora es el momento de seguir apoyando a Ucrania más que nunca y eso es lo que haremos", ha dicho Borrell.
A su juicio, la conclusión más importante de los acontecimientos del fin de semana es que "el monstruo que Putin creó con Wagner le está mordiendo ahora a él, el monstruo de Wagner está actuando contra su creador". "El sistema político está mostrando su fragilidad y el poder militar se está resquebrajando. Esto son importantes consecuencias de la guerra en Ucrania", asegura el jefe de la diplomacia europea.
Los ministros de Asuntos Exteriores tienen previsto aprobar durante la reunión de Luxemburgo un incremento de 3.500 millones de euros en el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, el instrumento financiero del que se sirve la UE para dar ayuda militar a Ucrania. Los Veintisiete debatirán además entregar un nuevo tramo de 500 millones a Kiev, aunque de momento no hay acuerdo por el veto de Kiev.
El ministro de Exteriores sueco, Tobias Billström, ha señalado que la rebelión de Wagner es un "asunto interno de Rusia". Al igual que Borrell, Billström ha insistido en que "lo importante ahora es apoyar a Ucrania en sus esfuerzos para recuperar su integridad territorial". "Ucrania está en medio de una contraofensiva y la UE quiere prestar el máximo apoyo posible militar, financiero, político y humanitario a los ucranianos (...) Rusia está claramente perdiendo la guerra", ha subrayado.
"Lo que desde luego han demostrado los acontecimientos de este fin de semana es que hay divisiones profundas dentro de Rusia. Y todavía queda tiempo, y hay que ser muy cautos y muy prudentes para ver cuál es el recorrido que tiene esta situación", sostiene el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares.